Cake

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«—Estarías con cualquiera ¿No es verdad? ¿Esto es lo que siempre haces con ellos?

Fueron las palabras que soltó con desdén Utena, mientras le separaba de su regazo y volvían a sentarse en la mullida cama. Por un momento se sintió tan bien, aquel cálido y suave tacto, sin embargo aquello estaba mal, ¿Verdad?

«—No, no es así... O tal vez...»

Anthy pudo refutar, haber dicho como por ejemplo algo que defendiese su honor, si es que quedaba algo de el, no obstante poco le importo la opinión de un contendiente más.

"Touga" murmuro Utena, aferrando las sabanas en su lugar apretó los dientes, el eco de la puerta cerrándose aun retumbaba en su mente como también la sensación de sus manos rondando su piel. Aquellas manos tan suaves y delicadas que sabían manejarse tan bien.

"¿Donde aprendió eso?" pensó para al final levantarse de su lugar e ir tras ella.

Touga deberá esperar un poco más, después de todo el "príncipe" fue demasiado descortés.

"¿Touga que diantres te paso?"

Caminando entre los pasillos del instituto Othori la oscuridad parecía absorberla.

Sola, escuchó las voces que nadie debería oír, reptando cual pérfida en la silenciosa senda, yendo al lugar que dio "inicio a lo suyo", le vio regando las flores en un cielo más obscuro que sin la luz de los faroles juraría ser parte de la misma nada, sin embargo conservando algo de cordura pudo distinguir el cimiento de concreto que amortiguaba el peso del inmenso Jardín.

Rosas, rosas rojas por doquier en su jardín secreto, sin darse cuenta avanzo hacia ella dejando de lado al príncipe mosca que seguía atraído por la luz del farol, ¿Y que más podía hacer en tal vil forma que solo esperar paciente a que al fin pudiera recuperar su "real" forma?

Dejando de lado su tarea Himemiya le ofreció una sonrisa placentera, su cabello lila se removió hacia el frente, con la izquierda coloco los mechones que habían caído hacia esa dirección otra vez en su lugar.

"Tan codiciosos y tan egoístas" pensó Anthy al ver la verborrea de su prometida, "siempre tan banales... Tan frágiles..."

Y esto último pensó haberlo dicho en voz alta por unos segundos cuando le vio romperse frente a sus ojos.

Yendo hacia el ducto, en un golpe preciso dejo caer el agua por todo el lugar.

Formando así un río de flores rojas y en medio ellas dos.

"Tan patético, un príncipe tan o más roto que los demás" fue lo que se estableció en su mente, mientras la noche se movía junto a ellas y las estrellas formaban estelas reflejando en el agua la silueta que disfrazaba la risible realidad.

«—Ninguno lo entiende, piensan que tienen alguna posibilidad, pero no es así ya que para mí solo existe él»

Entre el espacio infinito, sobre el reflejo del agua, a pasos gráciles se formaba una danza hecha sólo para ella, porque después de todo la prometida de la rosa serviría a su prometido con propiedad.

Si ella quería bailar, le ofrecería el mejor baile de su vida.

☆・゜゚・ ♔ ・゜゚・☆

Sucia entre el decline de su juventud, le vio desviar la vista cuando observo el secreto que en su piel muerta yacía.

"Utena, mi querida Utena, eres solo una pequeña niña jugando un juego que aún no terminas de entender, esa es tu mayor debilidad, como un peón sin saber a qué casilla avanzar, y al mismo tiempo tu mayor virtud, ¿Sabías que hasta un alfil puede coronarse como reina?"

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