Da miedo dejar que la gente vea como eres de verdad... incluso cuando esa gente es tu propia familia.
Pero... no son ellos los que menos deberían preocuparnos?
Los que nos querrán sin juzgarnos..., los que nos perdonarán nuestros defectos... y celebrarán nuestras imperfecciones?
Incluso puede que hasta nos animen a dejar que brille nuestro verdadero ser.