Capitulo 5

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–¡Soy muy joven para ir a prisión...! –lloraba Jessica a la vez que miraba a Rick con ojos fieros.

–Es la octava vez que dices eso... –masculló el caza recompensas con fastidio.

El camino a la prisión se había tornado bastante largo. La pelirroja miró a través de las ventanillas de la nave pero no distinguió nada más que la negrura del espacio sideral.

–¿Hasta dónde nos llevarán? –preguntó angustiada. Rick pensó un poco antes de responder.

–Por el curso diría que la prisión Exo233... Está en Metis, una de las "lunas" de Júpiter.

–¿Cómo puedes saber?

–Pfff... ¡Por favor Jessica, soy un genio! ¡Sé todo sobre el universo!

–¿Si eres tan inteligente por qué no nos sacas de aquí?

–Para empezar, estamos esposados y en medio de la nada... Y en segundo lugar, necesito mi lanza portales. Lo mejor es dejar que nos lleven a prisión para poder recuperarlo.

Ella un dijo nada, solo esperaba que esta vez todo saliera bien. Miró a Rick que estaba sentado mirando por la ventanilla, no parecía preocupado en lo absoluto. Entonces recordó que el juez había mencionado que había sido arrestado varias veces antes.

–Ya has estado en prisión ¿verdad? –preguntó rompiendo el silencio. Rick se giró para mirarla.

–Sí, pero ya dejé ese pasado criminal... O al menos trato de alejarme de esa vida.

–¿Por eso ahora persigues fugitivos? ¿Para reformarte?

El mayor sonrió de medio lado.

–Realmente lo hago por el dinero... –dijo reclinandose hacia atrás. Jessica asintió mientras asimilaba esa respuesta.

–Oye y... ese ojo tuyo... es... hmm, bueno... ¿por qué es de otro color? Esas líneas parecen como de "tiro al blanco"...

–Oh bueno, es un implante robótico que me puse hace tiempo. Y sí, es como una mira prácticamente, con esto jamás fallo un tiro...

–Wow...

–¿Quieren callarse, escorias? –dijo uno de los guardias asomándose por una pequeña ventana– ¡Ya llegamos!

No tardaron mucho en bajarlos de la nave para después escoltarlos junto con otros prisioneros que estaban por ingresar. Jessica solo veía criaturas extrañas y con formas que desafiaban toda la lógica. Le aterraban tanto como le sorprendían.

Un alienígena de múltiples ojos que iba en la fila contigua se quedó observándola fijamente. La pelirroja lo miró también, sintiéndose incómoda con todos esos ojos sobre su cuerpo.

–¡¿Qué miras hijo de perra?! –le gritó Rick al percatarse. El alien solo se dio la vuelta sin decir nada.

–¡Hey, comportense! –oyeron la voz de uno de los celadores– ¡Ahora prepárense para el procesamiento!

Una vez dentro de la prisión los hicieron pasar por unas cámaras donde dos doctores alienígenas los escaneaban para tener lectura de sus signos vitales y demás datos.

Jessica intentaba disimular lo asustada que estaba pero a Rick parecía no importarle. Cuando entraron a la cámara los pusieron debajo de un especie de foco que destelló y una luz azul se encargó de escanearlos. Una pantalla holográfica se desplegó mostrando muchos datos. Luego un brazo mecánico bajó y apuntado a la mejilla derecha de cada uno, hizo una marca con láser. La pelirroja gimió por el dolor que le había causado aquello, pero Rick ni se inmutó.

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