Park JiMin; un chico de 20 años, a punto de graduarse con una vida bastante difícil. Una vida en donde ha tratado con violencia familiar, abusos y burlas.
Un día, conoce a un chico, Jeon JungKook. Un chico tan atento que desde el primer momento llamó su atención. Y es que, ¿como no sentirse atraido por aquella hermosa sonrisa y la maravillosa persona que era?
Aun así las burlas continúan, hasta que finalmente JiMin no puede mas, llevándose con su vida la felicidad de unas cuantas personas.
Nada mas que una carta de suicidio y un completo desastre en su habitación pero... ¿acaso alguien vio el cuerpo?
Un par de años después.
Un chico corría por las calles de Tokyo, algo apurado pues llegaría tarde a su trabajo, el dueño de aquella famosa empresa había fallecido días pasados. Tenía entendido que su hijo sería quién a partir de ahora se encargaría de dirigir la empresa.
-Señor lo siento tanto, hubo un accidente de tráfico y-
Antes de poder continuar, el chico de cabello oscuro fue interrumpido rápidamente por quien ahora era su jefe.
-¿Jimin?
Al momento en que alzó su mirada se encontró con aquel rostro tan familiar. Y vaya que había sido costoso superarle.
-¿JungKook?