El cuento de la salvadora

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Capítulo 5: El cuento de la salvadora.

Emma se sentó en la puerta de entrada de la mansión de Regina. Usó los escalones como silla improvisada y Hope la imitó al cabo de unos segundos. Ambas miraron los setos que servían de entrada a la mansión sin hablar. Ninguna sabía cómo empezar a comunicarse. Había que ser sinceros. Esta era una idea de Henry. Había empujado con condicionantes a la rubia para que intentará hablar con quién era su hija. Emma tuvo que aceptar su demanda, no tenía otra opción. No se consentía a si misma otra opción. Tampoco pasaba por no querer hablar con la chica, sino más bien por no saber que decirle. La rubia más joven parecía estar estancada en algún pensamiento.

-A veces – Hope despertó de su ensueño con esas palabras – en verano, solíamos sentarnos aquí – relató la historia con una sonrisa – Henry es fanático de la cerveza helada y tú nunca dices que no a una tampoco si él insiste – explicó – Regina no es muy fanática de las escaleras, pero ¿cómo va a decirle que no a su muchacho? – Emma no pudo evitar sonreír consciente de que aquella jovencita hablaba de la misma morena que ella conocía muy bien – hay espacio para los cuatro y de sobra, pero siempre nos sentamos muy juntos, es más divertido – miró a su lado – Regina se sienta aquí mismo – palpó el sitio – y aprovecha mis distracciones para hacerme cosquillas, sabe que, aunque aseguré que las odio, me fascina reírme sin parar – su sonrisa es completamente honesta – entonces tú...

-¿Entonces yo? – Emma la alentó preguntando.

-Me ayudas a vengarme y la hacemos llorar de risa juntas – terminó su historia dejando a Emma decididamente asombrada del nivel de cercanía que parecen tener ella y la morena en ese mundo – es tan hermosa cuando se ríe libremente – aquel comentario tensionó a la sheriff porque en el fondo sabe que esa historia es más que una simple anécdota, es un recordatorio – igual que tú – termina Hope.

Emma se pone de pie como un resorte y da dos pasos hacia la salida antes de volverse hacia la joven - ¿por qué me cuentas todo eso?

-Porque que sé que anhelas esa liberación, que anhelas esa clase de vida – explica su hija – deja de negarte a lo que quieres de una vez, Emma.

-No me niego a nada – replicó la sheriff.

-Por supuesto, que lo haces – le respondió la chica – por supuesto que si, es imposible que no sepas lo que quieres, lo sabes, pero te niegas a aceptarlo.

-Da igual cuanto quieras algo, a veces las cosas simplemente no pueden ser –soltó Emma.

-¿Qué te hace pensar que ni puedan ser, en primer lugar? – la pregunta que no era una consulta, sino una aseveración encubierta. Hope suspiró al ver la mirada perdida de la salvadora – no seas tan obtusa.

-Dime que debo hacer, por favor – suplica Emma – dame una guía y terminemos con esto.

Hope negó con la cabeza, consternada – Ya te he dicho bastante, te he dicho que no debes ir por donde vas, que estas engañándote, lo demás debes hacerlo por tu cuenta.

-Pero yo no sé qué debo hacer – exclamó Emma con angustia.

-Te das cuenta por qué no sabes que hacer, ¿verdad? – la voz de Hope se agudiza, aunque se reprime con fuerza para evitar culpar a Emma – porque, por primera vez, alguien te da a elegir.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Que no sabes que hacer porque debes hacer lo que realmente quieres, por muy trabalenguas que parezca es la verdad – Hope se pone de pie para estar a la altura de Emma – no sabes que hacer porque siempre has descartado lo que quieres, has dejado que otros te digan por donde caminar.

La última Esperanza (The Last Hope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora