Prólogo

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Me dirigía a la casa de los Rodriguez, por suerte vivían a dos cuadras de mi casa. Lo cual se me hizo fácil llevar las valijas caminando.
Al llegar toque timbre.

─Lili, que bueno que llegas ¿como has estado cariño? ─. Me recibió con un abrazo Helen

Helen Park, tiene 37 años, es delgada y su cabello es castaño claro, sus ojos son verdes, es una de las más reconocidas diseñadora de interiores y mejor amiga de mamá.

─ Hola, bien gracias ─. Sonreí

Nos adentramos a la casa, Nick estaba sentado en uno de los sillones de la sala.

Nick Rodriguez, tiene 38 años, su cabello es rubio, tiene ojos azules. Maneja una empresa de entretenimiento junto a mi padre.

─ Lili, es un gusto tenerte de vuelta por aquí ─. Me recibió con un cálido abrazo

─ Siéntate Lili, hay algo que tenemos que decirte ─. Asentí. ─ Nuestro sobrino está en la ciudad y se quedará aquí un par de meses, espero que no te moleste ─.

─ No, para nada ─. Sonreí, aquello no me molestaba pero si me incomodaba 

─ Es bueno oír eso ─. Rieron. ─ Ten, esta tarjeta tiene dinero para los gastos, si necesitas más dinero llámanos ─. Asentí y la tomé

─ Cielo ya es hora, nuestro avión va a despegar si no nos apuramos ─. Dijo Nick. Helen asintió y llamó a los niños

─ Se portan bien y obedecen a Lili ─. Los niños gritaron al unísono un si

La puerta se cerró y dos pequeñas manos tomaron las mías, empujándome hasta la cocina.

─ ¿Podemos hacer pastel? ─. Preguntó Chloe

─ De doce pisos ─. Gritó el pequeño Alex

─ Trataremos de hacerlo, ¿De chocolate o vainilla? ─. 

─¡Chocolate! ─. Gritaron al unísono los pequeños

Comenzamos preparando la masa, todo  marchaba bien, hasta el pequeño incidente

─ ¡Manchaste mi remera Alex! ─. Dijo triste Chloe

Ambos comenzaron una guerra de harina, involucrándome en ella. La cocina era un completo desastre, pero no importaba mucho porque nos estábamos divirtiendo.

─¿Qué está pasando aquí? ─. Una voz masculina habló a mis espaldas. Callando repentinamente nuestras risas

Supuse que era el primo mayor de los pequeños, sonreí un poco nerviosa y me giré hacia él. Olvidando que el piso estaba resbaloso por los huevos que tiraron los menores.
No caí de cara al suelo por suerte, pero para mi desgracia sus manos se posaron en mi cintura, encontrándome con unos ojos azules bastantes encantadores

─ ¿Se van a besar? ─. Preguntó inocente Chloe

100 days living with him | - PROXIMAMENTE -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora