Capítulo 10: Elenco de película

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Aaron llevó a Dylan a la parte trasera del local, un pasillo que iba por detrás del escenario. Al pasar junto a él, Dylan fijó su vista en las chicas del escenario y buscó a Brook, la cual estaba estirando de espaldas a él levantando la pierna por encima de su cabeza.

Dylan sonrió agachando la cabeza para que nadie se diera cuenta de que estaba mirando a Brook y después siguió a Aaron por los pasillos.

–Vale, aquí está el vestuario de los chicos.

–¿Tenemos vestuario?

–Claro. A ver si te crees que venimos vestidos y maquillados desde casa.

–Eso de maquillarse... ¿es obligatorio?

–¿Nunca te has maquillado?

–Pues no.

–Bueno, no te preocupes. Mi novia puede ayudarte.

–¿Tienes una novia bailarina? ¿Quién es?

–No hombre, no. Mi novia no baila, solo maquilla.

–No pensaba que tuvieras novia.

–No todos somos como Noah.– Dijo con una sonrisa mientras volvían al club.

–¿Y como es Noah?

–Gay.

–Ya, lo suponía...

Cuando ambos volvieron al club, un chico asiático entró muy serio. Iba escuchando música con cascos mientras miraba el móvil e iba con una mochila colgando de un hombro. Pasó casi sin saludar a nadie hasta que levantó la vista y vio a Aaron, se quitó un casco y le saludo.

–Hola, tío.– Dijo el asiático.

–Hola Derek.

–¿Y este?– Señaló con la cabeza a Dylan.

–Camarero nuevo. Se llama Dylan.

–Derek.– Dijo alargando la mano hacia él para estrechársela.

–Encantado.

–Nos vemos luego.– Dijo marchándose y cuando pasó junto a la barra, vio a la camarera de anoche salir con una caja de botellas de whisky y la saludó:– Hola, Janet.

–Hola Derek.– Dijo con una sonrisa.

–Y así es como Janet es feliz en su trabajo.– Dijo Aaron riéndose.

–¿Le gusta Derek?

–Lo sabe todo el mundo.

–¿Derek también?

–Me apuesto lo que sea a que sí.

–Auch.

–Aunque ella prefiere pensar que no lo sabe.– Dijo y después ambos se acercaron a la barra donde Janet estaba terminando de colocar las botellas.

–Eh, tu estuviste aquí anoche.–Dijo ella al ver a Dylan.

–Y ahora va a ser tu nuevo compañero.

–Vaya, mis plegarias se han hecho realidad. Los milagros existen.

–Soy Dylan.

–Janet. ¿Ya sabes como funciona esto?

–Estoy en ello.– Dijo Aaron apoyado en la barra.

–Vale, una cosa que te quede clara.– Dijo Janet un poco amenazante.– Puedes servir a quien te de la gana, pero del piano me encargo yo. ¿Entendido?

–¿Quien toca el piano?– Le preguntó Dylan a Aaron.

–Derek.

–Claro.

–Sirve al resto de la banda si quieres, a las chicas, a todo el local. Pero de Derek me encargo yo.

–No seré yo quien te lo impida.– Dylan levantó las manos.

–¡Estupendo!– Dijo con una sonrisa.

–¿Hay alguien más a quien deba conocer?– Dijo Dylan girándose hacia Aaron cuando Janet siguió trabajando.

–Eh... ¡Ah, si! Ven.

Aaron se echo un poco hacia atrás hasta quedarse más o menos en medio del local. Después silbó como si estuviera llamando a un perro y de un palco el cual Dylan no tenía ni idea de que existía, pareció un chico moreno con cascos colgando del cuello.

–¡Oye Ed! ¡Tenemos un nuevo camarero!– Le gritó Aaron desde abajo.

–¡Mola! ¡Soy Ed!– Grito levantando el pulgar hacia arriba.

–¡Yo Dylan!

–¡Woho!– Gritó y volvió a desaparecer.

–Es quien controla el sonido y las luces del local.

–Ah...

–Chicos, por favor.– Dijo Bryce desde el escenario.– Las señoritas y yo estamos intentando preparar un espectáculo.

–Oh, vamos. Si ni siquiera están todas tus "señoritas".

–No me lo recuerdes.– Dijo Bryce rodeando los ojos.

Antes de que Dylan pudiera preguntar nada más, se escucharon las puertas del local abrirse. Segundos más tarde, una chica rubia con gafas de sol llegó al local.

–¡Hombre! ¡Por fin!– Dijo Bryce levantando las manos al cielo.– La hija prófuga vuelve a casa.

–Corta el royo, Bryce.

–¿Algún día conseguirás llegar a tu hora, Tina?

–Quién sabe.– Dijo, después de giró hacia Dylan y le miró de arriba a abajo antes de quitarse las gafas.– ¿Y tú eres...?

–Dylan Mcall. Soy el nuevo camarero.

–Estupendo, tráeme un Martini, extra seco, sin hielos y tres aceitunas.

–¿Ya vas a empezar a beber?– Le preguntó una bailarina pelirroja.– Apenas son las ocho y cuarto.

–Déjame en paz, Giorgia.– Dijo Tina yendo hacia los camerinos de las chicas.

–Cualquier día, te subo a ti al escenario en vez de a ella.– Dijo Bryce señalando a Aaron y este movió un poco el pecho.

–Venga, vamos. Veamos de que eres capaz.– Le dijo Aaron a Dylan dándole un toque en el hombro.

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