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Llegué corriendo al gimnasio porque ya llegaba tarde a la clase, todos ya estaban en la cancha y me miraron apenas entré.

-Señorita Bell ¿por qué no me sorprende verla llegar tarde?- dijo el entrenador al cual por lo que ven no le agradaba para nada.

-Lo siento es que…-

El entrenador me calló con un silbido de su pito.

-No me haga perder el tiempo, vaya y cámbiese- dijo interrumpiéndome y por lo menos lo hizo porque no sabía que excusa le iba a inventar, la verdad era que no quería venir, odiaba el deporte, no sé porque pero era así y tampoco tenía ganas de que cambiara.

Nunca me había llamado por mi nombre, que hombre tan complicado, tengo pesar de su esposa e hijo, lo irónico era que es el padre de Dave, el cual es la gran estrella de baloncesto del instituto, ahí la otra razón la cual todas lo aman y desean, los chicos envidian su lugar por eso.

Cuando salí de los vestidores ya todos habían salido a la pista atlética a correr así que eso hice, di gracias al ver que esta clase me tocaba con mis dos amigos así que corrí así ellos que eran mucho mejores atletas que yo.

Maldito estado físico de asco.

Aunque no me hacía falta hacer mucho ejercicio pero no para adelgazar ni nada parecido, pues siempre he sido de esas mujeres afortunadas que entre más comen no engordan.

Alabo mi metabolismo rápido.

-Esperen- dije casi sin aliento, no podía alcanzarlos y estos iban de primeros del grupo, tuve que rendir al máximo para llegar cerca de ellos –Dios, no corran tanto, esto es solo una clase, no un maldito maratón- añadí poniendo los ojos en blanco. Los dos bajaron el paso de su trote con el cual yo les pudiera seguir el ritmo -Gracias-

-¿Cómo te fue en dibujo?- preguntó Dave mientras seguíamos trotando

-Como siempre- dije extrañada de su pregunta.

Ambos se miraron como si fueras cómplices de algo.

-¿Me he perdido de algo?- pregunté confundida.

-Me contaron que estabas hablando con el nuevo en artes- comentó Harriet como si soltara un gran bomba en chismes.

-Sí, de hecho es muy amable, no le veo problema- dije con el ceño fruncido.

-Me sorprende- dijo Harriet.

-No entiendo-

-Bueno, querida amiga, él no ha hablado con nadie más que contigo- dijo Harriet casi deteniéndose para narrarme.

Eso sí que me sorprendía, él fue demasiado cordial conmigo como para considerar que no lo pudiera ser con los otros, parecía casi imposible que fuese tímido, después de todo él había comenzado la conversación.

Pensé inmediatamente en el lienzo que guardaba en mi casillero

-Están exagerando- dije dándole poca importancia.

Dave volteó los ojos.

-Ah verdad que a ti lo único que te interesa es el chico virtual- realmente el que yo no conociera a Alex le molestaba a Dave.

-Basta- exigí.

-Ten cuidado- me advirtió Dave.

Volteé los ojos.

-Solo hablamos en dibujo- reclamé.

Él se encogió  de hombros y yo lo empujé un poco.

-Deja de comportarte así y más bien préstame tu celular- le pedí.

Atrapada en tu red (Catfish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora