Kamé el amor con fragancia a rosas

Un viaje inesperado

Salgo de casa de paseo por el mercado, me encuentro con pasajes que me llevan a ti, tomo el que estaban saliendo, no llevo nada mas que unos jeans negros como de costumbre, y una polera que no cubriría el frio, entre curvas y movilidades a toda velocidad voy rumbo a ti, no se si late rápido por la velocidad o porque sabe que llevare donde ti, paso un monto de suspendo, pasamos entre 2 movilidades rapando intentando no chocar y volcar debido a la velocidad, llegamos a Confital, una pequeña hilera de surubis y camiones que se nota lo apresurados que están pero el encargado de la tranca soñando en que esa rutina se repetirá por largas horas durante el resto del día, llego ante el solo extiende su brazo pidiendo el monto de la tranca, me deja pasar haciendo notar que el estío de su vida es grande, volvemos a retomar velocidad, una gotas frías mojan mis brazos y las siento cual agujas intentando ingresar a mi ser y adueñarse de él.

Llegamos a la tranca antes de ingresar a Oruro, aquí una señorita que se nota que recién conocerá la dura rutina de este cansador trabajo, el viento nos apresura a llegar y las negras nubes dan a entender que la mamita Candila nos dará una lluviosa bienvenida, ya cerca del destino muchas alpacas pasan con sus serpentinas y orejas perforadas con bolas de colores colgando , esperamos a que se vayan y sale el sol de lejos llegamos a un céntrico mercado llamado Camacho, vamos a buscar comprar unas rosas para visitar a la mamita Candila, los estómagos suenan y el cuerpo tiembla pero la esperanza de llevar donde ella es mayor llegamos al pie del tembló y con respeto entramos donde ella, con solo ver sus ojos nos llena con su amor de madre comprensiva, cual una madre que espera la llegada de su hijo empieza la misa, cual alimento al alma sedienta que espera recibir el abrazos de ella y dejar lo malo de la semana.

Mas allá se ve una pareja juntos pidiendo fortaleza, ruegan que bajo su manto estén siempre protegidos, volvamos a nuestro relato, termina la misa y todo va mas liviano en nuestros corazones, buscamos algo que comer pero me alejo de mi amigo un rato compro un ramo, bajo unas cuadras, paso por el local de ella la veo llena de trabajo, no quiero molestarla solo ingreso le hago un saludo de lejos seco y dejo el ramo con unos versos, salgo corriendo en dirección desconocida, solo mi cobardía me hacía huir, pasó como media hora y recibo un mensaje mi corazón late de nuevo no tiene razón, ignoro el mensaje encontramos un lugar para comer algo tradicional un charkecan, veo 3 llamadas perdidas era ella, mi corazón pide escucharla y verla pero mi miedo aún más intenso dice aléjate retorna a tu densa realidad, solo recuerda que viviste un segundo de alegría.

Ya de noche por la plaza principal rondando con un cigarro en la mano, el último de esta 5ta cajetilla, ya por irme llega ella, será destino o solo una casualidad de la vida nos encontramos nace un abrazo intenso que el tiempo pierde una razón de existir, los dos besos tradicionales y solo nos miramos con tanta intensidad vemos el cielo se despeja la luna toda llena aparece cual sonrisa de felicidad y satisfacción una nube completamente blanca pasando entre ella.

Vamos caminando por la calle, buscamos algo de comida y hacer una amena e improvisada velada, bajo mis manos y entre roce y roce las juntamos como esa primera vez que nos besamos, mi mente dice dejo todo fluir pero mi corazón late asustado esperando un beso, llegamos a un local con toque antiguo algo medio francés, aire de antaño que trae el amor, un mesero se acerca y nos deja el menú con total desgano haciendo notar sus ganas de anhelar su casa, tal vez la familia que dejo por ganar unos pesos, hojeamos juntos la carta del menú pedimos algo liviano por la hora, la luz tenue empieza a cautivar mi corazón al ver esos ojos brillosos, mi corazón pide un beso mi cuerpo no responde, cierros los ojos solo fue un instante mi y por mi sangre recorre tu nombre Kamé, el aroma a rosas nos rodea .. Continuara