Un Regalo para Aristemo| Aristemo

PARTE ÚNICA

Faltaba tan sólo un día para que fuera 14 de Febrero. Ari se encontraba sentado pensando en un regalo para Temo y esta vez no se le ocurría ninguno.

—Ma, ¿qué crees que pueda regalarle a Temo?.—preguntó Ari desconcertado.

—Ay, mi Ari.—se sentó a su lado. —Mira, sólo debes ser detallista, Temo es una persona sencilla y sé que cualquier cosa por más mínima que sea si se la das con cariño él lo apreciará muchísimo.

—Ay ma, gracias.—Ari se paró del sofá, le dio un beso en la frente a Polita y se dirigió a su habitación.

Al llegar se recostó en su cama. Tomó una pelotita y comenzó a aventarla hacia la pared así haciendo que regresara y así lo hizo por varias veces, hasta que se cansó. Realmente no encontraba el regalo perfecto para Temo

(...)

—¿Qué tanto piensas Temo?.—Preguntó Lupita sentándose a lado de su hermano.

—Ay Lupita, no sé qué regalarle a Ari.—respondió Temo pasando su brazo por el hombro de su hermana.

—¿Y por qué no le hacemos otra vez manualidades como en la escuela?

—No Lupita, quiero que esta vez sea algo inolvidable para Ari.

—¿Y qué has pensado?.

—Es que he pensado muchas cosas y ninguna me convence y esta vez no quiero contarle a Papancho porque sé que querrá darme dinero.

—¿Y crees que Ari este realmente deseando un regalo?.

—Lupita.—Temo tomó las manos de la mencionada.—Es una fecha muy especial que todas las parejas celebran y más allá de darle un regalo quiero que mañana se la pase muy bien.

—Ustedes son Aristemo y siempre se la pasan increíble.

—Pues sí Lupita pero no tengo nada para Ari y me apena no darle nada en un día tan especial.

—Ay Temo, pensaré en algo antes de dormir pero tú también piensa en algo.

—Gracias Lupita, te quiero mucho.—dijo Temo abrazando a su hermana.

—Yo también te quiero mucho Temo.—respondió Lupita correspondiendo el abrazo.

—¿Ahora qué se traen? ¿Por qué siempre me excluyen de sus planes?.—preguntó Julio llegando a donde estaban sus hermanos.

—No hay ningún plan Julio sólo estábamos hablando sobre un regalo para Ari.

—Estaría chidísimo que le regalaras una hormiga.—Temo rió y rodó los ojos.

—No se dice chidísimo Julio, se dice padrísimo.

—Ay Ana Lupe, tú siempre con tus cosas.

Mientras los niños hablaban Temo sólo pensaba en algo que realmente hiciera muy feliz a Ari, no tenía idea de qué podía ser.

(...)

La noche transcurría y Aristóteles no podía conciliar el sueño. Eran ya las 11pm y no tenía un regalo para su novio.

Al día siguiente irían a una cafetería pero él no tenía un regalo para Temo, aunque sabía que para él no importaba el precio, sino el detalle.

Polita se encontraba en la sala jugando con Arqui.

—Ma, voy a bajar con mi tía Blanca.

—Está bie...¡No, ya es muy noche Ari!.

—Sólo quiero preguntarle algo ma, no tardaré ni cinco minutos ¿si?.—preguntó poniendo sus manos en forma de suplica y haciendo un pequeño puchero.