-A mi también me gustaría mucho verte.
-¿Sobre a que hora vas a llegar? no creo que acabe muy tarde su cumpleaños.
-Llegaré sobre las nueve, aunque sea tarde almenos las veré.
-Pasalo bien eh.
-Gracias :)
El camino se me hizo largo, era la tercera vez que ponía en repetición mis canciones.
Miraba por la ventana para despejarme, pero empezó a llover y ya no era lo mismo.
Lluvia, una sonrisa salió instantánea mente de mi cara, había llegado a tal punto que cualquier cosa me recordaba a él.
Me daba demasiada pena estar cerca de él y a la vez tan lejos, no le vería esta vez,pero a la siguiente habrá suerte.
-Ya estamos llegando-sonreí levemente; realmente tenía ganas de bajar ya.
Pasamos por delante de casa de Ruth, donde ella, sus amigas y sus hermanas se estaban pintando unas a otras con ceras de colores.
Seguimos hasta casa, aún había que envolver los regalos, ellas nos seguieron detrás del coche, no pude evitar una leve risa.
-Juls, sal y diles que irás en un rato para que se vayan.
-Vale-sonreí y salí afuera.
-¡Julia!-Gritó Ruth y acto seguido se tiró a abrazarme.
-Feliz cumpleaños enana-sonreí tirandole de las orejas.
-Ven a mi fiesta, está a punto de acabar pero te lo pasaras guay.
-Id yendo, iré en unos minutos.
Ruth y sus amigas se fueron, pero Eva se quedó mirándome, nerviosa esperé a que dijera algo.
-Tía,¿qué haces aquí? Bruno está viniendo.
-Tía, no cuela, he hablado con el, te ha salido mal la broma-reí.
Sin decir nada Eva se fue, y reí por su estúpido intento de broma.
Volví a entrar a ayudar a mi tía a desempacar y envolver los regalos.
Sonó el timbre, Lucía fue abrir y empezó a hablar en susurros, me preguntaba quien estaría tras la puerta.
-Julia ven un momento-dijo Lucía.
Dejé el regalo en la mesa, por si llega a tratarse de Ruth, y salí al pasillo.
Ahí le vi a él, enfrente de mi con una sonrisa y un ramo de rosas entre las manos.
Me quedé quieta, en shock y con el corazón a mil, no me esperaba verle y ya estaba sintiendo algo bastante fuerte por él.
Se acercó a mi y me abrazó fuerte, correspondí su abrazo durante bastante tiempo hasta que nos separamos.
Vi de reojo la cara de Lucía y me dió bastante pena, sabía que involuntariamente ella también sentía algo por Bruno.
-¿Que haces aquí? -sonreí aun nerviosa.
-Conceder mi propio deseo.
Fuimos a casa de Ruth y yo aún iba como un flan, estaba demasiado nerviosa por tenerle a mi lado, cuando en Navidad me era de los mas indiferente.
Su madre nos invitó a desayunar al día siguiente, cosa que me dió bastante corte aceptar.
-¿Qué hacemos ahora?-preguntó Eva.
-Podríamos ir a dar una vuelta los mayores-propuso Ana.
-Si, yo me apunto-dijo Ruth emocionada.
-Dije los mayores-recalcó Eva y yo la miré apenada.
No podía dormir, me sentía tonta por mi comportamiento, prácticamente no había hablado con el.
Simplemente estaba nerviosa, lo estuve toda la noche, me sentía como si tuviera a Dylan delante mio.
Mañana todo será diferente, yo lo seré.
Tras proponermelo me quedé dormida.
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Las últimas gotas de lluvia
Novela Juvenil{Lo más inesperado está a punto de ocurrir,las gotas de lluvia que caen el día de Navidad acaban derramandose por la cara de Julia,¿por qué se contradice el destino?}