{8 de Octubre, Miércoles}
- Maldito enano egoísta, si supieras cuanto te odio - El otro intentaba recuperar el aire que le estaba siendo arrebatado por el más alto - No te soporto, ¿sabes lo mal que lo ha estado pasando mi hermano por tu culpa? He tenido que soportar todo el dolor que sentía él cada vez que lo ignorabas, aún sin saber todo lo que se preocupaba por ti tú lo has estado apartando hasta el punto que me ha dejado salir sin resistirse, te voy a hacer pagar por lo que le has hecho - Este comenzó a levantar al rubio cada vez más arriba haciéndole perder el poco aire que era capaz de coger y comenzando a ahogarse.
El más bajo luchaba por soltarse de su agarre pero debido a la fuerza superior del contrario no era capaz - Ugh, mi cabeza.....quedas avisado - Ambos cayeron al suelo, Dean jadeando y recuperando la respiración y el moreno de rodillas con la cabeza en dirección a la moqueta roja de la solitaria biblioteca. - *Sniff*- El de ojos azulados levantó su cabeza y contempló como el moreno comenzaba a sollozar y a apartar las lágrimas de sus ojos con fuerza - ¿Will eres tú? - Lentamente levantó su cabeza dejando ver por el otro sus humedecidos ojos avellana - L..lo siento - Entonces dejó de sollozar para empezar a llorar como cuando un niño despierta por una pesadilla.
- D..de verás lo s..siento - Repetía una y otra vez entrecortado, el rubio ceniza por impulso lo abrazó para su sorpresa - Y..yo te p..perdono - William en ese momento lo abrazó con fuerza, había esperado ese momento mucho tiempo, en el que aquel chico rubio fuera capaz de darle un abrazo - Realmente yo lo siento, fui muy frío y no pensé en como te sentías.
"Después de la tormenta siempre viene la calma" se suele decir, el corazón de William había dejado de estar corrompido por aquella ola de sentimientos desagradables y por fin se sintió en calma, se había deshecho de esa loca con carita de ángel, había resuelto supuestamente el problema de Lilly y por fin Dean lo había perdonado, ¿qué más podía pedir? Ya estando su corazón tranquilo era hora de hacer lo que no había podido hacer últimamente, dormir.
- ¿W..william? - El mayor había perdido toda su fuerza y se dejó caer sobre el ojiazul haciéndolo alarmar - ¡¿Estás bien?! - Alarmado lo primero que hizo fue acostarlo en el suelo usando su chaqueta como almohada y se dirigió a secretaria para pedir el número de su padre. Corriendo fue a ver a Jessy - Disculpa Jessy, necesito tu ayuda - Ambos se llevaban muy bien debido a su gusto mutuo por los libros de misterio, antes de que Will llegara Jessy fue la única persona que podía considerar como amiga - ¿En que puedo ayudarte mi querido Holmes? - Dijo terminando la frase con el mote que le había puesto cariñosamente - Mi querida Watson, ¿sería tan amable de darme el número del señor Gallagher - Respondió en la misma sintonía.
La señora acepto encantada. Dean se dirigió corriendo de nuevo a la biblioteca y sentó al lado de Will, estaba vacilando si llamar o no porque le daba algo de vergüenza, pero suspiró hondo y marcó el número que esta le había dado - Hola ¿quién es? - Una voz dulce pero no por ello femenina salió desde el aparato - H..hola, soy Dean - Dijo nervioso el rubio respondiendo a su pregunta - Anda Dean si eres tú, ¿qué es lo que ocurre? - El mencionado se sorprendió de que este le conociera y de que le hablara con tanta familiaridad - B..bueno es algo difícil de explicar ¿Podría venir a la biblioteca del instituto? - El adulto sabía que si aquel chico tímido le había llamado no iba a ser ninguna tontería - Claro, estaré allí lo antes posible - Y la llamada finalizó.
Dean había notado por la expresión del que estaba dormido que el suelo le era bastante incómodo, así que lo incorporó un poco para poder acostarlo sobre su cuerpo, enseguida el mayor se acomodó quedando en un postura muy linda para los ojos ajenos. "Se ve tan tranquilo cuando duerme, no estoy seguro de lo que ha pasado hace un rato, pero sí que es verdad que he sido un imbécil con él, Will ha intentado hacerse mi amigo, cosa que yo mismo sé que es difícil, y yo no se lo he puesto fácil tampoco, aún así no se ha rendido en ningún momento, dejando todo eso a un lado......joder ¿cómo no me di cuenta de lo guapo que es? " La mano del de ojos azules se deslizó tímidamente hasta su mejilla para acariciarla con delicadeza, su piel era tersa y suave además de lisa y clara, una piel agradable al tacto.
Una voz de repente le sacó de ese momento de trance y apartó la mano como si tocara algo que estaba muy caliente - ¡¿Qué ha pasado?! - Preguntó un hombre rubio de ojos anaranjados alarmado de ver a su hijo en el suelo - E..es algo complicado - Él mayor decidió hablar las cosas con calma en casa y cogió a su hijo con ayuda de Dean para llevarlo al coche - Mi nombre es Jack, te importaría quedarte un rato en nuestra casa - El chico entonces recordó que debía recoger a su hermanito de la escuela - Mi hermano... - El coche arrancó y comenzaron a moverse - Le pediré a Damian que lo recoja, no te preocupes - Entonces asintió algo nervioso por ir a la casa de William.
El más bajo se sorprendió al ver la enorme casa que yacía sobre sus ojos, esta era de un estilo moderno y contaba con dos pisos de techos bastante altos, comparada con la suya parecía una casa digna de algún rico. El padre de Will llamó al timbre y la abrió un hombre intimidante de metro ochenta y cinco, un pelo azabache y unos increíbles ojos azules, supuso que él debía ser Damian.
- Hola gatito - El más alto de los dos cogió a su pareja agarrándola de la cintura y plantó un beso apasionado en sus labios a lo que Dean se avergonzó un poco - Rey que está aquí Dean - Señaló nervioso Jack en dirección al joven - Lo sé mi reina - Susurró coquetamente en su oído mientras recibía al chico, Damian amaba hacer sonrojar a su amado esposo - Hola chaval - El azabache levantó un puño y Dean se lo chocó algo más relajado por la actitud amigable de ese hombre tan intimidante, este sacó a William del coche con facilidad y se lo llevó a su cuarto cargándolo de una forma tan delicada que se veía desde lejos lo mucho que le quería, cosa que a los ojos del chico se veía como un cuento, un cuento para niños, ese que te llena la cabeza de sueños felices.
- Dean, pasa, siéntete como en casa....me gustaría que nos cuentes lo que ha pasado - Una sonrisa estaba esculpida en su rostro, pero se podía notar perfectamente que aquel hombre de rostro amigable estaba preocupado, y lo estaba porque se estaba oliendo que algo iba mal con Will, que aunque este no le había dicho nada no había podido dormir los últimos días y que estaba intranquilo, y ese adjetivo en su hijo no presagia nada bueno.
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Dean (+18 - Gay)
RomanceUna vez que descubres qué es estar acompañado por muy solo que hayas estado toda tu vida ya nada volverá a ser como antes. Lo necesitas a tu lado, te sientes lleno, así se sentía Dean cuando vio por primera vez al moreno. Segunda parte de "Te odio y...