Celo de dragones

Capítulo XI - El rey dragón

El panorama en la cabaña no era alentador. Porlyusica había dicho que habrían problemas si Natsu se convertía completamente en dragón. ¿Qué era aquello? El libro no lo especificaba, pero al parecer un dragón rey, tras aparearse, podría llegar a convertirse en éste ser para imponer su autoridad sobre los demás. El hecho de que fuera Natsu quien pudiera llegar a convertirse en la bestia revestía todo de un lúgubre tono de incertidumbre.

- El hijo de Igneel debe aparecer, Makarov. Debemos tenerlo bajo control.

- Ya fueron tras él. Pero no tengo idea de dónde puede haber ido. Maldición, si fuera uno de los otros, pero Natsu...

- Tu nieto tampoco sería muy fácil de manejar.

- Pero Laxus es un dragón de segunda generación. Aunque pudiera convertirse en dragón  no llegaría al poder de Natsu. Es demasiado. Ese es el principal problema. Temo que pierda la conciencia.

- Ciertamente, ese es un riesgo. ¿Qué me dices del dragón de hierro?

- ¿Gajeel? Es un imbécil también, pero se puede razonar con él. Lo entendería.

- Lo que me llama la atención es el comportamiento del chico de hielo.

- Estuve investigando sobre los Demons Slayers cuando  Gray adquirió esa habilidad. Si bien comparten características con los dragones (por ser criaturas no humanas), están más cerca de nosotros que de ellos. Además, supongo que su personalidad influirá en ello. Gray es un chico muy aplomado. Y estaba absolutamente seguro de que su compañera correspondería, por eso no me preocupaba tanto. Lo mismo ocurre con Laxus. Sin contar que Mira es una maga muy fuerte. Y también con Gajeel, creo.

- Si el hijo de Igneel engendra un hijo con la maga celestial ella sufrirá cambios considerables también. ¿Crees que lo soporte?

- Lucy es más fuerte de lo que parece. El linaje de los Heartfilia nos ha dado muchas gratas sorpresas. Ella podrá resistirlo. Además, Natsu encontraría la manera de darle fuerzas. Como Erza dijo, hay más de ellos de lo que podemos ver.

- Así y todo, los niveles de magia serían suficientes para desbordar a cualquiera. Lo mejor sería encontrarlos.

- Si Natsu alcanzara la transformación ¿Hay alguna manera de revertirla?

- Ninguns que estés dispuesto a llevar a cabo.

Lejos de allí, en una casa a orillas del río, se encontraba una maga de cabello azul mirando el techo. <<¿Dónde estoy?>>

- Ya despertaste. - sonó una voz profunda.

- ¿Gajeel? - todo lo que estaba pasando llegó a su cabeza de repente - Gajeel dón...

- No hay mucho que explicar.

- Atacaron la cabaña d...

- Salamander es un idiota. Fuera de eso, que no es asunto mío, yo realmente no tengo nada de qué arrepentirme. Fui por lo que es mío.

Aquellas palabras removieron algo en el interior de la pequeña maga, dibujando un camino de sensaciones desde su pecho hasta por debajo de su vientre.

- No sé si sean las palabras que esperaba como una declaración. Pero definitivamente te correspondo, Gajeel.

- Enana, aún después de todo lo que ha pasado...

- Shhh... Eso quedó atrás. Lo que importa ahora es lo que está pasando en este momento.

- No.

- ¿No?

- No.

- Pero creí que tú...

- Lo que importa es lo que está por suceder - sonrió él, arrojándose sobre ella.

Un trío de magos iba caminando por el bosque. La menor de ellos se detuvo con la vergüenza pintada en el rostro.

- Esa es la casa de Gajeel kun.

- Tal vez podamos pedirle que nos ayude a encontrar al horno andante.

- Gray san, no creo que sea buena idea entrar. - sugirió Wendy. Su fino oído había captado las palabras allí dentro, y en el contexto que de hallaban no creía que fuera la mejor idea.

¡Hola! Aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia. Se viebe el lemmon para los fans del GaLe. Ya queda poco para el NaLu, y les prometo GrUvia también. Gracias por leer.
¡Hasta la próxima!