6.
—No puedo creer que vayas a hacer esto. —Me mira incrédula y luego ríe—. ¿Sabes algo de seducción? Dime, ¿sabes contonear las caderas? —Se burla de mí.
—Cállate. —Le tiro una almohada en la cabeza y ella se hecha en mi cama.
Tiene razón. ¿Cómo demonios voy a hacer que Logan se fije en mí? Yo soy tan normal como cualquiera: no tengo ojos claros, ni cabello rubio, soy de una estatura promedio y me conformo con no pesar más de lo que mido.
En momentos como estos quiero ser la antigua yo, la que vestía a la moda y usaba tacones. Pero ya no hay rastro de esa chica en mí. O quizás sí, pero muy en el fondo.
—¿Qué se supone que debo hacer? —Le pregunto a la nada y Leah se mueve quedando a mi lado.
—Dame tu laptop —ordena y la miro indignada—, por favor —añade y me paro de la cama con pesadez. Encuentro lo que me pide y se lo doy—. Bien, esto va a ser rápido.
—¿De qué hablas? —cuestiono confundida sentándome en el suelo y ella rueda los ojos.
—Un cambio de look —dice obvia y niego repetidas veces—. ¡Oh vamos, Gia! ¿No ves tu guardarropa, crees que con ropa ancha vas a conquistarlo? Sabes que Ginna usara todo lo que este a su alcance, tú no puedes ser menos.
—No, no hay necesidad —mascullo y ella me mira interrogante.
Entonces me incorporo y arrastrando mis pies llego a mi armario, lo abro y de muy, pero muy al fondo, saco los percheros llenos de ropa que ya no uso. Tiro todo en la cama viendo la cara estupefacta de Leah, y luego me agacho para sacar los miles de pares de zapatos, que están guardados en una bolsa negra.
—¿Q-qué? —tartamudea impresionada, pero se repone rápidamente—. Ah, olvidé tu época de popular. —Me mira acusatoriamente y yo me encojo de hombros.
—No era popular —aclaro asqueada—, solo tenía buen sentido de la moda y además en mi colegio se usaba uniforme, ¿recuerdas? —termino y ahora es ella la que me golpea con la almohada.
—Si ya no usas esta ropa ¿por qué no me la regalas? —Se queja y me vuelve a dar un almohadazo.
—¡Basta! —Le quito la almohada y ella refunfuña como niña pequeña.
~*~
No encajo aquí, ¿por qué me he dejado convencer?
—Leah... —trato de llamarla, pero ella está bastante ocupada alentando a un estúpido y musculoso desconocido.
Bufo enojada y me acerco al chico que me dio las zapatillas para jugar boliche.
—¿Ya te vas? —pregunta casualmente y asiento encogiéndome de hombros. Me da mis zapatos y yo le entrego las zapatillas—. No vienes seguido, ¿cierto? —No entiendo por qué me habla, pero aun así asiento y me limito a ponerme mis viejas botas de combate.
—Hasta pronto. —Me despido tratando de ser educada y él me sonríe.
Ahí es cuando una se da cuenta del poder de una ropa... ¿adecuada? ¡Bah! Me siento extremadamente incómoda: el jean ajustado está estrangulando mis piernas y tengo que estar observando los botones de mi blusa cada cinco segundos para no mostrar más de lo debido.
Soy una idiota por aceptar salir con Leah y sus amigas, pensé que iba a ser ameno, pero no. Es absurdo, y más porque decidí vestirme de esta forma. Leah quería probar su punto con respecto a cómo yo vestía y ha ganado. Yo he recibido más atención masculina esta noche que en todo un año. Es in-creíble y estúpido.
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Until you're mine © |Logan Lerman
Fanfiction«Lo veo caminar por el pasillo y sé que esto ha comenzado. "Hasta que seas mío"; le prometo mentalmente, y no hay vuelta atrás.» Novela Original No copyright. Queda prohibida la copia completa o parcial de la historia. Se original. Novela r...