break up with your girlfriend, i'm bored ((Yeju))

𝙾𝙾𝟷

— ¡Bienvenida a mi fiesta de cumpleaños Yuna! — Ella sonreía tan arrogante y alegre, en verdad la odio.  Le di dos besos en la mejilla antes de felicitarla.

— Me alegra que me hayas invitado Eunbi — En verdad lo odio —Espero que pases una linda noche — Espero que te ahogues con tu propio veneno, víbora —Te traje un regalo, espero que te guste y feliz cumpleaños — Un estúpido y barato collar, me gustaría haberle traído una tarántula o una pitón, aunque conociéndola seguro se harían mejores amigas, entre criaturas diabólicas se entienden.

Eunbi me sonrío y abrió mi regalo con una fingida alegría. ¿Siempre solía ser tan falsa? la verdad es que no me interesaba, pero honestamente me irritaba un poco. ¿Cómo ella podría estar con alguien tan alegre como Yerin? Parecían personas tan distintas, totalmente contrarias. 

— ¡Yuna! — Hablando de Roma, Yerin llegó a nuestro lado corriendo con su singular alegría y desdén. Vestía demasiado linda esa noche, con un vestido era rosa pastel y su maquillaje leve y natural, ella era una diosa. Una princesa de cuento de hadas, mucho más que eso

—Hola Yerin— la saludé con un fuerte abrazo — Estás particularmente bonita está noche — Ella sonrío complacida, incluso podía sentir el rayo desintegrador que emanaban los ojos de Eunbi. Siempre tan posesiva y ridícula. ¿Ya dije que la odio?

— Muchas gracias, eres muy dulce— Oh, tú eres lo más dulce del mundo querida Yerin. Eres tierna, esponjosa y tan dulce, casi como el algodón de azúcar (sólo porque no se compara contigo). Aunque eso hubiera querido decir simplemente me callé y le sonreí.  Soy algo patética ¿Verdad?

— De acuerdo todas deberíamos ir a la barra, allí están mis amigas también — Eunbi siempre siendo oportuna. La verdad es que no me apetecía ir con las amigas de Eunbi, pero en ese instante Yerin tomó mi mano y me guió hacia ese infierno. No pude rechazarla, soy muy débil ante ella.

—Ven Yuna, tengo alguien a quién presentarte— Genial... ¿Otra amiga aburrida de Eunbi? La verdad es que sus mejores amigas me caían fatal. Una de ellas, Eunbi aunque le decían Eunha, no sólo era el hecho de que se llamaran igual, ambas eran igual de irritantes. Eunha se encontraba en otro nivel de falsedad, siempre intentaba actuar tierna cuando en privado siempre era desubicada y en verdad muy arrogante. Se rumoreaba que estaba tratando de ligar con Minatozaki Sana sólo por su increíble fortuna, la verdad es que eso es algo que no me sorprende resultara cierto. Ella era ese tipo de persona, por supuesto no podía faltar su poca seguridad en sí misma. Seguía a Eunbi como si fuese su perrita faldera, hacía todo por ella, tampoco me sorprendería que tuviese algún tipo de Crush, como dije entre criaturas diabólicas existe una fuerte conexión, además la víbora solía actuar despectiva con Yerin. Ese comportamiento sólo hacía más obvias sus intenciones.

Su otra mejor amiga se llamaba Kim Sojung, ella es una modelo conocida en Corea del Sur. Sin embargo lo que tiene de bella también tiene de mala persona, ella siempre se encuentra criticando a los demás, cumple ese tipo de cliché de persona que sólo es bella por fuera.

Conoció a Eunbi cuando ambas eran pequeñas y pareciera que fueron criados por el mismo demonio. Ambas son frívolas y calculadoras, sólo buscan la infelicidad de los demás, ni siquiera su felicidad propia, así de crueles es que son.

— Yewon-Ah, esta es Yuna, la amiga de la que ta hablé— Yerin se dirigió a una jovencita muy tierna, llevaba un vestido blanco y realmente lucía muy tierna. Ella nos sonrió al vernos, luego se presentó

—Hola Yuna— me sonrío— Yo soy Kim Yewon, es un gusto por fin conocerte. Yerin me ha hablado maravillas de ti— Sonreí inconscientemente, Yerin continúa hablando más de mi por favor.

—Me alegra mucho eso, es un gusto conocerte Yewon— le devolví la sonrisa

—De acuerdo ¿Por qué no vamos todos a bailar? — la voz chillona y desagradable de Eunha se hizo escuchar. Todas gritaron como locas y fueron a la pista de baile, yo la verdad me quedé estática en mi lugar hasta que Yerin vino.

—¿Vienes Yuna?— me acarició la mano con delicadeza— ¡Bailemos un rato!— Susurré un "claro" y luego la acompañé. Para mi era complicada esta situación y ella lo sabía bien, sin embargo seguía jugando con mis sentimientos como si nada.

La fiesta transcurrió aburrida, al menos para mi. Yerin y Eunbi se besaron delante de todos, yo sólo pude irme a un rincón y sentir asco por mi cuenta. Yewon se sentó a mi lado y platicamos un rato, parecía una chica agradable. 

Luego de un par de horas de baile, alcohol y comida los invitados empezaban a marcharse. Yewon se despidió de mi antes de irse, me dijo que sería agradable volvernos a ver y yo le respondí que encantada lo haría. Al menos conocí a alguien agradable esa noche.

Cuando ya me tocaba irme decidí acercarme a Yerin para despedirme, aunque claro también debía despedirme de su asquerosa novia. Cuando me divisó me sonrío con ternura y me abrazó

—¡Muchas gracias por venir! Espero que la hayas pasado bien

—La pasé bien Yerin, gracias por invitarme. A ti también Eunbi—la nombrada me sonrío irónicamente. Sé que me odias pero al menos disimula, perra insensible.

—No es nada, espero que nos veamos pronto— Seguramente nos veamos más pronto de lo que crees Yerin, sé cómo eres. Luego de esa breve despedida me fui en un taxi, agradecí que al fin había terminado la tortura, pero más agradecí que ya había comenzado mi fiesta.

𝘌𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘠𝘶𝘯𝘢...

Llegué a la entrada de mi casa y noté que la puerta estaba abierta. Sabía que esto sucedería, ella no se iría simplemente sin tomarme. Entré despacio y con cuidado, la habitación estaba a obscuras por lo que temía tropezar o lastimarme. A penas estuve dentro de la casa sentí como unas pequeñas y tiernas manos me cubrían los ojos.

—¿Quién soy yo cariño?— dulce y melódica voz, podría reconocerte donde sea

—Eres mi dueña, Jung Yerin— sentí su pequeña risa en mi cuello. 

—Acertaste cariño.—Acto seguido comenzó a lamer el lóbulo de mi oreja, paseaba sus besos por mi cuello, luego su lengua, me estaba torturando — ¿Te gustaría jugar hoy gatita? —Ni siquiera pude contestar que si ya que simplemente me lancé a sus labios. Estaba lista para jugar.