Sevilla 2016, una tarde de trabajo donde todo estaba tranquilo, sentado en el coche todo era silencio, la soledad del momento acompañaba a la suelta diaria de lágrimas.
Pero ese día la ansiedad y el agobio lo acercaron a un camino equivocado, sacó la pistola de la funda, bien ajustada en su mano firme, apretando con rabia incontrolable, se castigaba con cada una de sus palabras y pensamientos, tiró de la corredera con fuerza, y volvió a repetir la acción para sacar el cartucho de seguridad, el sonido metálico era ensordecedor en la soledad del vehículo, todo era lento, el tiempo perecía eterno.
Con gran decisión introdujo la pistola en su boca, la tensión del momento hizo que apretara los dientes y luego giró la pistola para acomodarla en su boca.
Cerró los ojos y fue aparentando con suavidad el gatillo, la corredera buscaba su movimiento natural y ejercía presión en sus labios para poder moverse, el gatillo efectuaba su recorrido.
Su mano comenzó a temblar apretó los dientes los ojos, su último pensamiento fue perdóname.
Pi pi pi, pi pi pi. Sonó el teléfono móvil, y todo se detuvo en seco. Saco la pistola llena de babas y la limpio sobre su ropa, se quedó pensando mientras aun respiraba agitado. Saco el móvil del bolsillo lateral de su pantalón.
Pero no lo reviso, solo vio la hora en la pantalla y el aviso de un nuevo mensaje.
Estuvo dubitativo durante unos instantes, final mente pulsó la pantalla y apareció un mensaje muy simple.
¿Puedes ayudarme? 😭😭😭😭 por favor. Gracias.
Para ayudar a nadie estoy yo, pensó. Pero algo capto su atención.
Continuó meditando sobre el mensaje durante unos minutos más. Bloqueó el teléfono y cuando fue a guardarlo de nuevo..
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Fue en sevilla
RandomTras un momento complicado, donde estás agotado de todo, un mensaje me saco a La Luz de un nuevo horizonte. Aunque un tanto lejano comenzamos a explorar lo que se convertiría después en una obsesión y una rutina de vida