See The Lights [Brothers Conflict]

•Capítulo 6•|Desarrollo|

Me vuelvo loco cada vez que te veo
Sigo suspirando y eso es raro
Podría ser eso a lo que llaman “amor”
Porque mi corazón te quiere desde el principio.
—DNA, BTS

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—¿Que pasó, Haruka? —su madre miraba atentamente como ella se había detenido a contemplar el inmenso océano que se extendía frente a sus ojos.

—Es hermoso. —dijo mientras caminaba hacia el mismo, sintiendo como el viento hacia flotar su cabello. Aquella suave brisa parecía tan tranquilizadora. —Mamá ¿por que el mar brilla tanto? —dijo sin apartar la mirada del ocaso.

—Es por el sol. —así que el mar necesita del sol para brillar ¿eh? —La luz del sol se refleja en el agua y hace que el mar brille. —¿es necesario de un intermediario para brillar?

—¿Por que no podemos ver el sol? —preguntó. Si el sol era un intermediario y no se podía ver, entonces los intermediarios son misteriosos y sobre todo, unos pocos, falsos. Eso que el sol no es falso, misterioso si es pero falso no.

—Porque brilla mucho, mucho. —¿los intermediarios brillaban tambien? Pero eran notados gracias a el elemento principal ¿o no? Ya se había confundido.

—¿Brillar es malo? —la tristeza en sus ojos se hizo notar al darse cuenta de ese pequeño detalle del cual no se había percatado.

—Brillar no es malo, los excesos son malos. —¿brillar en exceso era malo? ¿No se suponía que había que brillar mucho, mucho, para que te noten? Y ella quería que la notaran.

—Mamá ¿yo puedo brillar? —dijo con la mirada decaída, triste por todo lo que un simple atardecer le había hecho pensar.

—Claro que puedes. Todos podemos. —eso le devolvió la vida a sus ojos o, mejor dicho, la esperanza. Mientras ella pudiera brillar todo estaría bien. Claro que eso era el pensamiento de una niña.

—Pero yo no quiero brillar como el sol. —hizo un puchero, pensando en todas alternativas. —Si brillo como el sol iluminare a todos pero nadie será capaz de verme. —pero ella quería que la vieran, quería que vieran que era capaz de hacer todo lo que se propusiera.

—¿Quieres brillar como la luna? —ella no supo como responder a eso, solo no lo había pensado.

—¿La luna? —preguntó, curiosa por la nueva información.

—La luna ilumina la noche y todos la pueden contemplar. —le dijo su madre con una sonrisa, intentando transmitirle confianza y seguridad.

—¡No! —negó repetidamente con la cabeza —¡Yo quiero brillar como nadie ni nada lo ha hecho nunca! ¡No quiero que me comparen ni con la luna ni con el sol! —su madre no pudo evitar sorprenderse por aquella respuesta. Un sentimiento de orgullo llenó su pecho.

—Tranquila, lo harás. —y sonrió a lo que la chica le correspondió. Solo que su mamá no mencionó que cada buena recompensa requiere un buen sacrificio.

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—Asahina Fuuto —el llamado del profesor la saco de su sueño porque, efectivamente,  ella estaba soñando despierta con un recuerdo que casi olvidaba. Vio como Fuuto, a su lado, se tenso y escondío su mano en su espalda mientras el profesor avanzaba hacia su asiento. —¿Que tiene en su espalda, Asahina Fuuto?

—La columna vertebral —dijo sonriendo mientras agradecía internamente el haber asistido a la clase sobre los huesos del cuerpo humano.

—Para ser más exactos ¿que tiene en la mano que oculta tras su espalda? —el iba a decir los huesos de la mano o algo similar pero la mirada fulminante del profesor lo detuvo de soltar una tontería que, probablemente, tendría que decirle a la directora también. Eso sin contar a Ukyo.