C a p í t u l o 20

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Probabilidad

Tocó la puerta con una furiosa determinación, casi desesperada. No era demasiado tarde todavía, y por más que sea, Iida Tenya necesitaba una disculpa por lo dolorosa que podía ser la realidad.

— ¿Midoriya-kun? ¿Qué haces? —cuestionó el muchacho de cabellos azulados mientras veía confundido como Izuku se inclinaba con profundo arrepentimiento.

—Lo lamento, lo lamento, lo lamento mucho, Iida-kun —repetía el muchacho mientras limpiaba algunas lágrimas que se le escapaban.

— ¿Qué sucede, Midoriya-kun? ¿Por qué te disculpas? Pasa, por favor —dijo rápidamente, mientras se hacía a un lado y el pecoso entraba hipando.

El chico se arrodilló en el suelo, e hizo una reverencia, rogando el perdón del chico; no sabía en qué medida le dolería saber a Iida que él se había ganado por accidente el corazón de Ochako, y probablemente si Iida pasara por lo mismo, se comportaría de la misma forma.

— ¿Ya puedes decirme qué pasó, Midoriya-kun? —pidió el chico mientras Izuku se reincorporaba.

—Es... Sobre Uraraka-san —empezó a decir con dificultad.

El muchacho se puso en pie como si tuviera un propulsor espacial en la espalda y casi salió disparado a la acción.

— ¿Qué pasó? ¿Le ocurrió algo? ¿Está bien? ¿Dónde está? ¿Puedo ayudarla? ¿Se enfrentó a algún villano? ¿Reprobó alguna materia...?

—Iida-kun —le calmó el pecoso—. La verdad es que ella, pues, eh... Confesó que sentía algo por mí.

Silencio incómodo. Jodido silencio incómodo.

—Ah.

El cuatro ojos permaneció expectante; si bien, no era un experto en la materia del amor, no sabía bien qué sentir en ese momento.

Sí, estaba decepcionado de que la chica de sus sueños sintiera algo más hacia su amigo; había que admitirlo, eso era un golpe bajo.

—Midoriya-kun.

— ¿S-sí?

— ¿Recuerdas que te dije que serías mi rival?

— ¿... A-ajá?

—Quería repetírtelo otra vez.

Midoriya Izuku parpadeó un par de veces, confundido al ver la expresión tan aterradoramente seria que tenía su amigo en ese momento.

Joder, que Iida Tenya celoso no es algo que se ve todos los días.

¡N-n-no, Iida-kun! —se apresuró a negar el de cabellos esmeraldas—. Uraraka-san es solo una amiga para mí, lo juro. Es toda tuya si quieres, yo... ¡los puedo casar, yo tengo autoridad!

El muchacho se quedó observándolo de forma analítica. Midoriya tragó en seco, y Tenya suspiró, acomodándose sus lentes con un dedo.

—Bueno... En cierta forma ya me esperaba que Uraraka-kun sintiera algo por ti.

Para sorpresa del de cabellos verdes, Iida sacó una tabla gráfica con esquemas bastantes intrincados. Solo pudo verlo con mucha confusión mientras inclinaba su cabeza hacia un lado tratando de comprenderlo.

—Eh, Iida-kun... ¿qué es eso?

—Probabilidades y estadísticas —exclamó, sacando a su vez una vara de aluminio para presentaciones.

Vaya que cuando Iida Tenya iba en serio... Literalmente era en serio.

Midoriya se quedó admirando un momento las tablas y gráficas, tratando de entender lo más posible por su cuenta. No pudo evitar murmurar mientras jalaba su labio inferior, como era costumbre.

—Debido a los momentos que ustedes ya han pasado juntos —empezó a explicar el de cabellos azulados—, es normal pensar que al menos uno de ustedes dos llegara a poseer sentimientos del tipo romántico hacia el otro. De hecho, podría decir que son una de las parejas hetero más esperadas por el público.

Dijo apuntando con la varilla metálica a una barra bastante alta con la inscripción de "Izuchako/Dekuraka".

—Si bien, ciertas personas me apoyan en cuanto al "Iidaraka"... En cierta forma es como una excusa para emparejarte con Todoroki Shouto. Aún no entiendo por qué —finalizó su punto observando la tabla como si estuviera en rumano antiguo.

Midoriya se atragantó y empezó a toser con estrépito luego de observar las altas probabilidades del "Tododeku".

Iida-kun... ¿P-por qué son tan altas estas? —cuestionó apuntando con un dedo tembloroso donde rezaba el shipp del brócoli×termostato.

—Pues, por alguna razón, muchas personas apoyan la unión entre ustedes. Incluso llegué a saber de una página donde chicas hormonales de quince años escriben textos eróticos de ustedes dos.

Nuevamente Izuku se ahogó con el aire. ¿Qué demonios pasaba por las mentes de esas jóvenes? El mundo sí que era extraño.

Pero el de cabellos esmeraldas casi muere cuando Iida preguntó.

— ¿Por qué no luces asqueado de eso? Pensé que cuando te lo diría hubieras querido romper mi tabla con un smash, o algo así.

El bochorno convirtió la cara de Izuku en una tierna y avergonzada fresa. Iida esperaba su reacción pacientemente. Y el muchacho solo atinó a decir.

— ¿T-Todoroki-kun? Iugh, no.

Sus palabras decían una cosa, mientras sus acciones otra completamente diferente. Iida ya lo había notado, desde hace un tiempo, pero las piezas comenzaron a hacer clic.

—Midoriya-kun, te pido por favor que seas sincero. Sabes perfectamente que cuentas conmigo, y puedes hablar si así lo necesitas.

—G-gracias, Iida-kun, lo aprecio mucho —aceptó el pecoso con un asentimiento enternecido—. ¡Pero estoy aquí para hablar de ti! ¿Cómo tomas, eh, que Uraraka-san sienta algo por mí?

El muchacho le sonrió también por su preocupación; aunque esta fuera solo una excusa para cambiar de tema.

Se imaginaba que apenas había sucedido la confesión Izuku acudió a su puerta para no esperar a que se enterara de otra forma. Eso era noble de su parte.

—Puedo esperar. De todas formas, mi prioridad justo ahora es convertirme en un héroe y honrar el nombre de Ingenium. Creo que no necesito una relación por el momento.

—Woah, Iida-kun, eso es muy maduro —alegó Deku con una sonrisa.

—Gracias, Midoriya-kun.

Finalmente Izuku se marchó, dejando a Tenya pensativo en su cuarto.

No estaba seguro de qué iba el amor. Pero si había algo claro, es que no era tan sencillo.

}•{

I'm alive, pero con ganas de alejarme del fandom de BNHA ajakka

Subiré los capítulos que tenía escritos de reserva desde hace años, pero no puedo asegurar que continúe la historia, lo siento.

Disfruten lo que resta, mientras me decido si intentar continuarlo, dejarlo aquí o solo borrarlo.

Gracias por leer.

My Hero's LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora