Un pasado oculto

Capítulo 11

Pov Karin

Ha pasado un mes desde que me fui de la casa de Kazune para ir a vivir con Kou en su departamento.

Han pasado tres semanas desde que fui por mis cosas a la casa.

En el tiempo que he estado viviendo con Kou ha sido muy divertido, cuando fui por mis cosas, creí que tardaría más tiempo el recuperarme de Kazune, de haberlo dejado y todo eso, pero es lo contrario, gracias a Kou he sido capaz de superarlo, bueno no completamente, pero lo suficiente para no lamentarme todo el día.

Kou me ha estado distrayendo para que no esté pensando en el cada momento, le agradezco mucho, pues si no fuera por él, en este mismo momento estaría en mi cama sin hacer nada, en vez de estar en la calle para ir a comprar la comida.

Aún recuerdo la expresión confusa que puso Kou al momento de decirle que iría por la comida de esa tarde, no tuvo precio, inmediatamente empezó a interrogarme frenéticamente, preocupado y alterado, no entiendo su reacción, pero he de pensar que es comprensible, puesto que no he querido salir de casa la última semana.

A excepción de ahora, pues más que nada, el me obligo a salir de casa más seguido, ya que me inscribió a la escuela que está asistiendo en la ciudad, que queda justamente al otro lado de la ciudad, lejos de su casa y de su escuela, él sabe que, si alguna vez me lo encuentro por los rumbos que alguna vez pase junto a él, me desmoronaría...el verlo nuevamente... posiblemente con otra novia... siendo feliz con ella, alegrándose el que ya no le esté molestando...

Karin deja de pensar en esas cosas, me detengo para darme unos ligeros golpes en la cara, no es momento de estar triste, debes de estar feliz y alegre, de que ahora tienes una nueva vida a lado de alguien que realmente te aprecia.

Hablando de eso, levanto la bolsa que todo momento he estado cargando, la comida se está enfriando...

El ramen especial, edición limitada que tanto le gusta a Kou se está enfriando... esto es malo... le compre este ramen, que, por cierto, es muy caro como muestra de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí en todo este tiempo... no puedo permitir que se enfríen y se arruinen, tengo que darme prisa...

Estaba caminando más rápido, por no decir trotando para llegar a casa lo antes posible, antes de que se arruinen...

Llego a casa unos cinco minutos después para entrar agitada a casa.

- Ya llegué – Digo apenas entrar por la puerta.

- Bienvenida, ¿Qué trajiste de comer para que no me dejaras hacer la comida? Y, ¿Por qué vienes tan agitada?

- Algo que te encantara

- Eso ya lo veremos

- No seas tan exigente o seré la única que comerá dos tazones de ramen esta tarde

- ¿Ramen?

- Si... dos ramen edición limitada que tanto le gusta a cierta persona – Dije mientras dejo sobre la mesa los dos ramen, que me alegra de que aun sigan calientes.

- Entonces no me dejes cocinar si vas a traer ramen sorpresa

- Lo tendré en mente, así que vamos a comer

- Seguro

No paso mucho tiempo para que ambos nos encontrásemos comiendo, mientras comía miraba de reojo a Kou, necesito decirlo, necesito agradecerle de manera adecuada.

Verlo disfrutar de su ramen favorito, me alegra mucho.

- ¿Qué sucede? – Me pregunta

- ¿Eh? No nada, ¿Por qué supones que me sucede algo?

- Porque casi no has comido y solo me estas mirando mientras sonríes

- L-Lo siento... - Decía mientras me sonrojaba ligeramente

- No te disculpes, no me molesta – Me dice con una sonrisa aumentando más mi sonrojo.

- Lo que pasa es que... quisiera agradecerte por todo lo que has hecho por mí en todo este tiempo, has sido una muy buena persona, al ayudarme con lo de Kazune y todo eso

- No hay problema, me gusta ayudarte, tu sabes que siempre me ha gustado ver una sonrisa en tu rostro

- Gracias por ser mi amigo

- De nada

Después de eso, seguimos comiendo entre risas.

Pov Kazune

Ha pasado un mes desde la desaparición de Karin.

Han pasado tres semanas desde que todas sus cosas se han ido al igual que ella.

No sé qué es lo que ha pasado, pero sé que debo de descubrirlo.

Todo sucedió poco tiempo después de que Karin comenzara a comportarse extraño, se le veía nerviosa, se le veía alterada, comencé a investigar por mi cuenta su comportamiento, pero no conseguí nada, una parte de mí se sintió mal por estarla investigando a sus espaldas, pero no podía esperar a que ella me dijera la razón de su malestar... desde que la vi llorar en aquella noche... no pude quedarme tranquilo...

Todo aparentemente estaba en orden, no había nada fuera de lo normal con respecto en el tiempo que vivió con su tía, antes de conocerla, solo lo normal, iba a la escuela, sacaba pésimas calificaciones, algo muy común en ella, siempre alegre y siempre risueña.

Lo más raro que pude encontrar fue el nombre de un hombre Ryou, quien es el que se encarga de manejar la herencia de Karin, me puse en contacto con él, para saber si sabía algo sobre su paradero, pero no, tal parece que no sabía nada de ella, además de pedirle ayuda con los regalos.

Ahora estamos buscándola juntos, lo he conocido mejor y ya veo que Karin tuvo razón, es un buen hombre, él la ve como si fuera su hermana o su hija, no debí de haberle dicho esas cosas, debí dejar que me lo explicara.

- Kazune

- ¿Qué sucede, Himeka?

- Aun no logras encontrarla, ¿Verdad?

- No, aun no, Ryou está tratando de buscarla con sus contactos que tiene

- Ya veo

- Si, voy a salir

- ¿Vas a volver a buscarla en la calle?

- Si

- Déjame acompañarte

- No puedes, tienes que quedarte, por si vuelve

- Ella no volverá y tú lo sabes...

- Himeka...

- Si ella volviera, sus cosas estarían aquí, no hubiera dejado su llave en el patio donde la encontré...acéptalo... no volverá hasta que ella lo desee...

- ...

- Pero está bien, me quedare, te hablare si viene a casa

- Gracias... - Dije para después salir de la casa.

La desaparición de los últimos meses de Karin, nos ha afectado mucho a los dos, la casa parece más solitaria y silenciosa desde que ya no está.

Himekaya no sonríe y ya no es tan tranquila como solía hacerlo, se ha vuelto másnegativa y deprimente, ella ya ha perdido la esperanza de que vuelva a estacasa, dice que debería de rendirme en su búsqueda, que debería de aceptar elhecho de que ya no volverá, pero no lo acepto y no lo aceptare, sé que ella estábien y sé que volverá, incluso si tengo que obligarla.