Jesús no paraba de aporear la puerta de aquel baño,pero yo no lo dejaba pasar.
+Sara,abre la puerta por favor,vamos a hablar.
-Vete Jesús,vete. No quiero hablar contigo.
+Por favor Sara,abre la puerta.
-¡QUE TE VAYAS!-dije dando un golpe en la puerta.
Pasaron dos o tres minutos y decidí abrir la puerta pensando que Jesús ya se había ido,pero no,allí estaba,con los brazos detrás de la espalda,y apoyado en la pared que había enfrente del baño.
En cuanto lo ví intenté cerrar la puerta,pero el la empujaba para que no pudiese cerrarla,entonces me rendí,y salí del baño.
-¿Qué quieres?-dije cruzandome de brazos.
+Lo siento,enserio,siento mucho lo del beso,fue un impulso.
-Pues a ver si vas aprendiendo a controlar esos impulsos,porque sino te va a ir mal en la vida.
+Lo siento,de verdad,¿me perdonas?-dijo poniendo carita triste y apoyando sus manos en mis hombros.
-Te perdono,pero que sepas que lo que has hecho no me ha gustado,y ni se te ocurrar volver a hacerlo.
+No volveré a hacerlo,lo prometo.-dijo sonriendo.
Los dos empezamos a andar por el medio de toda aquella gente,para volver a nuestra mesa,en dónde ya estaban sentadas las chicas y Dani.
+¿A dónde habéis ido vosotros dos?-dijo Dani.
-Hemos ido a dar un paseo.-dije yo,para que no pensasen nada raro.
Estuvimos un rato más sentados y hablando,pero enseguída vinieron a buscarnos.
Me despedí de todos,pero con Jesús era diferente.
El roce de su cara con la mía cuando nos dabamos dos besos hizo que un escalofrío recorriese todo mi cuerpo,y sentí otra vez ese cosquilleo en el estómago.
Cuando llegué a mi casa eran las 12 y media de la noche,y mi madre ya estaba dormída.
Subí las escaleras sigilosamente para no hacer ruído,y me fui a duchar.
*Narra Jesús*
Dani y yo subímos a nuestro cuarto,y mientras nos poníamos el pijama decidí contarle todo lo que había pasado.
-Illo,Dani,tengo que contarte una cosa.
+Dime,¿qué pasa?
-Cuando vosotros os fuísteis a bailar,y yo me quedé solo con Sara,sentí un impulso y la besé.
+¿Enserio? ¿Y que hizo ella?
-Pues me dió una hostia.
Dani empezó a reírse a carcajadas,entonces me puse serio y le dije:
-Tío,creo que me estoy enamorando de ella.
Me encanta su sonrísa,sus ojos,su pelo,sus gestos,su voz; me encanta su risa,y su perfume,porque huele tan bien,...vamos,todo de ella me gusta.
Cuando nos damos dos besos,nos miramos,y la tengo ahí,tan cerca,me entran unas ganas tremendas de besarla,pero no puedo. Y bueno,hoy he sentido ese impulso,la besé,y acabé mal.
+Joder Jesús,nunca te había visto así.
Si de verdad estás enamorado,lucha por ella y no te des por vencido.
-No pienso darme por vencido,Dani.-dije acercandome a él para darle un abrazo.
Apagamos la luz y nos dormímos.