Nos encontramos en una época en donde los verdaderos sentimientos cada vez se hacen mas difíciles de sentir, apreciar y admirar, como cualquier otra millennial el amor que puedo sentir hacia cualquier otra persona muchas veces es tan efímero que me dudo si en realidad alguna vez lo he sentido.
No es que no quiera, es que no puedo, ni si quiera sé que se siente tener "Mariposas en el estomago" o esa emoción al ver a el amor de tu vida, ese momento tan mágico y especial que las películas y telenovelas transmiten en cámara lenta con un instrumental de piano en el fondo.
Mi nombre es Ana, y como cualquier otra joven de 22 años que nació en un país subdesarrollado mi sueño siempre fue mudarme a un país desarrollado con muchísimas más oportunidades, una de esas, estar lejos de mi familia, aquella que amas pero sabes que es mejor soportar de lejos.
Al llegar aquí, me tuve que enfrentar con una soledad tan áspera y tantos cambios que "Mi sueño" se estaba convirtiendo en una realidad muy difícil de vivir.
El hecho de tener que compartir las 24 horas del días solo contigo misma hace que te conozcas más,por eso la soledad hizo que me diera cuenta que dentro de esa niña carismática y tierna que todos veían ya no era más que una pequeña niña triste y con ciertos problemas de identidad, y digo identidad porque sinceramente no sé a este punto no se quien soy.
Luego de un día largo me quedé dormida en el sofá mientras veía una de mis series favoritas; ese día había sido muy difícil para mí, cada día que pasaba era como si una puerta más se me cerrará ya tenía 4 meses trabajando en el restaurante en donde empecé a trabajar mientras "conseguía algo mejor", y al parecer "algo mejor" no quería aparecer en mi vida.
Nuevamente estaba yo soñando, me encontraba en una lujosa fiesta de antifaces en donde todo el mundo tenia vestimentas contemporáneas,yo tenia un hermoso vestido dorado que resaltaba muy bien con mi piel trigueña. Aunque el mundo de los sueños era mi escapatoria a la realidad que vivía, allí también me encontraba perdida. No conocía a nadie y mientras caballeros me ofrecían de una forma muy educada bailar con ellos solo me exponían en la penosa situación de rechazarlos, por los antifaces no podías distinguirlos pero parecían muy guapos, todos altos y olían muy bien.
Luego de caminar por todo ese hermoso salón había un hombre fumando en el balcon, cerca de donde estaban las bebidas, yo me dirigí hacia él con la excusa de agarrar una bebida y así obtener su atención y de paso, una invitación para bailar con él, por que por alguna razón quería bailar con él, solo con él.
Al acercarme, me percate que habían diferentes tipos de alcohol, y diferentes botellas de cada uno, si no fuese por un pequeño letrero que nombraba todo lo que se encontraba allí no supiera que habían diferentes tipos de Whiskey, Vino, Champagne y Ron y solo hubiera pensado que todos son un tipo de cerveza diferente. Llegue a la mesa que estaba justo como a 2 metros de donde él se encontraba y lo observé de reojo, lucia muy elegante con un traje negro estaba apoyado en un muro con una mano y con la otra sosteniendo su "cigarrillo" que al apreciarlo de cerca me percaté de que era en realidad un tabaco.
Agarre un copa mientras observaba todo intentando decidir que tomar, y luego escuche su voz, tan gruesa y masculina como en todos los otros sueños.
-No eres de aquí, ¿cierto?
-¿Por que lo dices?
-Todas las mujeres presentes vienen a la fiesta para emborracharse y llamar la atención de algún caballero. Dijo el mientras se acercaba a mí.
-¿Que te hace pensar que no quiero eso? Le pregunté yo, poniendo todo mi esfuerzo en ocultar como me desvanecía ante el.
-Una mujer que tiene el consumir alcohol como un habito siempre sabe lo que quiere beber, y tú llevas mucho tiempo intentando decidir lo. El agarra su vaso de Whiskey y choca los hielos con el vidrio de este.
-Tal vez solo vine aquí para llamar la atención de algún caballero. Respondí yo, con una voz muy coqueta, no soy de coquetear, mucho menos de dar el primer paso, pero lo deseo tanto que no me da animo de seguir disimulando.
-Es difícil creer que viniste aquí para llamar la atención de alguien. He notado como has rechazado a todos los caballeros que te invitan a bailar, de hecho creo ser el único que te falta rechazar.
Camine con dirección a el salón, no sin antes voltear mi rostro y hacer una expresión que le incitara a seguirme.
Mis paso firmes, mi respiración profunda, me dirigí al centro de la pista, al voltear hacia atrás el se encontraba allí, tome su mano sutilmente y el guió mis pasos a lo que sería nuestro primer baile. Recosté mi mejilla derecha en su pecho y su corazón ¡Oh que tan sagrada melodía! también palpitaba fuertemente junto a el mío, alcé mi mirada y el me estaba viendo pero yo no podía identificar ninguna expresión en su cara por el antifaz que el llevaba puesto, así que puse mi mano en su mejilla y volví a dirigir mis ojos directamente hacia los suyos, esperando alguna señal que me detuviera a hacer lo que mi corazón me impulsaba a hacer pero el solo seguía moviendo su cuerpo junto al mio al son del piano y el violín que se le unía, entonces lo hice. quite el antifaz, yo estaba preparada para que el hiciera lo mismo conmigo....
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Soñaré Contigo
RomanceEsta es una historia de romance y ficción. Fue inspirada en una serie de sueños que la autora ha tenido con su amor platónico. La historia relata como una joven que recién ha emigrado a los Estados Unidos se enfrenta a un estado de depresión y sole...