Capítulo treinta y uno
Pov Irina
Su camisa estaba toda ensangrentada, y eso, eso no me gustó mucho.
La señora Sara desde hace rato esta diciéndome cosas y yo solo tengo mente para él.
¿Qué hizo?
¿Por qué estaba así?
Tendré que pedirle explicaciones a solas.
Trato de colocar mis manos en mi vientre y esta cae. Junto mis cejas y observo como ya puedo ver la punta de mis pies... Un momento.
¿YA SOY MADRE?
Mi corazón se acelera repentinamente cuando recuerdo como ese cuchillo fue enterrado en mi interior.
¿Todos están bien?
¿Dónde están?
Me levanto tumbando cada cosa a mi paso mientras que los doctores y su madre tratan de devolverme a la cama—¿Dónde están? Necesito verlos— me empujan a la cama y me sujetan de las extremidades.
—Tranquila, Irina. Ellos están bien, los doctores ya te dejarán verlos, pero primero relájate—sus manos cálidas tocan mi rostro y rápidamente enfoco esos ojos azules que tanto me hipnotizan.
—Si te sirve de consuelo, yo tampoco los he visto—sonríe nervioso y recompone su postura ante la vista de los demás—¿pueden dejarnos a solas? —los presentes salen inmediatamente del espacio y todo queda en silencio.
—¿Cómo estás?—mi voz raspa y trago grueso ante el ardor en mi garganta—¿Qué te pasó, porqué estabas lleno de sangre?—su vista se pierde en las paredes.
—Cosas normales que un Alpha debe hacer—se encoge de hombros—pero eso no es nada—sonríe—¿Que te parece si vemos a nuestros hijos?
Junto mis cejas—¿Estás seguro que no pasa nada?—me levanto de la camilla con cuidado—Amir—toco sus mejillas con mis manos—contigo en las buenas y malas—coloco mi frente con la suya—ya lo sabes—sonrío y camino hacia las cunas con él de la mano. En cada una de estas se encuentra un nombre distinto y un retoño casi idéntico al otro —¿Tú escogiste los nombres? —cuestiono al ver los carteles.
Rasca su cabeza y suspira —Hay algo que debo decirte —toma mis dos manos —cuando estaba en el duelo a muerte falleci por minutos, horas, realmente no lo sé—¿como que murió? Junto mis cejas —pero en ese tiempo la diosa luna me dio una segunda oportunidad y me explico lo sumamente importante que son nuestros hijos y tú para mí, también me dijo los nombres de cada uno de ellos y mande a hacer esto—señala las cunas — con mi madre para darte una sorpresa, aunque no sé si ha salido bien —muerde su labio inferior y desvía la mirada esperando una respuesta mía.
Sonrío cómo tonta. Él estaba pensando en nuestros hijos antes de que yo diera a luz, aguanto mis lágrimas y con cuidado rodeo su cuerpo con mis brazos, alzo la mirada y sus ojos azules relucen con intensidad, sus manos toman mi cara y lentamente baja hasta quedar cerca de mis labios, nuestras respiraciones se meszclan y cierro mis ojos cuando siento sus labios húmedos sobre los míos en un delicado beso de esos que te hacen sentir todo el cariño, amoe y deseo de esa persona hacia ti.
Me despego aún con los ojos cerrados y pego mi frente con la suya —claro que me gustó la sorpresa, además, sé que aún no te lo había dicho, pero, te amo—juego con su nariz y despego mi cuerpo el suyo.
Volteo a ver a mis niños, tan chiquitos, lindos y delicados, suelto a llorar como toda madre primeriza y tomo a Zuani entre mis manos, sus llantos llegan a mis oídos y mi corazón late de pura alegría. Observo a Amir tomar a la otra niña en sus brazos y sonreír hacia mi dirección.
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El Hijo Del Millonario ©
WerewolfYo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la v...