Academia para señoritas

La otra habitación.

Logan no tardó mucho en volver a subir, mientras lo veía aparecer lo escuchaba.

Logan: ¿Sabes...? Olvidé hablarte de un tema la otra noche. Creo que podríamos aprovechar este tiempo.

Tú: ¿De cuál?

Logan: orales -sonrió perverso.

Tú: me da algo de miedo saber -se rió, mi cara seguro mostraba mi horror.

Logan: ¿No sabes nada?

Tú: supongo que tiene que ver con la boca -dije obvia.

Logan: ya tienes una estrella -pegó su dedo en mi frente.

Tú: bueno, da tu clase

Cuando comenzó a explicarme de qué se trataba, tanto en hombres como mujeres comprendí que ese sueño al que tanto temía era uno de esos, tenía miedo a que el me hiciera un oral. Mi rostro debió expresar algo, porque se detuvo y me habló.

Logan: ¿Todo bien? -lo mire y solo recordé el sueño, ni siquiera sabía cómo se sentía, pero no tenía que ser tan diferente a cuando lo hace con su mano.

Tú: nada -quise evitarlo

Logan: vamos, comparte con la clase. -me sonroje, ¿cómo le digo que sueño con él?

Tú: bien pues... Yo, desde que te conocí... -me quede callada- bueno no, yo he tenido un sueño recurrente

Logan: ¿aquel sueño húmedo del que no me quisiste contar? -asentí- ¿Qué hacíamos?

Tú: pues ahora sé, que tú me hacías eso -dije mirando hacia la ventana

Logan: ¿Un oral? -asentí aún sin verlo- ¿Es a lo que siempre le temías? -volví a asentir- ¿Por eso siempre me golpeabas? -se rió

Tú: no es divertido, yo no sabía que era.

Logan: ¿Y porque no te lo muestro? -se acercó- dime cómo era tu sueño.

Tú: no te diré -me reí

Logan: vamos -hizo un puchero

Tú: nada en especial, yo estaba en una cama: estaba agitada y tu salías de entre las cobijas.

Logan: ¿Te gustaría hacerlo? -paso su mano por mi cabello, me sentí intimidada y baje la mirada- recuerda que solo hacemos cosas que tú quieras -me quede callada unos instantes.

Tú: está bien -dije muy bajo

Logan: ¿Cómo dices? -sonriente

Tú: háganoslo -estaba segura a qué mi cara parecía un tomate a punto de explotar.

Logan: vamos a mí habitación -se paro y me extendió la mano.

Tú: ¿No podría ser aquí? En tu habitación podrían vernos y no me sentiría cómoda en el cuarto de tus padres. -tome su mano, pero permanecí sentada

Logan: hay otro cuarto, vamos -sonaba dulce, quizá intentaba hacerme sentir bien.

Justo entre la sala de estar y su habitación estaba la tercera puerta, una habitación de un tamaño promedio con solo una cama y un tocador, tenía una ventana que daba al patio de atrás. Me senté en la orilla y el dió una risa dulce, de nuevo.

Tú: ¿Qué? -reí nerviosa

Logan: Tranquila -acomodó mi pelo detrás de mí hombro- recuestate -subí más y me tendí. Se arrodilló a los pies de la cama, sentí frías sus manos cuando tomaron mis pantorrillas y me jalaron, llevo sus manos hasta mi cadera para jalar de mi ropa interior, aún nada era visible para él, el vestido continuaba cubriendo todo.

Tenía mis manos sobre mi estómago, completamente nerviosa. Colocó mis piernas a sus hombros y subió por fin mi vestido, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando note su respiración.

Pronto sentí su boca, empezó lento, de mi salian pequeños sonidos, estos se intensificación cuando sentí su lengua, me lleve la mano a la boca, pero el jalo mi mano para que pudiera seguirme escuchando.

Sentía que no podía controlarme, comenzó hacer cosas extrañas, succionaba y yo solo me volvía más loca, pase de gemidos a gritos. Creía que sería igual a lo que hacía con sus manos, pero era mejor.

Tú: ¡Logan! -Comencé a apretar las cobijas con fuerza- ¡¡Logan!! -gritaba cada vez más, mientras el más rápido iba. Me recorría toda, no había espacio que su boca no cubriera. Mi espalda se encorvaba mientras más rápido iba.

Llevo un momento en que explote, grite su nombre una última vez y me sentí muerta, solté mis manos y cerré los ojos. Mi respiración era completamente agitada.

Logan se levantó y me acomodo el vestido, sin ponerme la ropa interior. Se acostó junto a mí y me abrazó, yo seguía sin poder recuperarme.

Logan: me haces sentir un rey -susurro en mi oído.

Tú: no quiero subir tu ego... -respiré profundo- pero eso ha Sido... Uff -seguía con los ojos cerrados.

Logan: lo sé -me reí y voltee a verlo.

Tú: y tu ego se multiplicó -seguía abrazándome, comenzó a pasar sus manos por mi trasero, sobre el vestido.

Logan: tú igual eres buena en muchas cosas -acomodé mi pierna sobre su cadera, lo cual permitió que me acariciara debajo del vestido.

Tú: es talento natural, soy buena en todo -sonreí

Logan: mira quién tiene alto el ego, ahora -cerre los ojos, mientras el me acariciaba de forma tierna