Vacío

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Hay días que te despiertas
y solo ves nubes,
no solo en el cielo
sino en la misma habitación.

Y las nubes te consumen,
y te hablan, y te susurran,
y no quieres escucharlas
pero tu sangre ya es niebla.

Sin importar lo que se luche
por intentar impedirlo,
el corazón la esparce por todas partes
y te siguen susurrando cosas horribles,
de muchas maneras terroríficas,
a cada cual, peor.

Ellas son más fuertes,
se meten en nuestros sueños,
destruyen toda luz,
todo son gritos, muertes, sufrimiento.

Lo único que quiere escuchar
es que todo va a ir bien.

Lo único que puede decir
es lo siento.

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