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—Vamos Minnie, abre la puerta. —decía Hwang por tercera vez. —Las clases están por empezar.

—N-no quiero ir. —sollozó. —Ve tú, no q-quiero que pierdas una clase por mi c-culpa.

—Si no sales no iré a ninguna parte. —Hyunjin se apoyó en la puerta del cubículo. —Vamos, sal de ahí ya.

Con los labios curvados hacia abajo, Min logró abrir las puerta de aquel cubículo y salir de allí con sus ojitos al borde de derramar unas lágrimas.

A Hyunjin le pareció ver un mismísimo ángel al frente suyo. Era una persona demasiado adorable y si no fuera porque Seungmin estaba en ese estado, se hubiera abalanzado a abrazarlo y mimarlo.

—No llores, Seungmin. —las dulces palabras del pelinegro hacia que incosientemente Kim tuviera más ganas de llorar. —Hey, no, por favor.

Hyunjin no era muy bueno lidiando con gente llorando, ni triste. Lo máximo que había experimentado en este tipo de situaciones fue cuando a los 12 años dejó caer a Jeongin de un árbol y para alegrarlo le compró unas gomitas que tanto le gustaban.

—No quise hacerlo. —sorbió su nariz. —P-pensé que no le estaba haciendo daño.

—Tú no le hiciste daño. —dudando si era lo correcto o no, se agachó hasta la altura de Min. —Changbin hyung ha tenido un mal día.

—Lo dices porque no me quieres hacer sentir mal. —Hwang negó con la cabeza.

—Yo jamás te mentiría. —si Seungmin dijera que no se sentía a gusto, mentiría. Ver a Hyunjin actuar de esa manera le agradaba. —¿Está bien?

El pelirrojo asintió.

—Vayamos a clases. —Hwang tomó el brazo de Min para salir de aquel baño pero no pudo.

—Espere, ¿Jeongin esta preocupado? —no podía faltar el menor en esto.

Hyunjin suspiró, observar aquel brillo en los ojos de Seungmin era algo majestuoso de admirar. Sabía perfectamente que no se debían a él, pero ver a Kim feliz, lo hacia feliz también.

—Claro que sí. ¿Acaso quieres preocuparlo más? —levantó una ceja.

Se sentía tan especial. Había podido llamar la atención de Jeongin, de mala forma, pero de todas maneras contaba.

—¿Cree que debería? —cuestionó. —Es decir, no es bueno aprovecharme de él diciendo que estoy mal para que me consuele, pero al menos tengo su atención ¿no?

Sinceramente no sabia que debía responder, pues Jeongin si estaba preocupado mas no quería que le prestara mucha atención a Seungmin. Sonaba muy egoísta pero ¿Quién no habia hecho algo así?

El timbre sonó y esa fue la salvación para Hyunjin. Ambos salieron de los baños y se encaminaron hasta su salón pero una dulce y peculiar voz los interrumpió.

—¡Hyung! —los dos chicos voltearon para encontrarse con Yang al final de un pasillo mientras agitaba su mano para llamar su atención.

—¿Jeongin?

El menor de los tres no dijo nada y solo fue corriendo lo mas rápido que pudo hasta llegar y abrazar a Seungmin.

—Esto es de parte de Changbin y dice que lo siente. —Yang se sujetó fuertemente al cuello de Seungmin ya que este lo estaba cargando. —¿Estas bien? —ladeó su cabeza a un lado.

—Claro que sí, Innie. —Min sonrió sintiendo como miles de maripositas estaban en su abdomen. Yang estaba realmente cerca. —Ahora estoy mucho mejor.

—Que bien. —Yang le regaló una sonrisa, dejando ver sus lindos brackets que dejaron flotando a Kim. —Hyung, eh, ¿Puedes bajarme?

Seungmin no escuchaba nada, solo se concentró en admirar el adorable rostro de Jeongin. Era realmente hermoso.

—¡Hyung!

—¿Ah? Si, lo siento. —el pelirrojo bajó cuidadosamente al contrario.

—Solo quería saber si estabas mejor y creo que sí. —dijo mientras acomodaba su ropa. —Debo irme, mis clases ya empezaron ¡Adios!

Lo último que pudo ver fue como Jeongin desaparecía corriendo a lo largo del pasillo y suspiró, pero con una bella sonrisa en su rostro.

—¡Hyung! ¿Vio eso? —Seungmin se dio la vuelta rápidamente pero su sonrisa desapareció al darse cuenta que su hyung no estaba. —¿Hyunjin?

Creyó que probablemente se había adelantado y estaba en su salón así que corrió tanto como su piernas se lo permitían hasta llegar a su clase. Luego de disculparse repetidas veces con su profesora de matemáticas, esta lo dejó pasar y automáticamente se dirigió a su asiento, pero se detuvo en cuanto notó como el asiento de Hyunjin estaba vacío.

Solo logró distinguir a Felix quien lo saludó agitando su mano y a Jisung, quien por lo que pudo adivinar, preguntaba mediante señas raras donde estaba Hyunjin.

No-lo-sé

Fue lo que Han logró leer en los labios de Min, por lo que acudió a Lee.

Durante toda la clase, el cuerpo de Seungmin estaba allí mas su mente estaba en otro lado. Estaba bastante feliz por toda la interacción que tuvo con Jeongin ese mismo día pero no estaba tranquilo sabiendo que por arte de magia Hwang había desaparecido.

Más lejos se encontraban Han y Lee, quienes se sentaban realmente cerca.

—¿Me puedes explicar qué está pasando? —no hubo respuesta. —¡Felix!

—No quiero hablar de nada.

—Tú no pero yo si. —Hablaban en un tono bajo para que su profesora no los escucharan. —No es normal llegar a un lugar y encontrarte a Woojin regañando a Changbin como a un niño, a ti y a Chan hablando en Alemán y a Jeongin como un huérfano comiendo una manzana. Además ahora Hyunjin no está y Seungmin parece estar en un trance mental.

Nuevamente no hubo respuesta, solamente observó como Felix colocaba un brazo entre su rostro y el asiento de Jisung. Como si fingiera que no estaba allí.

—Hey, Felix. —murmuró. —¡Felix! —dijo en un tono más alto. —¡Lee Yongbok!

—¡Como te atreves! —el australiano le tiró un bolita de papel. —¡Sabes que no me gusta!

—¡Entonces cuéntame!

—Porque no mejor me cuentas porque últimamente estas tan pegado a Minho.

—¡No metas a Minho en esto! —un lapicero fue a aterrizar en la cara de Felix.

—¡Entonces deja de decirme YongBok!

Otra bolita de papel chocó contra la cara de Han.

—¡Lo haré cuando me cuentes!

Otra bolita.

—¡Deja de ser un chismoso!

Y otra más.

—¡Jamás!

—Lee, Han.

Ambos chicos salieron de su burbuja y voltearon, encontrándose a su profesora con una expresión de severidad y con los brazos cruzados.

—¿Podrían hacerme el favor de retirarse de mi clase?

Ambos quisieron hablar, pero sabían que aunque lo hicieran no se salvarían de su castigo, así que sin reproches salieron del salón con el ceño fruncido, dejando a un Seungmin más confundido aún.






Me drogué antes de escribir esto, perdónenme jsjs

No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora