Isis Pov
¡No puedo creer que esto esté pasando!
Al fin Max y yo aceptamos lo que sentimos el uno por el otro.
—Muy a mi pesar... —comienza hablar Max; sacándome de la burbuja que habíamos creado después de ese maravillo beso que nos dimos—tenemos que sepáranos—dice sin soltarme y escondiendo su rostro en el hueco que hay entre mi cuello y el hombro. —Por desgracia no eres mi única paciente y dentro de dos horas entro a cirugía y hay que preparar el quirófano y al paciente— me informa mirándome directo a la cara.
—Yo tampoco quiero irme—le digo y en mi cabeza mi yo interno no sabe si reír o llorar por lo cursi que estoy sonando—pero es lo mejor, estas muy ocupado y yo solo te estoy distrayendo—
—Tu estas en mi mente desde el momento en el que te atropelle en McDonald's—no puedo evitar reírme.
—El mejor choque de mi vida—sonríe antes de volver a besarme y yo encantada recibo ese beso.
Cierro la puerta del consultorio de Max, y comienzo a caminar directo a la cafetería; donde deje a Esther, y la veo de espaldas mirando su celular. Camino a paso lento y tratando de hacer el menor ruido posible, aunque la gente a mí al redor me comienza a mirar extraño por mi manera de caminar. Al ubicarme detrás de ella le coloco mis manos sobre los ojos.
— ¿Adivina a quien le dieron el alta para poder bailar? —le pregunto descubriendo los ojos y colocándome frente a ella.
— ¡Muchas felicidades amiga! —grita emocionada y corre a abrazarme y yo encantada recibo su abrazo. — ¡Tenemos que celebrarlo! — Dice cuando me deja de abrazar —Le llamare a Mike y a Leysi para vernos e ir a almorzar—propone y encantada acepto.
Acordamos que Esther llamaría a Mike y yo a Leysi.
10 minutos después de viajar en un muy congestionado metro, estamos saliendo en la estación de la calle 59- Columbos Circle, dentro Manhattan. Donde se ubica un restaurante que está cerca de la universidad de Leysi. Durante todo el camino, Esther me pregunto cómo estuvo el ambiente con Max; creo que ya sospechan algo de lo que está pasando entre nosotros porque me lo hizo saber. Ya que, según ella, mi felicidad no era únicamente porque ya podía volver a bailar, pero no sabrán nada de lo que tengo con Max hasta el día que estamos planeando revelarlo.
Entramos al restaurante y buscamos a los chicos — ¡Ahí están! — dice Esther para tomarme del brazo y jalarme hasta la mesa donde están Mike y Leysi.
— ¡Felicidades bruja apestosa! —dice Mike una vez que estamos frente a ellos y antes de que tomemos asiento Mike se levanta y me abraza para después darme vueltas por los aires.
— ¡Bájame ya! — le pido aun riendo, todo el mundo nos mira, pero eso ya es normal entre nosotros.
—Brujita; ya sé que tu recuperación es algo muy bueno y todo eso, pero pasando a algo importante, ¿Cómo estuvo con Max? — pregunta Mike y ya sé por dónde va.
—Todo normal, seguimos con el trato profesional que hemos llevado desde la última consulta— miento; me siento mal por hacer esto, ya que desde que nos conocimos siempre nos contamos todo y cuando me refiero a todo es absolutamente todo.
Mike me mira por largo tiempo y sabe perfectamente que algo le oculto; gracias a que estamos en un lugar público y como Esther y Leysi sostienen su propia platica, dejara pasar esto por ahora. Pobre de mí al llegar a nuestro departamento, ya que tan pronto nos quedemos solos, empezara el interrogatorio.
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Las zapatillas del doctor #Wattys2021.
RomansaUno pensaría que al ir a un restaurante de comida rápida nada extraño te puede pasar. ¿No? Solo entras, pides tu orden y esparas a que te la den para poder irte. Nada fuera de lo normal. Pues así pensaba yo, cuando el destino volvío a hacer de las s...