Era el mes de diciembre, por lo que el frío era presente en cada rincón. Las ráfagas del viento ayudaban a que las personas usaran más ropa de la que en verdad necesitaban.Aunque a Jimin le gustase como le quedaba la ropa de invierno, esta le impedía moverse con facilidad. Se sentía como un oso de peluche.
Su gorro de color marrón cubriendo sus rubios cabellos, la bufanda verde olivo cubriendo parte de su fina nariz y gruesos labios, además de la mano de su novio; ayudaban a soportar el feo clima.
—Lamento no tener dinero para llevarte aunque sea a tomar un café— murmuró la persona a su lado.
—Sabes que a mi me basta estar junto a ti, además, no es como si me gustara el café de todos modos— dijo mientras trataba de que su lengua no tocara la bufanda, sino, tendría pelusas en la boca.
Sabía de las frustraciones que tenía Yoongi, entre ellas el no tener una buena economía.
Jimin por su parte era una de sus menores preocupaciones, no le gustaba vivir a base de lujos, había aprendido con el tiempo a vivir con lo necesario —de hecho era divertido el tener que sobrevivir con tres paquetes de ramen y un par de cupones durante una semana. A él le gustaban ese tipo de retos, porque demostraba lo ingenioso que podía ser—. A pesar de que se lo repitiera una y otra vez al pelinegro, este se negaba diciendo: "pero es que tu te mereces algo mejor".
Yoongi tiro de su mano pidiendo su atención.
—Vamos a sentarnos en esa banca de allá. Tengo culo de muerto.
Ahogando una risita apoyó la idea, el clima lograba que sus articulaciones y músculos (como sus traseros) estuvieran helados.
Iban a sentarse en la banca vieja que algún día fue de color caoba, que ahora estaba de un café oscuro, pero debido a un bolso de equipaje, les impedía postrarse ahí.
—¿Qué crees que tenga ahí dentro?— preguntó el rubio.
—No lo sé, pero deberíamos ver, quizá tenga fajos de billetes.
—Hyung no seas tonto, nadie en su sano juicio dejaría tanto dinero.
—Tu que sabes, hay montones de narcos.
—Deja de... Creo que se acaba de mover... ¡Yoongi, la bolsa se mueve!
Ambos dirigieron la mirada a dicho objeto para después mirarse entre ellos.
Yoongi movió su cabeza hacia el rubio queriendo decir: " abrela tu" Sin embargo Jimin negaba una y otra vez con la cabeza.
Bufó, en este tipo de situaciones, odiaba ser el mayor.
—Si me sale un mapache y me salta en la cara, me harás un masaje en los pies llegando a casa.
—Trato.
Se alejo unos cinco pasos, por si llegaba a suceder algo malo, no quería que le llegase a afectar, no lo culpen; el vive del rostro.
—Jimin... No me lo vas a creer pero... Es... Es un...
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Sorpresa de una noche [YM] [OS]
Fanfiction"-Sabes... Podría hacer esto toda mi vida. -¿Qué, cuidar bebés?- preguntó divertido el rubio. -No, cuidar a nuestro hijo."