14 de febrero de 2019.
Hacían ya casi unos veinte minutos que se había despedido de su novio, y ahora caminaba con algo de prisa bajo las bajas temperaturas de la noche de seoul. Yoongi estaba seguro de que si sacaba las manos de sus bolsillos unos segundos se le congelarían, y en lugar de manos tendría cubitos de hielo. Así que para no seguir pasando frío por mucho tiempo, apresuró más su caminar. Por eso y porque estaba ansioso de llegar al sitio que se había convertido en su favorito desde hacía unos meses.
El viento soplaba bastante fuerte, haciéndole esconder más la cara tras la bufanda que llevaba rodeando su cuello. El aire que corría estos días en seúl era demasiado frío, y Yoongi odiaba con todo su ser pasar frío a pesar de que tener las manos todo el tiempo congeladas eran parte de él.
Cuando dobló la esquina pudo ver la puerta vieja del local y, automáticamente, una sonrisa se dibujó en sus labios. Corrió a trote el poco camino que le quedaba, llamando a la puerta en cuanto estuvo delante de ella. Y como siempre no tardó más de tres segundos en abrirla, y sonriéndole se hizo a un lado para dejarle pasar.
El mayor de los dos se movió ligero, entrando para resguardarse del frío de la calle. El lugar era viejo, muy viejo, pero aún así tenía un radiador en medio de la habitación que calentaba hasta el último rincón. Todo seguía igual que hace unos días; encima del sofá, que alguna vez fue de color blanco, estaban las mantas que usaban para dormir o pasar la tarde. La televisión vieja sobre aquel mueble desgastado frente al sofá. Y la pequeña cocina improvisada a la derecha echa un completo desastre como siempre.
— ¿Tienes frío? — cuestionó Hoseok, acomodándole mejor la bufanda. Le tapó las orejas, que las tenía igual de rojas que las mejillas y la punta de la nariz. Y sin darle tiempo a responder lo cogió de las manos acercándole al sofá, sentándole allí. Cogió la manta que estaba echa un ovillo y lo tapó aún sin perder la sonrisa que tenía cuando le abrió la puerta. Y tras dejarle un pequeño beso en la frente, le acercó el calefactor para hacerle entrar en calor. — ¿Mejor?—
Yoongi le agradeció en silencio apoyando la cabeza en su hombro, alzándola un poco para poder mirarle. — Te he echado de menos Hoseokie..— susurró bajito, llevando su mano, aún fría, a la mejilla del menor. Hoseok le dedicó una sonrisa dulce, y aunque su mano estaba casi congelada, la agarró entre las suyas intentando hacerle entrar en calor.
— Yo también Yoon..— susurró pegando la frente a la suya, rozando de forma muy suave su nariz. —¿Lo hiciste..?— cuestionó mirándole con algo de esperanza en su voz. Odiaba con todo su ser que tuvieran que esconderse como si fuesen adolescentes de dieciséis años. Yoongi se mordisqueó el labio mirándole con pena, sabía que para Hoseok era bastante duro tener que estar escondiéndose porque el mayor era demasiado cobarde como para dejar a su novio. Y el pelirrojo estaba comenzando a pensar que no era cobardía, si no vergüenza de que le viesen con el de la mano, besándose o simplemente pasando un rato juntos fuera de aquel lugar.
— Te prometo que lo haré pronto..— le aseguró. Y Hoseok realmente quería creerle, pero no pudo. No está vez. Soltó su mano con suavidad, poniéndose de pie para acercarse a la pequeña cocina improvisada a por la comida. — Hoseokie..— susurró sintiéndose culpable, verle así sin el brillo tan bonito que emanaban sus ojos, sin la sonrisa en sus labios que tanto le gustaba le dolía, le dolía en el alma.
El de cabellos cobrizos no le respondió, dejando los platos sobre la mesa. A Yoongi le pesaba el silencio que hubo durante toda la cena, lo único que se oía era una serie policíaca que estaban echando en la tele y que Hoseok le gustaba ver todas las noches.
Cuando se acabaron la cena Yoongi llevo los platos a la cocina, entreteniéndose un rato en recogerla un poco. El pelirrojo se tumbó en el sofá, acurrucándose bajo la manta. Realmente quería centrarse en ver la televisión, pero no podía dejar de pensar en por qué le era tan difícil dejar a su novio. Yoongi siempre le había dicho que estaba enamorado de él, que le amaba y que no soportaba tener que ocultarse más. Pero sin embargo, aún llevaban meses así, ¿acaso todo era mentira? ¿Sólo era una distracción para él? Cerró los ojos dispuestos a dormirse para que cuando abriera los ojos, el mayor ya se hubiese marchado a casa. Le quería, por supuesto que le quería, con todo su corazón. Pero aquello estaba empezando a hacerlo sentir extremadamente mal.
Apretó los ojos al sentir el sofá hundirse tras su espalda, tragando saliva al sentir los brazos de Yoongi rodearle el cuerpo. — Se que te lo he prometido muchas veces Hobi, pero esta vez es de verdad. Te prometo que mañana saldremos juntos y podremos cogernos de la mano e ir a donde quieras sin miedo a que nos vean..— susurró dejándole besos suaves en el hombro. Hoseok se lo pensó mucho antes de girarse para encararle, tenía los ojos húmedos por las lágrimas que amenazaban con salir. El mayor sintió su corazón estrujarse, mirándole algo triste. —No llores..— susurró acariciándole la mejilla con suavidad. —Te amo Hoseok..— murmuró bajito besándole de forma suave, aferrándose a su camiseta.
El pelirrojo llevó una de sus manos a la cintura del mayor, atrayéndole más hacia su cuerpo sin dejar de besarlo. La mano que descansaba en su cintura bajó de forma lenta hasta su culo, dándole un suave apretón. Aquello hizo que Yoongi sonriera contra los labios de Hobi, rodeándole el cuello con los brazos. Hoseok llevó ambas manos a los muslos de su hyung, acomodándolo sobre él. Volvió a apretar su culo, esta vez con ambas manos y algo más fuerte. Yoongi se deshizo de la camiseta del menor, ansioso por acariciar cada pedazo de su piel. El pelirrojo ayudó a Yoongi a quitarse el pantalón de chándal que llevaba, sorprendiéndole al ver que su mayor no llevaba nada debajo de él.
Hoseok se irguió, acercando su cara a la de Yoongi para besarle con necesidad. — Feliz San Valentín, bebé..— susurró tumbándole de forma brusca boca abajo en el sofá, palmeándole el culo. Aquel sonido, junto con un jadeó del mayor, resonó por todo el local, haciendo sonreír a Hoseok.
[...]
La luz que se colaba por ventana hizo gruñir a Hoseok, haciéndolo restregar la cara contra la almohada. Intento volver a dormir, pero acabó por abrir los ojos suspirando.
Como siempre, pensó que Yoongi ya se habría marchado a casa. Cuando él despertaba el nunca estaba allí, pero su sorpresa fue grande al verlo tumbado boca abajo en el sofá, a su lado. Automáticamente Hoseok sonrió al recordar la noche de ayer. Vio el cuerpo desnudo de yoongi y no pudo evitar acariciarlo con las yemas de sus dedos, acariciando su espalda, bajando por su columna y parándose en su culo que aún seguía rojo y con las marcas de sus dedos. Sonrió pegándose a él, besándole la nuca, bajando para dejarle besos por todo el camino que sus dedos habían recorrido. Le dejo besos suaves sobre las marcas, y luego volvió a subir para abrazarle con fuerza, pegándolo contra su pecho.
—Buenos días Hobi..— susurró con voz ronca y una sonrisa en su cara. Hoseok le lleno toda la cara de besos, sonriendo como un idiota. Se había quedado con el, no se había marchado. El pelinegro se rió bajito cerrando los ojos, dejándose hacer.
— Te quiero mucho Yoongi, no te imaginas cuanto..— susurró bajito mirándole a los ojos, con los suyos algo húmedos.
— Pero no llores idiota, que me haces llorar a mi..— se rió de forma suave, sintiendo sus propias lágrimas acumularse en sus ojos, amenazando con salir. Hoseok sonrió, besándole de forma suave. Demostrándole con aquel beso, que le amaba con todo su corazón.

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you should leave your lover ;; hopega
FanfictionOneShot que hice para un concurso por San Valentín. 🌻 Hopega ⚠️ Prohibida su adaptación o copia sin mi permiso.