La Mudanza

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La Mudanza

Daba una última vuelta al que en pocos minutos se convertiría en mi viejo vecindario con mi bicicleta. Pedaleaba y pedaleaba, tratando de huir de las despedidas, lágrimas y malos ratos. Evitaría que los recuerdos que quedaran no fueran amargos o agridulces, pues la perdida nunca la tendría frente a mí. Mis amigos sabían que yo no era la clase de persona que decía adiós, simplemente prefería ser sublime, como el viento. Desvanecerme dejando una nota o algo con que recordar después, algo con que consolarse.

Me detuve a una cuadra antes de llegar a la que sería mi ex casa. Esa mansión victoriana en Edenton, que mi padre había heredado de su bisabuela, quién la había dejado casi en ruinas pero que con los sueldos de él y mi madre, junto con varios años de cuidados, se convirtió en un hogar para todos nosotros. Dándole tonos más modernos y oscuros, alejándose de los colores pastel, y colocando detalles de piedra en toda la orilla.

Mi madre y yo habíamos vívido tantas cosas en ese lugar que creí que nunca nos iríamos. Que pasaría aquí mis veranos, que empujaría a mi hermano mayor a la piscina cuando regresara de la universidad y que aquí viviría mi primer amor.

- Jordan, que bueno que has vuelto. Megan sigue aquí, ademas faltan algunas cajas de tu habitación. - me decía mi madre mientras entraba del garage.

- Ya voy a hablar con ella, mamá.

Y ahí estaba, mi mejor amiga con el ceño algo fruncido. No podría adivinar si era por tristeza o enojo.

- Hola mechitas - dijo refiriéndose a mis mechas naranjas y rojas.

- ¿Tu qué haces aquí? Dijimos nada de despedidas, ni lagrimas- realmente pensar en no verla por tanto tiempo hacia que se me humedecieran los ojos.

- Todos queríamos darte algo antes de que te fueras.

Me mostró una caja azul con los nombres de todos nosotros. Cory, Grant, Lily, Olive, y Megan...sus nombres se alineaban en la tapa de la caja con diferente caligrafía, mostrando que todos habían trabajado en ella. Al abrirla encontré un álbum con, literalmente, cada momento que vivimos juntos y cartas acompañadas con algo especial de ellos.

No pude soportar las lagrimas un segundo más.

- Dios los voy a extrañar tanto.

- Nosotros también- dijo abrazándome- Sólo no nos olvides y, por favor, no te enamores del primer rubio teñido oxigenado que veas en California ¿esta bien?

Una risa surgió entre las lagrimas.

- Sí, te quiero. No sé que haré sin ti, nadie nunca me apoyó como tú.

-Hice una lista, ya elegirás que hacer.

-¿Y si eso no funciona?- pregunté mientras sorbía ruidosamente por mi nariz.

-Entonces tomaré el primer vuelo que encuentre a Los Ángeles y patearé algo de confianza en ti como siempre hago.

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Hola futuras lectoras, este es el primer capítulo de la novela. Sé que esta algo aburrido y No va directo al tema pero es una pequeña introducción de como es Jordan. En el próximo prometo el primer encuentro con algo de su vida en los Angeles. Saludos y gracias por leer. :

No Todo El Amor Es BuenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora