Please, rain¡!☁ ~ NamMin

ρℓєαsє, rαiท¡!☁

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Narra NamJoon

Era la tercera vez en una misma semana que me castigaban a limpiar la clase a la hora de salida por los mismos cuatro descerebrados. Algún día les partiría la cabeza, lo juro.
Lo único que me llenó el alma ese día, fue escuchar como empezaba a diluviar mientras terminaba de fregar el suelo.
Terminé lo antes posible, para coger mis cosas, incluido el paraguas que siempre llevaba por si acaso, y salir a fuera para encontrarme la misma imagen de siempre. El lindo chico peli-rosa de la clase de al lado, soltando maldiciones al aire porque no traía paraguas y llovía demasiado. Que tierno~
-Maldigo la lluvia, el cambio climático y la madre que- en el momento que me acerque a él dejo de decir groserías para inclinar un poco la cabeza a modo de saludo. Algún día dejara de ser tan adorable?- perdone hyung, no lo había visto, simplemente me cabreó mi estupidez- se disculpo junto a una pequeña y dulce risita y una sonrisa a la que suelo llamar "mi debilidad".
-No pasa nada, no te disculpes- sonreí de la misma forma- no tragiste paraguas hoy?- solté una pequeña risa, agradeciendo internamente que no lo hubiera hecho.
-No, no me esperaba que lloviera tanto- se rasco la nuca- esperare a que mi madre salga del trabajo y me recoja- sonrió tierno. Otra vez no por dios, que deje de hacer eso.
-Puedo acompañarte a casa con mi paraguas, es pequeño pero entramos los dos- ofrecí junto a una cálida no muy exagerada sonrisa.
-En serio? Aarrg se lo agradecería mucho, hyung- sonrió emocionado acercándose a mi mientras yo abría el paraguas. Por que huele tan jodidamente bien?
-Claro, vamos- sonreí de nuevo y salimos de la cubierta del instituto.
A medida que más nos alejábamos del centro, la fuerte lluvia se hacia cada vez mas intensa, y el viento no contribuía a nuestro favor, por lo menos el mio. A causa del maldito viento uno de los costados del peli-rosa, empezaba a mojarse así que con el corazón en la garganta rodee su cintura con el brazo y lo atrage mas a mi. Dios, huele aun mejor tan de cerca.
Él tan solo volvió una vez más a matarme con una tierna sonrisa, cerrando sus pequeños ojitos y abrazando mi brazo para cubrirse del todo bajo el paraguas.
D

espués de unos 10 minutos andando bajo la espesa lluvia, intentando no resbalar y quedar como un torpe ante al chico lindo, llegamos a su casa.
-Es aquí, hyung. Una vez más muchas gracias por acompañarme, sin su ayuda todavía estaría en el insti- inclinó su torso levemente en una informal reverencia
-No las des, a sido un placer- sonreí lo más sincero posible.
El menor dio media vuelta, dandome la espalda. Wow, increíbles vistas que me dejó.
Hice lo mismo dispuesto a caminar a mi casa, pero su preciosa voz me detuvo:
-Por cierto, mi nombre es Park Jimin- sonrio cerrando sus ojitos de nuevo.
-Kin NamJoon, encantado- sonreí y comencé a andar de nuevo, sonriendo cual idiota enamorado.
Hay algo en este chico que no sea perfecto? Hasta su nombre suena tan angelical...
~Por favor, que jamás deje de llover~