Alisa la cupido (LevYaku)

Uno

Alisa: Paraguas

Lev: ¿Paraguas?

Alisa: Vi el tiempo. Hoy va a llover, en el entrenamiento cuando nadie te vea quita su paraguas de su mochila y escondelo lo mejor que puedas, así cuando le ofrezcas caminar juntos a casa va a aceptar para no mojarse

Lev: ¡Qué buena idea!—toma nota.—

Alisa: Ese será el primer paso, suerte hermanito

Lev: Gracias

El joven salió del auto y entró a la escuela, debía ser silencioso y ágil si quería conseguir su cometido. Haría lo que sea para poder tener a Yaku para el solo. Estaba impaciente para que llegará la salida de la escuela

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Era la hora del almuerzo y Lev estaba llorando en la azotea, esta mañana no desayuno y se le olvidó llevar almuerzo, tenía tanto hambre que hasta lloraba, volteó la mirada cuando escucho como la puerta que daba a la azotea se abría

Yaku: ¿Lev?, ¿Qué haces aquí?

Lev: Nada.—se limpia las lágrimas.— ¿Qué haces tú aquí?

Yaku: Todos los días vengo a almorzar a la azotea con Inuoka y Yuuki, pero Inuoka está con la orientadora y Yukki faltó.—se sienta a su lado.—

El mayor abrió su obento, se veía y olía delicioso

Yaku: Kuroo me contó que no haz comida.—le da el obento.—

Lev: ..¿Eh?

Yaku: Yo desayune en la mañana y antes de venir a la azotea me compré un sándwich, no tengo hambre. Puedes comerlo

Lev: ¡Yaku-san!

Yaku: ¡Cállate y come!

Lev obedeció a su sempai y empezó a comer el obento, nunca en toda su vida había comido algo tan delicioso, ni siquiera su madre cocinaba de esa forma

Lev: ¿Tú cocinazte esto?

Yaku: Si, ¿Sabe mal?—preocupado.—

Lev: ¡Claro que no! Sabe delicioso, serías una buena esposa

Yaku: ¡¿Como que esposa?!—molesto.—

El mayor le dio una de sus típicas patadas al albino, Lev ya ni se quejaba ya que estaba acostumbrado a eso

Lev: ¿Quién te enseño a cocinar?

Yaku: Una revista...tuve que aprender a cocinar a los diez años

Lev: ¿Por que tan joven?

Yaku: Cuando era pequeño mí madre cocinaba, pero los años pasaron y mí madre quería ser algo más que una ama de casa, empezó a trabajar y me quedaba solo en casa. Debí aprender a ser responsable a los diez años

Lev: Yaku-san...

Yaku: Ya me voy, come todo

El castaño se fue y Lev quedó triste, jamás podría imaginar a un niño de diez años aprendiendo a hacer las labores de la casa. Terminó de comer, escucho el ruido de la campana y corrió a clases

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El entrenamiento había empezado y Lev dio la escusa de "Tengo que cargar" para poder irse al camarín. Abrió la mochila de Yaku y todo lo que vio eran cuadernos, unos lápices y un paraguas negro

Lev: Eureca

El mestizo agarró el paraguas en su mochila, tenía planeado llevarlo a casa y al día siguiente ponerlo en el casillero del castaño. Hizo eso rápidamente y corrió al gimnasio. Lo que vio no le hizo gracia, estaba viendo a Yaku, a SU Yaku-san siendo abrazado por el capitán del equipo, el peligro como siempre estaba molestando a Yaku

Lev:—molesto.—

Kenma: Lev...

Lev: ¡AH!—se asusta.—Kenma-san..

Kenma: ¿Te gusta Yaku?

Lev: A usted no se le escapa ni una... Si, pero Kuroo-san siempre está a su lado, o si no es él, es Inuoka o Yuuki

Kenma: Si quieres te ayudo a que Kuroo deje en paz a Yaku un rato...

Lev: ¿Como?

Kenma: No te diré, pero lo haré y me deberás un pie de manzana

Lev: ¡Hecho!

Kenma se acercó a donde estaban Yaku y Kuroo, agarró la manga de Kuroo y el pelinegro se agachó para escuchar mejor a Kenma, el pelo de pudín le susurró algo que hizo al peligro sonreír de forma diabólica, cargo a su amigo de la infancia y se lo llevó al camarín

Yaku: ¡KUROO!—molesto.—

Lev: Yaku-san...¿De que estaban hablando?

Yaku:—se sonroja.— De nada..

Lev:—molesto.— ¿Se le estaba declarando?

Yaku: ¿Qué?..—ríe.— ¿Eres idiota? Él está saliendo con Kenma

Lev: ..¿Eh?

Lev tendría que comprarle a Kenma un pie de manzana por nada

El entrenamiento terminó y todos se fueron a las duchas.
Todos se estaban vistiendo para irse y recién Kenma se quitó  la camisa para ducharse. El mestizo no pasó desapercibido la marca que Kenma tenía en el cuello

Lev: ¿Qué le pasó en el cuello Kenma-san?

Kenma:—desvía la mirada.— Nada

Kuroo:—ríe.— Tan lindo mí Kenma

Kenma: Calla

Lev confundido salió de los camarines y se dirigió a la salida de la escuela a esperar a Yaku, vio como la gran mayoría se iba y sonrió, era su oportunidad, el castaño estaba buscando su paraguas

Yaku: No está..

Lev se iba a acercar cuando algo lo interrumpió

Inuoka: ¡Yo te llevo a casa!

Yaku: Bien

Ambos castaños se fueron camino a sus casas y un mestizo estaba sumamente molestó, Inuoka hizo que su esfuerzo no valiera la pena

Kuroo:—aparece por detrás.— Qué mala suerte tienes

Lev: Kuroo-san..¿Usted no se había ido?

Kuroo: No, siempre me quedo más tarde a esperar a Kenma. A él no le gusta ducharse cuando hay muchas personas y me quedo a esperarlo para ir juntos a casa

Kenma: Kuroo, vámonos, está empezando a hacer frío

Kuroo:—se quita su abrigo y se lo pone a Kenma.— Adiós Lev

Kenma y Kuroo se fueron ambos bajo un paraguas, muy apegados y Lev estaba sumamente enojado, su plan no funcionó. Ahora deberá pedirle más consejos a Alisa y además comprarle un pie de manzana a Kenma