Capítulo 13:Vuelta(completo)

219 19 0
                                    

Capítulo 13:Vuelta

Piip....

Piip...

Piiip...

Pip...

Esa era la banda sonora de mi cabeza, no escuhaba nada más que ese irritante y poco identificable sonido. No sabía lo que era, tampoco es como si pudiese abrir mis ojos para comprobarlo, mi cuerpo no respondía, mi mente tampoco, no recordaba nada, de lo que había ocurrido, ni donde estaba ni nada, lo único que sabía era mi nombre y que punzadas de dolor me recorrían de vez en cuando por el cuerpo.

<<Vamos, vamos, la estamos recuperando, hay que traerla de vuelta>>

Esa clase de oraciones me llegaban amortiguadas, como si yo estubiese bajo el agua y ellos en la superficie, espera... yo no podía estar bajo el agua, seguía respirando, ¿no? me concentré en averiguar eso, una breve lenta y débil repiración se llevaba a cabo en mi interior. Débilmente, noté una cosa extraña, posándose encima de mi boca y nariz, mi primer impulso fue deshacerme de esa cosa, ¡me impediría respirar! pero luego averigué que era al contrario, esa "cosa" facilitaba mi respiración e internamente lo agradecí, poco a poco, parecía que me estaba recuperando, lo malo era que el dolor se sentía más agudo, a un punto casi insoportable, no podía, no podía...

Un pinchazo.

Eso fue todo lo que necesitaba, el dolor fue menguando, mi respiración pasó de estar agitada a ser pesada, mis pensamientos iban cada vez más lentos, más tranquilos... estaba como en una nube, y mirando hacia abajo, veía un prado, sí, un prado hermoso. Verde y con flores de todos los colores existentes, de todas las tonalidades diferentes de rojo, naranja, amarillo, rosa, violeta e incluso flores y plantas de distintos matices de azul, todo era... maravilloso...

Pero la nube del color del algodón comenzó a oscurecerse, como lo hacen las nuves de tormenta y el prado comenzó a desaparecer, todas las plantas eran arrancadas del suelo y volaban, hacia un horizonte más oscuro aún, la tierra se volvió negra, de un negro profundo, ahora lo veía todo de ese color.

Todo... todo, hasta que ya no vi nada.

***

Johanna (tía de  Denysse)

Estaba destrozada por dentro, la tristeza me consumía, pero sabía que tenía que ser fuerte, debía mostrarme fuerte frente a mi sobrina, pese a que por dentro estaba más muerta que viva. Intentaba convencerme a mí misma de que ella pronto depertaría. Abriría sus ojos e intentaría reconocerme, si es que se acordaba de mí, no la veía desde hace dos años. Mi ajetreado trabajo y a su vez, el de mi hermana y su marido me lo impidieron. Me resultaba raro estar allí sin sus padres, siempre que nos vimos, ellos estaban presentes, provocando un ambiente familiar, aunque la última vez no fue así. Noté a mi sobrina muy apartada, fría, no se parecía en absoluto a la feliz y cariñosa niñita rubia que conocía tan bien. Ahora sí que estaba distinta y me dolía mucho verla así, con una venda blanca cubriéndole la cabeza, mechones enredados y sucios de pelo rubio pegándosele a la frente y nuca por el sudor y su cuerpo cubierto solamente por una de esas batas de hospital que yo tanto odiaba. Pero lo peor, lo peor era la cara, mi sobrina siempre fue algo blanca de piel, pero mantenía un tono saludable, ahora su tez se asimilaba al color de las mantas blancas que la rodeaban. Uno de sus ojos estaba morado, había mejorado desde la primera vez que la ví, cuando la ingresaron en la habitación, hace ya dos días, pero seguía estando mal, muy mal. Ella todavía no despertaba, los médicos únicamente me tranquilizaban diciéndome que tenía que recuperar fuerzas. La operación fue complicada y ella estubo a punto.. estubo... dios, se me hace demasiado difícil pensar que mi pequeña sobrina podría no haber salido con vida de la operación...

Ellos dicen que solamente está recuperando fuerzas, pero yo los escucho hablar entre ellos, temen que Deny esté en coma.

Deny... ese apodo se lo puse cuando ella era pequeñita, era un apodo tierno, para una tierna princesita, lágrimas me mojan el rostro, por lo general soy una mujer dura, fuerte y sé que ahora más que nunca, tengo que seguir así, por Denysse, por las dos. Pero no puedo evitar que una tristeza inigualable me embargue cada vez que pienso en ella, que tengo recuerdos de ella, de sus padres, de mi hermana.

El silencio en este lugar es abrumador, de vez en cuando viene algún que otro médico para revisar a mi sobrina, o una enfermera para tomarle la temperatura, por lo demás estamos nosotras dos solas. Aunque muchas veces, tengo la impresión de que no hay nadie en la camilla a mi lado. Ella no se mueve, el único sonido que emite es el de su respiración, eso me alivia, respira a un ritmo normal, eso es lo único que eventualmente me da esperanza, lo único que me induce a creer que las cosas pueden mejorar, aunque sea un poco.

Me giro a mirarla de nuevo, sus párpados se mueven.

Intento no ilusionarme demasiado, algunas veces pasaba lo mismo y solo era porque sus pupilas se movían de vez en cuando, como si realmente estuviese dormida y estuviese teniendo un sueño. Pero esta vez es diferente, siento que será diferente.

Una rendija aparece bajo sus párpados, es tan mínima que si no estuviese tan cerca de su rostro y mirándola tan fijamente, seguramente no me habría percatado de ello.

Le cojo la mano, intentando que ella me sienta, que sienta que hay alguien a su lado y que luche por salir de ese sueño "reparador" en el que ha estado sumida este tiempo.

Un pequeño ruidito sale de su garganta. Puede que esté intentando hablar, la llamo en voz baja, que apenas es un débil susurro.

Lágrimas de emoción surcan mi rostro al ver por fin parte de sus hermosos ojos azules, que se enfocan en mí y me miran fijamente. Es como pensé que sería, intenta reconocerme.

Sé que tengo que avisar a los médicos, decirles que ha despertado por fin, que los expertos determinen como está, pero no soy capaz de dejarla sola, no ahora. Pero debo hacerlo, al igual que debería mostrarme fuerte ante ella, a pesar de que lo único que logro es llorar y refrenar mis impulsos de abrazarla y no soltarla nunca. Hago ademán de irme, pero entonces, noto una  leve presión en la mano que sujeta la suya, intenta apretármela, aunque ella solo logra un débil agarre. Sonrío con tristeza, pero tras prometerle que volveré, deslizo mi mano de la suya y salgo de la habitación en busca de los médicos, consigo calmarme y secar mis lágrimas, pero no puedo evitar que florezcan de nuevo cuando al salir por la puerta, escucho una débil ,ronca, pero familiar voz decir:

-Tía Johanna, estás aquí.

***

Bien, os prometí que el capítulo trece iba a ser continuado, ¿qué os ha parecido?

Ya se ha desvelado que Denysse vive pero hay muchas más incógnitas en el aire, que todavía no han recibido respuesta.

El personaje de Johanna a mí me parece entrañable, es un personaje que tendrá mucho peso en esta historia, es uno de los personajes que yo considero "de unión" (posiblemente no entendáis esta parte, pero os garantizo que lo entenderéis más adelante)

Por favor, como siempre os pido que comentéis y votéis, porque de verdad que eso anima mucho al escritor (escritora novata en mi caso) y le anima a continuar el saber que a la gente le gusta su novela :)

Saludos y muchos besoooooooos! :* <3

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora