Mi pareja y yo habíamos empezado a vivir juntos unos meses atrás y teníamos pensado formalizar nuestra relación en un futuro, algo que a mí no me importaba si no pasaba, pues sin pasar por la vicaría también estábamos bien.
De la noche a la mañana la convivencia se empezó a complicar, las peleas se sucedían de forma constante y pensé que eran los roces típicos de los primeros meses. Pero cuando las discusiones se producían por tonterías yo sentía que algo no iba bien, así que decidimos darnos un tiempo.
En ese tiempo yo estuve tentada a quedar y pasar la noche con él más de una vez y él igualmente me buscaba, pero poco tiempo después y siendo consecuentes con nuestros actos nos tomamos ese tiempo.
Después de unos meses yo lo echaba de menos y volví a mandarle mensajes de vez en cuando, a llamarlo para contarnos tonterías y a quedar como hacíamos en los primeros años de relación.
Entonces él me dijo que necesitaba un poco más de tiempo, que aun no estaba seguro de volver a vivir juntos, pero que no le importaba seguir viéndonos como lo hacíamos, es decir, de vez en cuando o en fines de semana.
Volvieron a pasar unos meses y unos amigos me contaron que estaba saliendo con otra chica, yo por un lado me lo esperaba y por otro no me lo creía, lo llamé y me confirmó que estaba conociendo a alguien. Lo acepté y seguí con mi vida.
Casi un año después todo eso, y harta de quedarme lamentándolo por las esquinas me armé de valor y me descargué por primera vez una red social para conocer chicos.
Todo fue un desastre, chicos monísimos con personalidades muy feas, chicos guapos que solo te quieren para ampliar la lista de amantes, chicos menos guapos con autoestimas lamentables y chicos feos.
Después de muchas citas infructuosas, pues verdaderamente había perdido practica en las artes del ligoteo, me di por vencida y dejé de conectarme a la red social.
Algunas de mis amigas también estaban solteras y empezamos a salir para dejarnos ver, porque según nosotras, en la clásica discoteca no podíamos fallar. Pero todo había cambiado en esos años y ahora todo lo veíamos con otros ojos.
Preferíamos lo tranquilo de una cafetería o de un bar, y en un bar conocí a Bob, un chico americano que había venido a mi país muchos años atrás. Empezamos a hablar y nos caímos bien.
Bob y yo teníamos muchas cosas en común, nos gustaba la playa, el fútbol y salir a comer o cenar con amigos. Nos intercambiamos los números de teléfono y en poco tiempo decidimos quedar para tomar algo y seguir conociéndonos.
Era simplemente un chico muy agradable y simpático, tenía un corazón enorme y siempre quería ayudar a todo el mundo. Además era muy muy guapo y la atracción entre ambos se hacía patente cada vez que quedamos.
Siempre me dejaba con ganas de más, pero de más todo: besos, abrazos, sonrisas, miradas, caricias. Estaba desesperada por pasar a la acción y ya no sabía si era por el tiempo de sequía o porque de verdad me gustaba.
Así que para salir de dudas me presenté en su casa, con un abrigo largo en pleno verano. La gente que se cruzó conmigo por la calle giraba la cabeza y susurraba a mis espaldas, pero yo aplicaba el refrán "ande yo caliente, ríase la gente" y es que debajo iba con un pequeño conjunto de lencería negra.
Cuando Bob abrió la puerta de su casa y me vio con esa pinta me hizo entrar y soltó una carcajada en la que yo le acompañé. Luego callé su risa con un beso, me deshice del abrigo y decidimos conocer otras partes de nuestros cuerpos.
Después de unas clases magistrales de anatomía por cortesía de ambos, estaba convencida. Bob me gustaba mucho, no era solo por el tiempo que había pasado en barbecho.
Mi ex, lo dejó con la chica que estaba conociendo, empezó con otra y así siguió conociendo a algunas más, a mí también quiso volver a conocerme, pero ya tenía a Bob. Siendo honestos nos volvimos un poco "locos" y en pocos meses nos fuimos a vivir juntos, pero es que la vida son dos días y uno puede llover, así que sólo nos queda disfrutar.
Por ahora llevamos diez años disfrutando el uno del otro.
FIN❤
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Improvisando~
RandomRecopilación de historias cortas reales y ficticias. © 2018, SRL Books Respeta el esfuerzo y el trabajo de los demás. #439 - aventura de entre 2,57K #687 - mascotas de entre 778