Encontrándome

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Aneley

Fueron duros los primeros días pero estaba mejorando, Me decidí a ser feliz y me animé a conocer gente nueva y salir más, ya tuve una cita y fue bastante buena, Agustín era encantador, no solo era digno de ver sino que era una gran persona, Es un traumatólogo que trabaja en la misma clínica, alto, no tan alto como Bruno, pero mucho más alto que yo que mido un metro sesenta, rubio, ojos verdes y muy atractivo, nos conocimos una noche de guardia cuando recibimos un accidente vehicular, intentamos salvar a una pequeña de cinco años que había salido despedida del auto, iba sin cinturón, no hubo mucho que pudiéramos hacer.

Lloré toda la noche de bronca, de miles de preguntas que te quedan, él estuvo a mi lado consolándome, desde ahí tuvimos buena relación y cuando unos días atrás me invito a salir, acepte gustosa, nadie mejor que él para comenzar mi nueva vida, Agustín era un hombre sencillo de gustos simples y eso me atraía me contó toda su historia como vino tras su ex mujer y su hija cuando ella armo nuevamente pareja y hace poco que se estaba estableciendo acá. Hablamos casi toda la noche y cuando me dejó en la puerta de mi casa, me beso, al principio me puse rígida me costó dejarlo pasar las barreras, pero en algún momento tenía que hacerlo y nadie mejor que él, me agarró de la cintura seguí rígida hasta que cedí a su agarre y lo besé deje todo lo que soy en ese beso, mis miedos, mi dolor, mi amor no correspondido, creo que lo entendió y cuando se apartó de mi vio mis lágrimas y me dijo que él iba a estar a mi lado todo el tiempo que me hiciera falta para confiar en él, eso me gusto se fue y esa fue la primer noche en días que dormí de corrido.

Paso más de una semana y esta vez lo invité a cenar a casa quería sentirme en mi terreno, alguna vez segura, en estos días lo vi compartimos cafés y charlas, pero no nos volvimos a besar. estaba por llegar y deje la lasaña en el horno. cuando tocó el timbre.

_Hola, adelante.

_Estas hermosa, traje postre

_Gracias casi esta la comida.

Me dirigí a la cocina y dejé el helado en el frezer cuando él me tomo del brazo y me abrazo, fue tan sorpresivo que no pude responderle hasta que le pregunté si estaba todo bien.

_Discúlpame hoy tuve un día muy malo y encima mi ex se llevó a mi hija de vacaciones sin decirme, solo necesitaba un abrazo, te necesitaba.

Nunca nadie me necesito o me lo dijo.

_Bésame.

Lohizo, fue un beso cargado de pasión y de desesperación y cuando sonó el hornonos separamos de golpe. Comimos, hablamos y reímos toda la noche, nos besamosmucho y se fue, se estaba volviendo más fácil, aunque sentía que algo mefaltaba. Volví a dormir solo que esta noche solo soñaba con unos ojos azulesprofundos, que me perseguían.

Mi mejor versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora