capítulo 2

93 20 2
                                    

Despierto con el sonido de la alarma son las seis de la mañana y la escuela cierra sus puertas a las siete y cuarenta y cinco así que tengo una hora y cuarenta y cinco minutos para arreglarme.

Me adentro en el cuarto de baño y hago mi aseo personal y me visto con el uniforme de mi antigua escuela ya que debido a lo apresurado de la mudanza me darán mi uniforme nuevo en la escuela.

Bajo a desayunar cereal con leche, ya estoy listo y apenas son las siete así que tengo tiempo de sobra, tomó mis cosas y me voy caminando a la escuela, todo esta tal y como ayer no se siente ni un alma las casas parecen abandonadas, trato unos quince minutos en llegar a la escuela pero al llegar no escucho nada.

Entro a la escuela y veo un montón de niños sentados mirando el reloj quietos como si no quisieran perderse un minuto, me hacerco pero nadie se fija en mi siguen firmes mirando el reloj.

- ¿hola?- pero nadie responde es más parece como si nunca hubiese hablado - hey ¿qué hacen?

- cállate...- volteo pero todos están todavía en su reloj, no veo quien me hablo - te están observando.

Cuando escucho esto me asustó pero sigo intentando hablar con alguien y veo a un chico que es el que esta mas cerca de mi así que intento hablar con el.

- hey - digo pero el chico ni se digna a mirarme - oye te estoy hablando.

- cállate - dice alguien pero me volteo y no hay nadie.

- quien anda ahí- digo mientras comienzo a caminar hacia donde creo que oí la voz.

- cállate o te van a oír.

- quien me va a oír.

- el te va a oír, cállate y espera a que el reloj marque las siete y cuarenta y cinco.

- ¿para que?- pero ya no dice nada mas así que hago lo que dijo, me siento como todos los demás a esperar que el reloj marque las siete y cuarenta y cinco.

Cuando llega la hora suena el timbre y como si fueran impulsados con resortes todos se levantan y se van, yo me quedo sin saber hacia donde ir así que decido aventurar y buscar por mi cuenta la oficina del director, me voy por uno de los pasillo e inicio mi búsqueda tardó unos minutos por no decir casi una hora hasta que veo la oficina que dice dirección, camino hacia ella y toco la puerta.

- pase - se escucha una voz grave que me erizo la piel.

Abrí la puerta y vi a un hombre alto, formido de piel clara demasiado diría yo y cabello liso enserio parece un vampiro.

- disculpe soy el chico nuevo, el del traslado.

-oh claro joven, siempre es bienvenido un nuevo integrante a esta familia, ¿cómo lo han tratado? - la verdad parece un buen tipo.

- pues la verdad no he tenido tiempo de confraternizar con nadie.

- pues tranquilo seguro que su estadía va hacer mucho mejor, sigame - dicho esto empezamos a caminar por los pasillos de esta escuela que parecen más tenebrosa que mi casa, nos detenemos en un salón de clases y el director toca la puerta y abre sin que nadie lo autorice, cuando entro solo puedo notar que todos parecen robots todos están organisados perfectamente, sentados firmes y cuando la maestra dice algo todos responden al unísono sin errores, que miedo.

El director se aclara la garganta y todos nos miran prestando suma atención- buenos días alumnos.

- buenos días - responden al unísono.

- les presento a su nuevo compañero - me señala y todos los presentes se me quedan mirando - preséntate - dice y la verdad no pienso ni rechistar.

- hola mi nombre es fred wallas, tengo 12 años y vivo a unas cuadras de aquí.

- bueno ya presentado tome asiento en la tercera fila en el quinto lugar - y efectivamente ese lugar esta desocupado.

Avanzó hasta allí  y ocupo el lugar, cuando miro hacia delante ya no está ahí y la maestra ya esta retomando su clase, me siento como pez fuera del agua pues todos saben que y como  contestar y yo nada.

Suena el timbre para el receso y todos salimos del aula pero antes la maestra se acerca, me dejan el nuevo uniforme encima del asiento y se va, al salir veo lo que todos estan haciendo y si pensaba que lo que había visto hasta ahora era raro, más raro es ver a todos los niños con el mismo almuerzo comiendo al mismo tiempo, esto parece una locura.

Pasan las horas y asignaturas hasta que llega el momento de regresar a casa y enserio quiero ir a casa, tocan el timbre y salgo literal corriendo hasta la calle, luego de estar cerca de mi casa disminuyó la velocidad.

Cuando llegue miro nuevamente la casa y en serio no me da buena espina, sigo caminando, abro la puerta y un terrible rechinar inunda mis oido, me fijo otra vez en el moho de las paredes, esta casa no debe haber sido usada por años.

- mamá llegue!!! - grito y mi madre aparece en mi campo de visión.

- como te fue en la escuela tesoro - dice y la verdad no se que responder, se que no me va a creer si le cuento lo que me paso y decido que lo mejor será obviarlo.

- pues normal - digo y voy subiendo a mi recámara enserio este día ha acabado conmigo.

Mi madre no dice nada pues siempre sabe cuando estoy cansado o no y además no pienso que pueda pasar algo  más raro que hoy o bueno eso quiero creer yo, pero la verdad se que no aguantaré mucho o bueno como dice un dicho "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista" y en este caso mi cuerpo no lo va a resistir.

la casa de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora