Que no entiendo que fue lo que hice, no entiendo a donde voy. Nunca entendí por qué nunca encajé, por qué nunca le interesé a nadie en esta familia y en la otra. Nunca entendí por qué era tan difícil para mi comunicarme con ustedes o por qué era tan difícil que me quieran integrar a una mínima charla de ustedes. Siempre fui una sombra, un fantasma, una cosa que nunca estuvo ni existió. Cuando hablabas con ellas nunca me mirabas a mi y yo estaba en el medio de ellas dos, no me miraste ni un puto segundo. No, no te estoy pidiendo ser tu preferida de la familia, solo pedía un poquito de integración. Sentir realmente que es una familia, porque cada vez que paso un momento con ustedes siento que cada vez pertenezco menos. Me encantaría poder compartir mis gustos musicales también, me gustaría también que me pregunten que carrera voy a seguir o que me pregunten cuanto me queda para viajar a ese lugar al que ella también viajó y la bombardeaban a preguntas. ¿Sabes qué? A las fiestas las voy a pasar bien el día que no la pase acá ni con ustedes y tampoco con la otra familia. Mis fiestas van a ser buenas cuando las pase sin ustedes, sin esa manera de ignorarme que tienen. ¿Sabes cuando voy a dejar de llorar estando con una botella de alcohol en la mano? Cuando esta mierda de estar en familia me deje de doler. Solo espero que me pregunten como está mi vida. Que por una puta vez me digan que me veo bien, que por una puta vez me digan algo. Solo espero que se den cuenta de que esto duele mucho, que nunca entendí que es lo que era estar integrada a un grupo familiar. Cuando estoy con ustedes me siento más sola que nunca y no tienen idea de lo mucho que duele. Y me miras como si te estuviera diciendo nada, como si nada estuviera pasando, otra vez.