Capítulo 1
Hace poco que había ingresado a la pequeña escuela de ballet "Anna Pavlova", era algo pequeña pero lo suficientemente espaciosa como para que yo y 13 niñas más tuviéramos un lugar digno en donde interpretar las coreografías de la profesora.
La señorita Olga Ivanov, era muy estricta, a pesar de esto, yo seguía asistiendo pues mi fuerte es la disciplina. Además, mi madre, Aleksandra había practicado ballet desde los 10 años y quería que yo siguiera sus pasos. Obtener la fama y el dinero de una bailarina como ella siempre quiso.
— ¡Señorita Kuznetsov! ¿Está usted prestando atención?— se dirigió a mí la señorita Olga.
— Si Madame Olga— le dije algo molesta pues no necesitaba que me alzaran la voz al hablar conmigo.
La profesora se acercó hasta mí, haciendo un gesto de disgusto.
— Toma tus cosas y espera afuera a que te de indicaciones— dijo un tanto amenazante.
En ese momento me levante y supuse que me iría mal, que me mandaría a dirección y me expulsaría, tan sólo me dispuse a tomar mi 'tutú', mis medias, la pequeña mochila que mi madre me había obsequiado junto con algunas otras pequeñeces. Salí del salón de baile y me senté en la banca de afuera esperando algo preocupada a la señorita Olga.
~♥~
Cuando llegué a mi casa mi madre me recibió con la pregunta de siempre.
— ¿Cómo te ha ido en tu clase?
Ella no tenía idea de la noticia que iba darle y la verdad es que no sabía cómo decírselo y simplemente lo solté.
— Me han promovido de clase, he avanzado a la clase de ballet en puntas— dije con un tono de voz no tan animado.
— ¡Eso es excelente!— exclamó mi madre, dándome un abrazo algo asfixiante.
Yo sólo sonreía y fingía felicidad, la verdad el ballet no era tanto de mi agrado, porque mi madre me había obligado a entrar, sabiendo que yo prefería hacer algo más.
Me quedé callada en mis pensamientos, siempre imaginaba cómo sería formar parte de un equipo y no ser una bailarina individualista.
~♥~
–Anzhelika!— gritó mi madre. — Termina de comer, se te va a hacer tarde.Hoy era el primer día de clases en el grupo de puntas y yo no estaba tan emocionada a diferencia de mi madre, que estaba orgullosa como nunca. Mi mamá ya había preparado mis cosas y puso en la pequeña mochila, sus zapatillas de ballet.Creo que pude sentir cómo la nostalgia recorrió mi cuerpo al recordar la única vez que la vi usarlas.
Al llegar al salón de baile, mi madré sonrió de felicidad, recordaba la última vez que estuvo en uno y la tristeza podía notársele incluso a millas.
La clase comenzó y mamá tuvo que partir, esta clase de ballet me interesó un poco más, sin embargo, esto no es lo mío.
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El sueño de alguien más
Teen FictionAnzhelika, la protagonista de la historia es una niña de 13 años que practica ballet por órdenes de su madre, vive una serie de aventuras mientras su carrera como bailarina despega, conoce amigas y sus historias y a pesar que detesta el ballet, deci...