En verdad estaba enfadada. No podía creerlo. Quería asesinar a Lara, ¿Cuándo se le ocurrió que mudarnos era mejor? ¡Ībamos a mudarnos del otro lado de la ciudad! Eso significaba que iba a estar en otro Instituto y sola, claro no tenía ninguna amiga...aaaaash Kendal como voy a extrañarte amiga.
Miraba mi habitación vacía y la angustia se apoderaba de mí, no quería irme de ahí diablos.
-Lili, ¿estás lista?- me dijo Lara interrumpiendo mis pensamientos.- El camión de la mudanza está esperando afuera para que nos siga en el camino- La miré con los ojos llorosos- Anda Lili, sé que es difícil, no me lo hagas peor, sé que te va a gustar, la casa es grandísima te va a encantar.
-Extrañaré a Kendal- dije sollozando.
-Ay Lili, podrás verla cuando puedas, estamos a tres horas de aquí no es tan lejos- dijo colocando una mano en mi hombro.
Era verdad, la otra casa no se encontraba tan lejos. Lo que me ponía Jodidamente mal era el pensar que iba a asistir a otro Instituto sin ningún amigo.
-Está bien, ya vámonos de una vez- dije secandome las lagrimas.
Una vez que estuvimos afuera saludé a Henrie, si que estaba guapo, llevava unos jeans apretados con una camisa blanca y su pelo castaño prolijo como de costumbre. Me miró con esos ojos verdes y me dijo
-Hey Lili, va a ser genial no te preocupes, tu ve en el auto con Lara, yo llevaré tu auto.
-Gracias Henrie- dije y lo abracé.
Estuvimos viajando en el auto de Lara casi dos horas y ya estaba cansandome. Miraba a mi hermana, sí que era hermosa, tenía una blusa blanca y unos shorts azules que resaltaban su piel espectacularmente bronceada, su pelo castaño oscuro y sus ojos verdes eran perfectos, tenía un cuerpazo envidiable la zorra.
-Que afortunado es Henrie, eres bien sexy, te envidio perra- Le dije sacándole la lengua.
- Oye lose gracias, con este cuerpaso logro calentarlo todas las noches- Guiñó un ojo y se reía.- tú también eres bien sexy Lili solo que tienes que mostrarte más.
-Cállate loca- le dije y reía.
Nos quedamos calladas un buen rato. Pensé en lo que me había dicho Lara..."Tienea que mostrarte más", lo pensé, no era mala idea. Si bien no era perfecta como mi hermana tenía lo mío. Pelo negro lacio por la cintura, extremadamente blanca, ojos verdes y unas largas pestañas. Sí, no tenía unos enormes senos como los de Lara pero tampoco eran pequeños, mi altura no ayudaba mucho pero estaba cómoda conmigo.
-De acuerdo- dije mirando a mi hermana- Me ayudaras con eso.
-¿A qué te refieres?- preguntó atenta a la carretera.
- A tu idea de mostrar más- dije.
-Exelente será un placer- dijo sonriendo. - Ya hemos llegado Lili.
Lara estaciono el auto atrás de Henrie, más a delante se encontraba el camión de mudanzas. Miré la casa, genial, era enorme.
-Vamos Lili baja ya- me dijo Lara entusiasmada.
Bajé y entre a la casa atrás de mi hermana. La casa era espectacular, grandísima y de dos pisos.
Ya eran alrededor de las 20. pm y habíamos limpiado y acomodando todo, se veía espectacular.
-Lili ¿quieres acompañarnos? vamos a comprar algo de comida- me dijo Henrie sonriendo.
-No gracias, vayan ustedes, estoy agotada me iré a duchar.
-Como desees, nos vemos luego.
Se fueron y enseguida me duche en el baño particular de mi habitación. Abrí el placard y opté por unos shorts blancos y una blusa azul francia un poco escotada y ajustada, me coloqué unas sandalias color natural y me peine. Estaba lavandome los dientes cuando escuché el timbre. Bajé por las escaleras sin ganas y cuando llegué a la puerta la abrí. Me encontré con una mujer hermosa que aparentaba un poco mas de 40 años, cabello negro y ojos mieles. A su lado un chico alto de pelo negro y ojos azules, tenía una remera blanca ajustada que hacía que se note sus perfectos musculos y una vermuda negra.
-Hola-dije algo tímida.
-Hola querida-dijo simpáticamente la mujer. Soy Samanta y el es mi hijo Samuel- miré al chico y este me guiñó un ojo, santo dios que sexy era.- Queríamos pasar a saludar, vivimos en la casa de al lado, si necesitan algo no duden en llamarnos.
-Que amable muchas gracias- dije sonrojada
-¿Cuál es tu nombre?- me dijo Samuel y sentí mi cara ardiendo.
-Me llamo Lili
- Lili... ¿vas al Instituto? -preguntó Samanta.
-Empezaré el lunes en el Instituto Roach-dije tímidamente.
-Oh Sam va a ese Instituto si quieres pueden ir juntos ¿no cariño?.
-Oh no, no quiero molestar gracias-dije un poco nerviosa.
-Por mi no hay problema- dijo Samuel.
Me quedé parada sin saber que decir.
-Tienes tiempo de pensarlo, recien es viernes por la noche, tienes tiempo.-me dijo mirándome fijamente.
-De acuerdo gracias- dije devolviendole la mirada.
-Fue un gusto conocerte querida-dijo Samanta dándome un beso en la mejilla, y se fue.
Iba a cerrar la puerta cuando me di cuenta que Samuel seguía parado ahí.
-Lo siento pensé que te habías ido- dije poniendome colorada.
- No lo sientas, ya me iba, sólo quiero que pienses si quieres que te acompañe el lunes- me dijo sonriendo, mierda era hermoso tenía una sonrisa ardiente.
-Esta bien lo pensaré- dije mirando el suelo.
-Perfecto, fue un gusto preciosa.- dijo y me besó la mejilla.
-Adiós- dije.
Cerré la puerta y subi a mi habitación. Cuando iba a cerrar la ventana vi a Samuel. Resulta que mi ventana daba directamente a la suya. Me lo quedé mirando.
-El lunes iré contigo- grité.
Mierda no tenía planeado gritarlo sólo quería pensarlo. Samuel se dio vuelta y me miró sorprendido.
-Oye que buena vista tengo-dijo acercándose a la ventana.
Me sonroje.
-Buena elección preciosa- dijo, carajo ¿por qué me decía preciosa?.- Por cierto, lindo escote.-dijo guiñandome el ojo.
Miré mi escote y acto seguido corrí la cortina. Ese Samuel si que sabe calentar a las chicas y como no iba a hacerlo, parece un dios griego. Que ganas de besarlo, sacarle todo y follarmelo bien duro. ¿Eso acabo de pensar? Mierda Lili no empieces a calentarte, me dije a sí misma.
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Maldita obsesión
RomanceLili Houpen, adolescente de 17 años vive con su hermana Lara (23) y Henrie (27) el novio de su hermana. Los tres se mudan a la otra parte de la ciudad, a la gran casa que sus padres le dejaron después de que hayan muerto en un accidente de avión, cu...