Capitulo I(?) Para: Jung Hoseok. "Gracias por tanto"

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Miércoles 7 de Noviembre del 2018

Para: Jung Hoseok
De parte de: Una Army entre muchas más.

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Hace mucho que dejé atrás a mi nombre, mis apellidos, mi vida pasada. Porqué fueron días en que me encontraba muerta en vida.

Tuve una muerte cuando era joven, ahí murió mi vieja "Yo" y nació mi nueva "Yo".

Un reset.

Por eso, no sé muy bien como presentarme ante aquel que esté leyendo esta carta.
Sólo vengo a escribir contando, después de mucho tiempo, mis vivencias.

Ya no recuerdo con certeza el número de tardes e incluso noches que pasé frente al espejo intentándolo una vez más.

Tantas veces en las que terminé bañada en sudor y desplomandome en el suelo por mis extremidades bajas que temblaban con gritos de dolor.

Todas aquellas ocasiones en que aún así, me ponía de pie y anestesiaba mis malestares con el mendicamento de la voluntad.

Hubo momentos en que lloré y grité quitándome y arrojando contra el espejo para romperlo ese par de tenis desgastados, pues no quería verme ya ante la impotencia de que mis pasos no fueran adecuados y precisos.

Pero en cada uno de estos arrebatos siempre terminé haciendo lo mismo:
Arrastrarme miserablemente hasta mi calzado y tomarlo entre mis manos para después llorar un poco recordándome porqué y para qué continuo intentando una y otra vez. Después de esto, volvería a calzarlos, limpiar bruscamente mi rostro lleno de lágrimas y tomar mi teléfono para poner el reproductor de música.

Entonces tu mixtape "Hope World" comenzará a inundar toda la sala, me pondré frente al espejo y lo intentaré una vez más: lo intentaré hasta la madrugada, hasta que mis piernas ya no puedan dar un paso más o caiga profundamente dormida a causa del cansancio.

Hace mucho tiempo que nos conocimos, o mejor dicho te conocí; en una tarde en la que me encontraba vagando por las calles de la ciudad como tantas veces lo hice antes. Sin rumbo fijo, representando a mi vida desde siempre.

Pasando por una tienda de electrodomésticos apareciste tú, en las grandes y costosas pantallas para captar mi atención.
Me quedé como idiota mirando casi sin pestañear y con la boca ligeramente abierta:
Te movías con tanta gracia y precisión que incluso por momentos te creí irreal. No sabía como se llamaba la melodía que bailabas pero quedé encantada.

Tiempo después me enteraría que bailabas "Boy Meets Evil".

Cada paso, cada movimiento que realizabas provocaba en mi cuerpo estremecimientos que no sabía que eran y que jamás había experimentado. Cada paso, cada movimiento rápido y preciso golpeaban recovecos interiores que desconocía hasta ese entonces.

Mis ojos se humedecieron sin querer cuando miré tu rostro y vi tus ojos:

"Amas lo que haces, sin lugar a dudas".

Lo que me trasmitiste en aquel momento fue un sentimiento que no supe como interpretar pero que mucho tiempo después pude saber con certeza que era "pasión", mi corazón me lo dijo.

Entonces, esa misma tarde después de haberte visto bailar algo cambió en mí. Algo se rompió, desapareció y fue remplazado por algo más. Simplemente sentí que ya no sería la misma de antes.

"Ya sé lo que quiero hacer en esta vida, en mi vida"

Y así fue como comenzó todo. Escapé de casa luego de expresar mis sueños recien descubiertos gracias a ti. Mi familia no lo tomó a bien. Fue una locura pero no me arrepiento de nada.

Sola y abandona, sin nada más que sueños por cumplir.

Mi respiración se entrecorta cada vez que pienso en aquellos tiempos. Matices sin color. Noches durmiendo bajo el techo de las estrellas. Presentaciones furtivas en plazuelas y callejones.

Rechazos.

Abucheos.

Escasos aplausos.

Si, cada vez que pienso en todo lo que pasé me sorprendo a mi misma de que no haya abandonado el camino elegí transitar en mi juventud.

Ahora, de pie frente al espejo, me miro atentamente y por primera vez en mucho tiempo sonrío.

Alguien llama a mi puerta y la sonrisa desaparece, de un momento a otro se me forma un nudo en la garganta y las lágrimas amenazan con aparecer.
Con pasos lentos salgo de aquel estudio y me dirigo caminando por un largo y oscuro pasillo.

"Mi nombre es mi vida"

"Morirás de hambre si haces eso"

"Una edad sin obstáculos"

"Si sales por esa puerta, olvida que tuviste una familia"

"Mis 20 años en que creo en mí y trabajo"

"Creo que deberías dejarlo ya, no haz conseguido dinero para comer en dos días"

"Este es mi propio placer a mi mundo"

"Una vez más. Sólo es una torcedura en el tobillo"

¿Qué he conseguido hasta ahora?

¿Qué he perdido?

El pasillo parece interminable, mis ojos pican y mi garganta quema.

¿Qué puedo hacer ahora?

Hay una luz al final y mi inquietud crece. A medida que me voy acercando puedo sentir un hormigeo en todo mi cuerpo.

Me detengo justo donde la luz penetra por completo en la oscuridad. Justo en la frontera que divide lo positivo de lo negativo.

Miro hacia atrás.

"Saluda a mi mundo de esperanza
Este es mi mundo
Mi propia historia"

Escucho tu voz cantar "Hope World" a lo lejos y reproduzco en mi mente cada paso de baile que te he visto hacer.

- Hoy, es un día importante e histórico para la ciudad y quizá el país entero. Es un honor poder presentar a un prodigio. -

Escucho todo esto delante de mí, así que volteo y sé que viene del lado positivo.

"Quienquiera que seas"

La imagen de ti sonriendo me golpea de improviso y no necesito nada más.

Doy un paso hacia adelante y luego otro, y otro.

Me atrevo.

Digo "SI" a mis sueños, a mis metas, a mis anhelos.

El miedo queda atrás.

Soy iluminada por completo de pronto. Las grandes luces me ciegan por unos momentos que me saben a eternidad, y después escucho los clamores y aplausos de la muchedumbre frente a mí.

- La nueva bailarina que le está diciendo "Hola" al mundo del espectáculo. -

Y la gente estalla enloquecida. Me cuesta creer que hoy en día me encuentre de pie sobre el escenario.

Este es mi debut como bailarina estrella.

El micrófono me es cedido y no sé que decir, miro aquí y allá entre el público que poco a poco va guardando silencio para escucharme.

Vuelve a mi, la duda y el dolor. Mis ojos se humedecen y mis labios tiemblan.

Ya no recuerdo con certeza el número de tardes e incluso noches que pasé frente al espejo intentándolo una vez más.

¿Lo he conseguido?

- Gracias por tanto Jung Hoseok... Mi motivo para vivir de verdad... Quien le dió una dirección a mi vida, mi mayor inspiración del baile. -

Si, lo he conseguido.

Todo gracias a ti.

Y rompo en llanto.

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