Capítulo 9: No hay mal que por bien no venga.

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Un día, iba de camino al instituto y pasé por el parque que estoy acostumbrada a cruzar. Iba escuchando música con mis auriculares y no prestaba atención a nada de mi alrededor, sólo a los coches cuando tenía que cruzar la carretera. Pero de repente sentí como alguien me tocaba el hombro por detrás:

—Hola. —Al girarme, me encuentro  con una chica de unos catorce años

—Hola. —Digo extrañada quitándome los auriculares de los oídos.

—Perdona mi mala educación, soy Violet, Violet Jones.

—Encantada Violet Jones —provoco su risa—. Yo soy Anne, Anne Stuart. —Me presento aunque no conozca a la chica.

—Eso ya lo sé.

—¿Cómo?

—Que ya sé que eres Anne Stuart. —Me sonríe.

—¿Cómo vas a saber eso? —Empiezo a asustarme.

—Eres famosa, ¿recuerdas?

—¿Qué? —Trago saliva.— ¿Qué quieres decir?

—Oh, quizás me he equivocado... ¿No eres tú la Anne de Red Shoes?

—Oh sí, sí, perdón. Es que aún no estoy acostumbrada a esto, ¿sabes? Que me digan que soy famosa, es algo muy impactante para mí. —Me río nerviosa.

—Yo... Es que... Te he parado por lo mismo, porque quería preguntarte si podías hacerte una foto conmigo y...

—Claro, sí, por supuesto.

Nos colocamos, Violet saca su móvil, posamos y la cámara emite un sonido cuando hace la fotografía. Después de cumplir su deseo, la chica sigue hablando:

—Quería preguntarte una cosa... eh... tengo que hacer un trabajo para el instituto sobre una entrevista a alguien famoso. Tenemos que inventárnosla, pero si se la hago a alguien famoso de verdad, mejor.

—Me encantaría, pero ahora no puedo; es más; yo también tengo clase ahora y —miro el reloj de mi muñeca— se me está haciendo tarde.

—Sí, sí, por supuesto. No te entretengo más. Yo es que estoy esperando a una persona pero también tengo clase. ¿Qué tal si quedamos aquí mismo esta tarde a las cuatro?

—Es demasiado temprano, termino las clases a las tres y tengo que estudiar.

—¿Te viene mejor a las cinco y media? —Propone.

—A las cinco bastará.

—Está bien.

—Vendré con las demás.

—¿Las demás? ¿Ruth, Lucy y Gemma? —Yo asiento extrañada. ¿No se suponía que nos conocía?— ¡Estupendo! ¡Nos vemos esta tarde! —Se despide y se va corriendo.

—Adiós. —Digo aunque sé de sobra que ya no puede oirme.

Cuando miro el reloj veo que se me ha hecho demasiado tarde. Empiezo a correr hacia el instituto y cuando entro en el centro, observo que todo el mundo está ya en clase. Entonces, es cuando me recuerdo que me toca dar clase con una profesora a la que odio. Es demasiado estricta con la puntualidad y yo ya voy ocho minutos tarde.

Subo las escaleras lo más rápido que puedo y llego al aula. Toco la puerta y ésta se abre dando paso a un compañero.

—Estás jodida. —Me susurra.— Hoy está de mal humor.

—Como siempre. —Le susurro de vuelta y reímos levemente.

—¿Se le pegaron las sábanas Señorita Stuart? —La profesora interrumpe nuestra charla.

El Susurro de AnneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora