Tierra De Los Ríos
Los Gemelos
Roderick Erenford llegó a Los Gemelos la noche previa a la boda.Por las chimeneas salía el fuerte olor a carne asada que habría de estar sobre las brasas por todo un día para estar blanda durante la celebración, por la puerta entraban una veintena de hombres, llevando sobre los hombros barriles de vino y aguamiel. Los músicos también hacían acto de presencia, llegaban con tambores y laudes, tarareando las melodías más conocidas de los Siete Reinos.
Le sorprendió la falta de cuidado que tenían los guardias. Ninguno revisaba a los recién llegados, ni les preguntaban sobre su función en la boda. Estaban ebrios por el vino de los novios, y le daban más importancia a sus conversaciones triviales que a la protección del castillo.
De camino a la Tierra de Los Ríos, Roderick había oído un rumor inquietante sobre la llamada Hermandad Sin Estandartes, una cofradía de bandidos que al principio había sido fundada por Beric Dondarrion, pero que según decían, ahora era comandada por una mujer misteriosa que se hacía llamar Lady Corazón de Piedra; cuya misión parecía ser la caza y extinción de todo hombre leal a las Casas Lannister, Frey o Bolton. Les atribuían la muerte de Petyr Frey, Merreth Frey, Ryman Frey y varios de los soldados Lannister que desertaron de Aguasdulces.
No creía del todo en la información, pero de igual forma tuvo cuidado. Si en realidad existían personas cazando a leales Frey, sin duda querrían acabar con el próximo yerno del viejo Walder.Aunque la conciencia le decía que buscara a Joslyn, lo primero que hizo al estar dentro de las murallas de Los Gemelos, fue buscar a Jeyne. No tuvo que hacer mucho esfuerzo, la encontró en la cocina, indicándole a los cocineros como debían servir las carnes.
El rostro de la bella mujer se iluminó al verlo, sus mejillas rosadas estaban más rellenas, algo propio del embarazo que la hacía lucir aún más bonita. El niño en su vientre también había crecido, se notaba a través del vestido ancho que llevaba puesto.—Ser Roderick... —dijo Jeyne con un susurro— Me alegra que pudiera llegar a tiempo para la boda de su hermana.
—Pensé que no habría boda hasta que los hijos de Lord Walder volvieran de las batallas —quería besarla ahí mismo, pero los sirvientes estaban por todas partes y una actitud como esa, no pasaría desapercibida. Así que tomó la postura de un hermano preocupado. Qué en parte era cierto.
—La batalla del Norte será dentro de poco —dijo agitada, su frente empezó a empaparse con sudor por el calor de las brasas— Hace una semana dijeron que Stannis Baratheon estaba a puertas de Winterfell. Tal vez ya se enfrentaron.
—Mi lady, los cocineros preguntan si deben empezar a hornear el pastel esta noche — interrumpió una sierva.
—No... Mañana. Si lo hacen hoy, estará seco para la fiesta —Jeyne se echaba aire con la mano, mientras soltaba bocanadas ahogadas con la boca— ¡Zura! —gritó ella, llamando a una sirvienta muy joven, de ojos grisáceos y piel amarillenta— Por favor, encargate de lo que falta. Sabes que hacer.
—¿Usted se irá, mi lady?
—Sí... Estoy muy cansada y la espalda me duele. Volveré temprano para ultimar lo que falta —la muchacha asintió y Jeyne se dirigió a la salida— Ser... ¿no va a venir conmigo? —le preguntó a Roderick.
Él la siguió, manteniendo una distancia de varios pasos entre los dos. Cuando ya estuvieron lejos de los sirvientes y de los pocos guardias, se acercó a Jeyne y tomando con cuidado la punta de sus dedos, la guió hacia las criptas bajo el Septo.
A la luz de las antorchas, ella se veía como la mujer más resplandeciente de Westeros. Era tan solo dos años menor que él, pero su rostro era tan dócil como el de cualquier mujer de veinte años. Se dio prisa en atraerlo a su boca; ansiosa y dulce.
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Los Últimos Reyne II | Fanfic GOT
Fanfic«Pero ahora lluvias lloran en su salón, con nadie que las escuche. Sí, ahora las lluvias lloran en su salón. Y no hay ni un alma para oír». Después de la fallida rebelión de la Casa Reyne contra los poderosos Lannister de Roca Casterly; Tywin Lannis...