Parte 14

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Chasqueo mis dedos y apagó la televisión, ella se sienta en el sofá y me mira nerviosamente.

- Tranquila, conmigo no te pasará nada.

- No es por mi que temo, es por aquellas personas inocentes, ni siquiera saben porque están muriendo.

- Todo el que nace tiene sus pecados, cariño.

Me siento en el sofá en frente de ella, cruzó mis pies y empiezo a toquetear mis dedos en la madera haciendo un sonido rítmico. Pienso en que hacer para detener las muertes, en otras circunstancias estaría feliz por tener tantas almas, pero estas no van a costillas mias, el maldito de Lucien está superando mi record. Las palabras de la morena me sacan de mis pensamientos.

- Oh, maria, Dios, la tenemos que proteger, mi familia, yo...

- Oh no, yo no puedo tenerlos a todos a salvo, sabes que sólo tu puedes verme, no me presentaré ante extraños.

- No puedo dejar a mi familia desprotegida, lo siento.

Toma su teléfono y empieza a marcar, muevo mi dedo índice y convierto el teléfono en cenizas.

- Te dije que no puedo, lo único que puedes hacer es llamarlos y decirle que no salgan a las calles. No me arriesgare a que me vean, y créeme, ellos están más seguros lejos de nosotros porque es a nosotros a quienes el quiere.

- Esto es tu culpa.

- No, esto es culpa del ser supremo de arriba, si yo me hubiese quedado en donde estaba no tendríamos este problema.

Ella se levanta de el sofa, se dirige a la cocina. Me jode la puta inexistencia el tener que estar aquí y ahora para rematar tengo el problema de Lucien, mi padre me lo está haciendo más dificil, Yo tengo que ser el Rey del inframundo, yo soy el heredero, pero a el no le interesa eso, prefiere sacar a este idiota de su calabozo para que yo no llegue al trono aún así tenga que pelear el después con Lucien por lo mismo, El infierno.

La morena sale de la cocina, esconde algo a su espalda.

- Si no me ayudas a proteger a mi familia, me suicidare.

Saca un cuchillo y lo pone en su cuello.

- ¿Si? Quiero ver eso.

- ¡Ayudame!, ayuda a mi familia.

- Te dije que no puedo, que no quiero.

- Entonces....

Intenta hacer presión en su cuello, esa idiota no está bromeando, me aparezco detrás de ella y le quitó el arma.

- No seas idiota, si haces eso entonces el tendrá lo que quiere y tu te irás directo al infierno, ¿Eso es lo que quieres?, ¿Quieres estar el resto de tu eternidad en el infierno?.

- NO, SÓLO QUIERO QUE MI FAMILIA ESTE BIEN.

Me grita, mierda, que histérica es está mujer, como quisiera dejar todo e irme de esta mierda de tierra.

- Bien, hablaré con don Pedro y haré que los proteja, pero dame unas horas.

- Bien, te las doy.

Demonio Protector © FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora