Parte Única.

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¡Muy buenas noches! En México sigue siendo 14 así que es válido para San Valentín. Este es un pequeño OS, es algo random y quizá súper cliché y lleno de fluff, pero salió de la nada y lo quería compartir. ¡Ojalá lo disfruten! Feliz día del amor y la amistad.


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— ¡Minhyuk se le declaró a Joohyun y le dio un beso! ¡Yo lo vi!

— ¡No es cierto!

— ¡Sí lo es, papá! ¡También le dio el chocolate que nos diste esta mañana!

Una risilla escapó de sus labios mientras negaba y giraba el volante para adentrarse a la avenida principal. Sus gemelos argumentaban, y él no podía estar más divertido con la situación.

— ¿Es cierto lo que dice Mingyu, Minhyuk? — preguntó alzando una ceja cuidando no sonreír de más—. ¿Por qué no me dijiste que te gustaba esa niña?

Ladeó su cabeza mirando con atención el camino, deteniéndose luego en un alto, estando por fin a tres calles de llegar a casa.

En aquella espera miró por fin al asiento trasero, encontrándose a Mingyu con una sonrisa traviesa y a la vez angelical, mientras que, Minhyuk, estaba cruzado de brazos con su labio inferior abultado.

— No me gusta — argumentó su hijo con seriedad, y él incluso se sorprendió por ello—. Dijo que si no le daba el chocolate y un beso iba a llorar, y tú nos has dicho que no hagamos llorar a las niñas — el menor de los gemelos infló las mejillas, luciendo abatido—. ¡Yo quería comer mi chocolate!

El pequeño lloriqueó, y él se sintió mal por su bebé, razón por la que extendió su mano para acariciar su mejilla; su hijo a los segundos sonrió un poco y fue un alivió, pues de inmediato tuvo que dejar la tarea de mimar a su pequeño para retomar el camino a casa al ponerse la luz verde del semáforo.

— Estoy orgulloso de ti, mi amor — mencionó, riendo al escuchar que Minhyuk respondió con un ya no soy un bebé—. No deben hacer llorar a las niñas. Sin embargo — enfatizó—, tampoco tienes que hacer lo que te digan si no quieres, cariño. La próxima vez que esa niña te diga algo así y tú no quieras, dile a tu tío Jongdae, ¿sí?

Minhyuk asintió, y él junto a su hermano bajaron del auto cuando se estacionó frente a su casa.

El par tomó sus respectivas mochilas, y cerraron la puerta a sus espaldas parándose detrás del vehículo esperando a que su padre abriera la cajuela con el fin de ayudarle a cargar las compras que hicieron después de clases.

Baekhyun sonrió con ternura cuando estos empezaron a pelearse por quién llevaría la caja de su cereal de chocolate favorito.

— ¡Pero es mío! ¡La otra vez tú te lo llevaste! — alzó la voz Minhyuk, tratando de quitarle la bolsa a su gemelo.

— ¡No es cierto! ¡Fuiste tú!

El castaño inclinó su cabeza, y rió quitando el cereal a sus hijos.

— No, me toca a mí porque ustedes ya lo han cargado antes — ambos gemelos refunfuñaron, y él dio suaves pellizcos a sus narices que les hicieron arrugarla—. Minhyuk, tú te llevas esto — le tendió la bolsa que contenía varios paquetes de palomitas que comerían al día siguiente—. Y Mingyu — el niño vibró en ansias—. Tú te llevas el helado.

El par gritó con emoción, y chocaron sus manitas canturreando mañana noche de películas mientras corrían al portón de la casa que él ya había abierto junto a la puerta principal. Los observó desde su lugar, hasta quedar tranquilo cuando estos entraron sanos y salvos a su hogar.

Playdate.Where stories live. Discover now