Historias Afluentes.(Provisional)

Un mal presentimiento.

I
Era un bonito día. Un sol brillante, el cielo despejado; simplemente perfecto. El inspector Shoji Mezo, iba en uno de los tantos coches que poblaban la ciudad, escuchando la radio.

…la policía a capturado a uno de los miembros del grupo criminal Bakusquad; concretamente Black Riot, quien ha sido identificado como Ejiro Kirishima. El jefe del Departamento de Policía ha declarado que pronto será transferido a una carcel especializada para villanos peligrosos; sin embargo no ha dado más detalles. En otras noticias…

-Jefe, ya llegamos.-una voz femenina lo sacó de su concentración-

-Gracias Jirou, ya lo veo.

El auto se estacionó justo enfrente de la estación, y de este bajaron cuatro personas: tres hombres, dos de los cuales iban vestidos con trajes negros y gafas oscuras, y una mujer que igual iba de negro, pero con jeans y un chaleco de cuero sobre una camiseta igual negra; mientras nuestro héroe vestía unos pantalones café, a juego con un chaleco del mismo color, que le daba espacio para mover sus 6 brazos, y zapatos negros; se dispusieron a entrar a la Estación de Policía.

Ya dentro, fueron interceptados por un hombre de mediana edad y mediana estatura, quien se dirigió a nuestro protagonista.

-Inspector Shoji. ¿A qué debemos su visita?-dijo este con una sonrisa obviamente fingida.

-Vengo a hablar con el sospechoso antes del traslado.-le respondió el nombrado.

-No creo que esa escoria vaya a hablar ni que merezca el tiempo del gran Mezo Shoji.-dijo acentuando su tono sarcástico.

-Eso lo decidiré yo, señor Watanabe.-respondió Shoji con seriedad.

-Hrm.-gruñó de mala gana- Muy bien. El sospechoso está abajo, en una de las celdas especiales. ¡Ojiro!-gritó-

-¿¡Si señor!?-respondió el oficial nombrado mientras se acercaba.

-Acompaña al inspector a la celda de Black Riot.

-Ahora mismo. Por aquí, por favor.

-Jirou, ven con nosotros;-dijo Shoji antes de seguir al joven de la cola- Kouda, Sato, queden se aquí.-ambos solo asintieron con la cabeza.

II
Las celdas especiales eran diseñadas para contener a los villanos más peligrosos. Por ley, debían de haber al menos dos en cada comisaría, aunque eran muy comunes en las cárceles donde eran destinados los más peligrosos hombres y mujeres. Solo el hecho de estar en una de estas, era considerado un honor en el mundo criminal, pues hablaba mucho de cuan peligroso te consideraba la sociedad.

Tras bajar en un ascensor y caminar por un pasillo lleno de cámaras llegaron a una habitación blanca, con dos de estas celdas. Una poseía cristales tintados de negro, de manera que no se podía ver hacia adentro; en la otra, gracias a la transparencia de los cristales, se podía observar a un joven de cabellos negros que tenía puesto un bosal, y que estaba apresado con un chaleco de acero y cadenas que sujetaban sus muñecas y pies.

-¿Qué hay en esa celda?-preguntó Jiro, señalando a la de los cristales tintados.

-Está encerrado un sujeto que casi asesinó a su novia y a otros civiles que estaban cerca. Su quirk es una criatura de sombra que sale de su cuerpo y se hace más fuerte con la oscuridad, por eso la celda está iluminada constantemente con luces de alta potencia, y tintamos los cristales para que no nos afectara cuando bajásemos.-explicó el rubio.

-¿¡Qué casi mata a su novia!?-dijo impresionada la joven de los audífonos.

-Si, la pobre está en muy mal estado, en el hospital.

-Jirou, no estamos aquí para eso.-le regañó Koji.

-Tiene razón, jefe. Lo lamento.
El hombre tentáculo se acercó a la segunda celda y se dirijió al joven retenido en esta.

-¿Eres Ejiro Kirishima?

-¿Tú qué crees?-le respondió este en un tono desafiante.

-¿Te puedo hacer unas preguntas?

-Vete a la mierda.-dijo mientras esbozaba una sonrisa engreída tras el bosal.

-¿Sabes que con los cargos en tu contra, pasarás un buen tiempo en la cárcel? ¿Verdad?-preguntó el inspector, mas fue ignorado como respuesta- ¿Y qué podrías disminuir ese tiempo charlando un poco sobre tus compañeros?

-Ya te lo dije prota de un hentai: VE-TE-A-LA-MI-ER-DA.

-Si son tus últimas palabras, creo que hemos terminado.

-Hasta pronto.-se despidió Kirishima, mientras hacía algo similar a un gesto de despedida; lo cual le era complicado, por el chaleco y las cadenas que lo contenían.

III
De vuelta en el asensor:

-¿Por qué no siguió insistiendo?-se dirigió Ojiro a Shoji, pues ya llevaba un rato aguantando la pregunta.

-Cuando llevas algún tiempo haciendo lo que yo hago, aprendes a saber si el sujeto que tienes enfrente es de los que hablan o no.-fue la respuesta que recibió de mano del inspector. Respuesta que silenció al joven.

En el recibidor, justo enfrente de la entrada del elevador, estaban Sato y Kouda, junto al comisario Watanabe. Este último visiblemente molesto, no le gustaba que los inspectores se paseasen por ´´su´´ comisaría; esperando hasta que volvieron Koji, Jiro y Ojiro.

-¿Ya terminaron? ¿Logró que dijera algo?-preguntó Watanabe a Shoji, cuando este salió del ascensor.

-No va a hablar, es inútil intentarlo. Pero si yo fuera usted: incrementaría la seguridad durante el traslado de mañana.

-¿Alguna razón en particular?-preguntó extrañado el comisario.

-Solo un presentimiento. Que tenga buen día comisario; oficial Ojiro.-sin decir más Shoji hizo una seña a sus compañeros y se marcharon de las estación.

-Ya lo oíste Ojiro: comunica que aumenten la seguridad durante el traslado.-pese a que no le agradara el inspector Koji, sabía que este poseía una muy buena intuición; y que debería de tomar su consejo. Mientras, el rubio solo asintió y se marchó.
Mientras el grupo de Koji entraba a su coche:

-Jirou, Kouda, mañana los quiero apostados en la calle 48; Sato y yo esperaremos en la Avenida Might.

-¿Su mal presentimiento jefe?

-Si, Rikido, mi mal presentimiento.

Continuará…
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Espero les haya gustado, no olviden votar en ese caso. La portada es provisional.

La historia estará compuestas por minihistorias que de alguna u otra manera están conectadas, contribuyendo a una historia general.