No Pasa Nada [Tematica Gay/Homosexual]

Capitulo 6-Esa extraña costumbre...

-¿Y? ¿Me dirás el por qué repentino interés en aprender a volar?

-Bueno…Se veía interesante y me pregunte “¿Por qué no?”-Ante mi respuesta el Doctor Jefferson me miro serio. El Doctor Jefferson es un hombre de 28 años, alto de piel clara y una gran figura con músculos, de cabello negro y sus ojos pardos en serio demuestran su fiereza.

Le conté lo que había sucedido, después de todo, Jeff es un amigo mío.

-¿Quieres que vaya hablar con la profesora?

-No gracias, estoy bien. Si vas, seguro piensa que me uní a la mafia.

-Mejor, así no te molestaran-Sonrío con malicia.

-Me lo pensaré.

-A propósito-su tono se torno serio-Dijiste que tu compañero se llamaba ¿Ethan?

-Si ¿Qué tiene?

-No, por nada…

-Bueno, me iré con Kyle. ¿No hay problema con que saqué a los niños al patio?

-No, pero te pediré un favor.

-Qué raro-no estoy siendo sarcástico-¿Qué necesitas?

-Hay un niño que recientemente entro y no parece congeniar con otros.

-¿Y?

-Te pido que intentes hablar con él.

-¿Cuántos años tiene?

-15

-No es un niño… Sabes que, olvídalo, para ti todos son unos niños ¿Verdad viejo?

-Cállate, que ni llego a los 30 años.

-Pero cerca.

-Largo de aquí.

Salí de su oficina o más bien me hecho de ella.

Toqué la puerta de Kyle y entre. Al parecer ya se había corrido la noticia de mi visita ya que los niños del hospital estaban en la habitación de Kyle y por lo que parece, me estaban esperando.

-¡Jaaaar!-Así me decían los más pequeños, los cuales eran niños y niñas de entre 4 a 8 años. Se me abalanzaron encima.

-Jared se escapo de la escuela-Esos eran los de 9 a 13 años. Kyle es de los más grandes.

-¿Quieren ir afuera?-Les pregunte.

-¡Sí!-Contestaron todos al unísono.

***

El patio del hospital es muy extenso y tiene dispersados arboles por todo el lugar, algunos son de frutas.

Aquí en el hospital  me conocen y me tienen tanta confianza que me dejan sacar a los niños para que jueguen, porque pueden salir, pero solo por un rato ya que la mayoría del personal va de un lado a otro y no pueden estar mucho tiempo afuera.

-Jueguen, son las 10:46 y me voy a las 2 ¿Entendido?-Todos asintieron para después salir corriendo.

Me senté el pasto bajo la sombra de un árbol, ese árbol a estado aquí desde hace muchos años y cada vez que vengo y sacó a los niños me siento aquí, es relajante a veces siento que mis malestares se van, pero esa sensación no dura mucho y vuelven haciéndose más notorios, pero por unos minutos o segundos de relajación realmente no me importa sufrir un poco después.

Cerré mis ojos e intente dormirme, pero no pude por culpa de dos manos que me tocaban el cabello de la frente, rápidamente tomé las manos y abrí los ojos, era Kyle.

-Rayos, pensé que te habías dormido.

-Pues ese no es el caso. ¿Qué planeabas hacer?

-Nada, solo quiero ver tus ojos hermano-Dijo con unos ojos de suplica.

-Ah… en serio, tenemos que remediar esto… pero solo por hoy ¿Ok?

-Siempre dices eso.

-¿Qué?

-Nada, nada-como si no lo hubiese escuchado-Ok.

Kyle se sentó frente a mí y se quedo ahí, mirándome fijamente a los ojos. Les explicaré esto:

Hace ya mucho tiempo que escondo mis ojos y a Kyle nunca le gusto eso, entonces un día mientras intentaba convencerme de que ya no lo hiciera le dije “Si solo es Kyle, no hay problema”. Desde entonces, tiene la extraña costumbre, de que siempre que estoy con él, me quita el cabello de la cara y se sienta a mirarme fijamente, justo como lo hace en este momento. Las primeras veces se me hacía raro y si me daba algo de vergüenza, pero el tiempo pasó y como quien no dice me acostumbre. A veces, nos han llegado a ver así como estamos las personas del hospital, al principio nos evitaban la mirada pero después dejaron de tomarle importancia al asunto, la gente que es nueva o viene por primera vez y nos ve, desvían la mirada, otros muestran gestos de repudio. Pero no me interesa, si Kyle quiere esto por mí está bien.

-Listo, ya me voy a jugar-Soltó mis cabellos y salió corriendo.

-Que niño más raro-Dije en un suspiro.

-Tú también lo eres-Salte ante esa voz que se escuchaba detrás de mí. Una voz desconocida para mí.