Disclaimer: Amolad pertenece a the snipster, Este fanfic participa en el reto de la página de: A fanficker of life and death #AmorToxico.
Cuando la noche cubre las calles de oscuridad, es el momento en que los desafortunados deciden caminar, perdidos entre los caminos de piedra, siguiendo la luz de la luna, los vagabundos se aproximan a la taberna, cuya rustica música te invita al pecado y el olvido. Porque cuando las aves canten en el día de mañana, todos habrán olvidado lo que han vivido en aquella choza ardiente; Donde el más delicioso licor es servido.
Sus delgadas manos danzan entre los vasos de cristal, y se mueven rápidamente colocando el liquido maldito frente a los hombres que a diario degustan de aquél, llenando sus bocas con la amarga pero placentera bebida, olvidando las penas que los acosan día a día, evitando volver a casa donde su mujer los aguarda para darles un represaría, o reclamarles del poco dinero que llevan para su familia.
Su sonrisa podría opacar a la luna que ilumina la noche, y sus ardientes ojos queman más que el sol que desgasta día a día en el campo a su clientela, se mantiene como una escultura de mármol, escuchando atento y nunca siendo complaciente, aconsejando mientras emite con su voz, un dulce arrullo; el sedante de la incertidumbre y el agobio.
Visto entre la camadería como el tarbenero de "Ardent" ese joven alto de piel blanca y ojos ámbar, no podría ser jamás un doncel, su camisa de lino blanco y sus pantalones negro rectos amplios, no mostraban una contorneada figura. Siempre detrás de la barra, donde el techo oculta sus bellas facciones, con la vista borrosa, sólo una alta figura delgada y sin curvas es lo que los ojos de los perdidos pueden ver, tal vez.
—Ella me engaña—Murmuro un hombre en la barra, tomando su tarro y empinándoselo en la boca, dejando que el amargo liquido se derramara sobre su ropa—La vi, con ese hombre... se cree mejor por ser contador—El hombres desvariaba mientras continuaba su charla— yo igual puedo contar —Vociferaba sin sentido, el sujeto ya había perdido la batalla.
—Si la quieres, entonces no se la dejaras —Comento el joven de piel pálida, tocando el hombro de su cliente en forma de apoyo moral con un imperturbable rostro.
Fue el chasquido de las herraduras de un caballo sobre la piedra lo que hizo a Des voltearse alerta, el cliente que había estado esperando por fin había llegado.
Sonrió para sí mismo, mientras calculaba el tiempo en el que estaría entrando por el local, empujando la puerta de caoba y quitándose su capa, espero, hasta que pudo sentir su mirada clavarse en él, entonces el alto apoyo los codos sobre la barra, y miró con provocación al hombre que le contaba su desamor.
Sus espesas pestañas batieron sus pómulos como las alas de una mariposa, su sonrisa se amplio y sus pómulos se sonrojaron de su travesura, el hombre frente a él se ruborizo, mientras lo miraba atentamente y se perdía en sus voluptuosos labios, esos a los cuales nunca había prestado atención, se le antojo delicioso el rosado que los cubría, queriendo tenerlos sobre los suyos.
Un fuerte brazo apartó al borracho al notar la cercanía de ambos cuerpos y tomó asiento donde antes había estado aquel sujeto, negándole la vista privilegiada de aquel hermoso ángel.
—Vino por favor, Des.—Murmuro con el entrecejo un tanto fruncido.
—Podrías ayudar a mi cliente primero, —Lo miro directamente desafiando con su cobriza mirada al verde del contrario. —Aun me debe los tragos que ha consumido— comento, mientras veía al semblante del moreno frente a él descomponerse nuevamente. —Por favor, Leo.—murmuro.
El joven torció los labios en desagrado y contesto molesto—¡Yo pagaré sus tragos!— Des le sonrió y se dio media vuelta para buscar el preciado liquido en un cuarto adjunto a la barra que usaba de bodega.

YOU ARE READING
Kigdoms.
FanfictionDisclaimer: Amolad pertenece a the snipster. Este texto participa en la dinamica de la página de: A fanficker of life and death. #AmorToxico. Des es un doncel, tabernero de un bar, Leo es el heredero del trono de Ithis, los dos forman parte de rein...