Sexualidad Envuelta

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Domingo por la tarde, fui a visitar a mi abuela a su casa; mi bicicleta estaba descompuesta, así que decidí irme caminando así me tarde cinco horas llegando, además de que siempre me ha gustado caminar, ayuda a mantener mis piernas fuertes y firmes.

Llegando a casa de mi abuela y metida en mis pensamientos me di cuenta que una chica que venía por la carreteta miraba fijamente a la casa; a simple vista noté que era una chava que no conocía, pero conforme se fue acercando note que tenía cierto parecido con una amiga de la infancia. Se acercó a mí sonriendo y me saludó:

- ¡Hola Susana! ¿Cómo estás? ¿Si te acuerdas de mi verdad?

-Sí mi memoria no me falla eres Joselyn.

- Así es!. ¿Que te has hecho? Hacía años que no te veía.

-Si, tienes razón, casi no te reconozco, estás muy cambiada.

Y vaya que estaba cambiada, no quedaba nada de la niña con la que llegué a jugar a las muñecas, se veía guapísima, muy sexy, alta, de piel canela, tenía un busto pequeño y tan precioso, que podía ver perfectamente gracias al escote que traía su blusa, no pude evitar mirarlo disimuladamente, pero no creo haber logrado mi cometido.

Después de una pequeña plática de unos minutos, intercambiamos los números de nuestros celulares y quedamos en algún día ponernos de acuerdo para salir por un café, ir por libros, ver una película o caminar a un centro comercial cuando tengamos ganas de comer algo, y así aprovechar para platicar de largo y tendido.

Llegó el lunes, y comenzó mi rutina de todas las semanas, secundaria, comer, limpiar, caminar, bañarme, leer un rato, ver las noticias del mundo entre otras cosas. aveces trabajo con mamá de ordenando sus documentos, y a pesar de que me gusta ese trabajo, siento que mi vida a veces es muy monótona. 

Lo que me sorprendió fue que de pronto, me encontré pensando en mi amiga Joselyn durante todo el día, y cada que me acordaba de ella no podía evitar recordar esos senos redondos pequeños pero grandes para mis ojos intensos y espectadores. 

Al final del día no pude evitarlo más, me excitó mucho el recuerdo de los pechos de Joselyn y decidí masturbarme con la ducha; ya lo había hecho algunas veces desde que terminé con mi último boy friend que tuve, pues a veces el necesitaba descargar su energía sexual pero yo no lo quería hacer con él (Ahí es el porque termino). Siguiendo en lo que estaba, era la primera vez que lo hacía pensando en una mujer, pues las otras veces que me tocaba sólo me dejaba llevar por las ganas y me tocaba mirándome al espejo y nunca había utilizado la ducha, eso era nuevo solo me frotaba con mi lindo dildo, aparte yo me consideraba “heterosexual”
(aunque sabía que no era cierto),
pero descubrí que fue la mejor masturbación que he tenido, terminé muy excitada, cansada y orgasmica donde mis fluidos eran más grandes que la agua de la ducha.

En fin, pasaron los días y un viernes recibí una llamada a mi celular, era Joselyn, me hablaba para invitarme a cenar a su casa, acepté encantada, pero sentí un poco de pena al recordar mi masturbación de los deseos, que me inspiraban sus senos.

Quitando esa idea de la cabeza, llegué a casa de Joselyn, me puse un poco nerviosa, aunque no sabía muy bien el porqué, yo ya había pasado por esto... Me abrió la puerta de su casa y no pude evitar que mis ojos voltearan a ver casi automáticamente sus pechos, que se asomaban a través del escote de su vestido. Nos saludamos, pasamos a la mesa y empezamos a platicar en la comida. Nos levantamos, fuimos a la cocina, nos servimos unos tragos siendo todas unas atrevidas y luego nos movimos llegando a su sala a conversar. En medio de la plática ella me preguntó si tenía novio; yo respondí:

-No, no tengo, la verdad estoy un poco decepcionada de los hombres mi último novio me engañó con otra, de hecho la embarazó estando conmigo todavía (Tuve que mentir).

Ella LesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora