•°~Toxic~°•

8

TaeHyung despertaba con una sonrisa pequeña sintiendo como los brazos de YoonGi abrazaban su cintura haciendo cucharita, se sentía tan amado... como el primer mes que pasó junto a JungKook.

JungKook, siempre que pensaba en él algo dentro suyo decía que ya era momento, y hoy lo haría, iría a denunciarlo. Las marcas en su cuerpo aún eran visibles, por lo que tenía pruebas físicas, además de que él sabía que podría contar con Jimin, Hoseok y por supuesto, YoonGi, pero él quería ir solo a denunciarlo, necesitaba probarse a si mismo que podía salir solo a la calle sin tener el miedo de que JungKook se encontrará ahí observando.

Con esos pensamientos se levantó con cuidado de no despertar a la persona la cual poco a poco estaba amando. Se vistió, arregló y comió algo antes de escribirle una corta carta a YoonGi, donde le explicaba en dónde estaría y por qué iría solo. Lo pegó en el frigorífico, dejando como última oración destacada un:

      Te quiero, no me extrañes que no demoro

Sin saber que quizás esa sería la última ves que vería a YoonGi.
salió de la cabaña caminando con tranquilidad hasta la parada de autobús que se encontraba algo lejos.

Mientras caminaba escuchó ruidos extraños, se dió vuelta para mirar, pero no había nada, por lo que se dijo a si mismo que de seguro eran los pájaros o algún animal del bosque que hizo esos ruidos. Su corazón latía y por su mente pasaban pensamientos de miedo, los cuales quizo evitar. Uno en particular se le cruzó por la mente "Debería devolverme y esperar a YoonGi", pero él mismo se dijo que no era necesario, por que el podía solo con esto.

Siguió caminando sin prestar atención a los ruidos detrás suyo, ni tampoco a los latidos de su corazón acelerado. Sus pensamientos le decían que debió esperar a YoonGi.

Cuando ya vió la carretera sonrió un poco pensando que le quedaba menos, pero todo eso se esfumó en el momento que sintió como alguien lo tomaba de la cintura, antes de que siquiera pudiera darse vuelta o pudiera gritar; todo ya estaba negro...

Lo habían noqueado.

(...)

Despertó viendo de frente las patas de la mesa de centro del departamento que compartía con Jungkook, y solo eso bastó para que quisiera gritar hasta más no poder por ayuda, pero no podía, tenía algo tapando su boca para que no pudiera gritar, y sus brazos estaban amarrados contra su espalda por una cuerda. Estaba oscuro y el piso helado; quería a YoonGi.

–Hola puta, ¿Cómo estás? Hace un tiempo que no te veía... Te vez muy bien, demasiado bien.

Escuchó la ronca voz de Jungkook detrás suyo, y de solo pensar que podría estar excitado, le dió asco, demasiado asco.

–Parece que tu cuerpo no me a querido olvidar, las marcas siguen tan nítidas como el día que me dejaste; el puto día que te fuiste como una puta regalada hacia YoonGi.

Dijo lo último con odio, y luego hizo que TaeHyung se diera vuelta para ver su cara llena de lágrimas. Estaba asustado, y rogaba que todo fuera un sueño. Pero no lo era, y se preguntaba que había hecho él como para merecerse tal castigo.

Quería a YoonGi, necesitaba a YoonGi a su lado tranquilizandolo porque todo había sido solo una horrible pesadilla más de la cual podría despertar y seguir viviendo.

–¿Que pasaría si te partiera tu bonita cara y le mandara una foto a YoonGi? Mmm... Sería divertido ver lo desesperado que estaría, y lo mejor sería que cuando el llegara; tu y yo ya estaríamos muy lejos... Nos iremos a Europa y haremos una vida nueva, donde no haya ningúna asquerosa persona que me aleje de ti.