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La primera noche que pasa fuera de su departamento es con Minghao, de alguna manera se terminan convenciendo de que la azotea del edificio donde vive es el mejor lugar para recostarse y mirar al desestrellado cielo vacío. El manto azul oscuro cubriendo su vista. No hay nada brillante o hermoso sobre ellos. Es solo vacío.

—¿Por qué no hay estrellas?— Pregunta Minghao en su pésimo coreano, Jun gira un segundo para verlo, el perfil del niño buscando inocentemente estrellas.

—La ciudad está más iluminada.— Se limita a responder con lentitud para que el chico pudiera entenderlo. —En las ciudades grandes nuca hay estrellas.

—¿algunas vez has visto un cielo cubierto de ellas?

Jun nota el pequeño error de Minghao al hablar, mas no dice nada, su mirada dirigiéndose hacia el cielo y observando lo solitario de este.

Recuerda, quizas, el cielo de cuando su padre los llevaba lejos de las ciudades grandes, de cuando su hermano era mucho más pequeño y solo se divertían tranquilos en los campos. El cielo plagado de luces peleando por brillar, por ser la más hermosa en el manto uniforme. Un cielo repleto de luz, mientras que en la tierra apenas y brillaban las lámparas alrededor, solo para iluminar un camino.

Jun sonríe ante el recuerdo de su padre buscando constelaciones, el de sí mismo inventándose algunas y el de su hermano preguntando que es lo que eran. A lo lejos se encuentra con algo más: una silueta femenina mirándolos en completa calma, con el vestido hondeando gracias a la brisa fresca de la noche. Entonces su familia estaba completa, feliz, ignorante de lo que realmente pasaba.

La noche cubierta de estrellas.

Cuando abre los ojos no hay nada, solo el azul uniforme. Un avión pasando obre ellos, tan alejado que apeas y son pequeñas luces las que alcanzan a ver. Suspira y se da cuenta de que la mano de Minghao está sobre la suya.

—Algunas veces— Responde por fin. —Cuando vivía en china.

¿lo extrañas?

Cierra los ojos por un momento intentando encontrar respuesta que valga.

—No. La estrellas siguen ahí— Explica aun sabiendo que esa no era la verdadera pregunta de Minghao. —Simplemente que no podemos verlas.

—Jun...Quiero estar contigo.

—¿Quién no querría?

Se burla un momento justo antes de sentir la mirada de Minghao, voltea sin mucho interés encontrándose con los ojos castaños, el lindo rostro de su chico siendo tan sincero que logra clavarse en su cabeza. Ojala fuera igual siempre, ojala Jun pudiera ver la verdad en todos, incluso en si mismo.

Minghao puede mentirle, o no, puede ser tan sincero o engañarlo, Minghao puede hacerlo dudar o confiar en un segundo. Despues de todo es su chico, su victima perfecta, un niño inocente que no está manchado por Jun. Algo que Jun no puede ni quiere tocar. Minghao es algo tan inalcanzable como un recuerdo.

Sin pensarlo bien besa la mano de su chico esperando calentarla. Parpadea largamente y suspira. En ese momento se siente realmente frágil, se sienta para evitar marearse, y para su mala suerte Minghao lo sigue con los ojos sobre él. No quiere soltarlo.

Consigue sonreír.

—¿y te quedarás conmigo a pesar de todo?— Minghao abre la boca para responder, sin embargo ninguna palara sale de sus labios. —Es fácil decir las cosas ¿no?— Jun retoma soltando la mano del chico con un simple movimiento. Se pone de pie, sus piernas manteniéndose firmes. —Quieres quedarte conmigo, pero ¿hasta dónde? ¿Hasta cuándo? ¿y porque? ¿Qué he hecho yo para que tu quieras quedarte conmigo?

Minghao intenta seguirlo, sus ojos moviéndose de un lado a otro buscando respuesta, se intenta poner de pie, pero tan pronto lo logra Jun lo vuelve a lanzar hacia el suelo con apenas un empujón con la mano derecha. No lo dejará ir, ni acercarse.

¿Por qué Minghao querría quedarse con él? Si lo ha tratado como basura desde que se conocieron, si ningún gesto lindo o amable fue dirigido hacia el chico ¿entonces porque la insistencia? Jun no es una buena persona, lo sabe, y tampoco aparenta no serlo, le ha dejado eso claro a Minghao. Era una mentira entonces, Minghao le estaba mintiendo a pesar de mantener una mirada sincera.

A pesar de sonreír.

Era mentira.

Me gustas Jun...— Por primera vez el coreano de Minghao fue fluido. —A pesar de lo malo que pueda haber en ti...Hay algo bueno.

Jun exhaló una risa pequeña, en realidad contuvo una carcajada mientras se cubría el rostro con la mano.

—¿Qué podrías saber tú?

Podría apostar...— ¿Cómo es posible que Jun pudiera escucharse a si mismo a travez de la voz de Minghao? Gira a verlo sin poder ocultar su asombro. —Que mis ojos han estado más tiempo sobre ti...que lo tuyos. Más de lo que imaginas.

—Ah...— Exhala con fuerza. —Este niño.

No contiene la risa, no sabe bien de lo que se rie, quizás porque Minghao reutiliza una situación, o quizás porque intercambian lugares, no lo sabe bien. Cuando por fin consigue mirar al rostro del niño este se mantiene con una pequeña sonrisa, sincera, algo de lo que Jun no puede dudar. Se deja caer frente a Minghao de rodillas, en ese momento no siente dolor y tampoco le importa preguntar el por que, solo quiere caerse entre los brazos del menor.

Cierra los ojos permitiéndose hundirse en Minghao, abrazarlo con necesidad hasta que amanezca. Lo detesta, puede sentir los brazos de Minghao rodeándolo con cariño.

—Te...— Se detiene a media frase pensándolo mejor, una parte de él haciéndolo regresar. —Te detesto...— Murmura más como un balbuceo a lo que Minghao solo asiente acariciado su cabello. —Yo solo quería cogerte...

—Lo sé, Hoshi me lo advirtió.— Oh, maldito traidor. —Antes tenía miedo de que simplemente te aburrieras y te alejaras de mí, no quería que consiguieras lo que querías, pero...Ahora me siento tranquilo.

—¿eso significa que ya puedo cogerte?— Minghao exhala una risa. —Prometo no dejarte durante los próximos meses.

—Cállate Jun.

¿Cómo puede entirse tan pleno aun sin cumplir su objetivo? Jun solo lo desecha. Su prioridad cambia, deja de pelear por un momento con aquella parte suya que solo ve a Minghao como un objeto. Quiere estar con el chico, quiere solo abrazarlo y perderse en el tiempo. Lo empuja un poco para recostarse sin pensar en el dolor de espalda que Minghao pueda tener despues, quiere volver a ser egoísta por un segundo.

Escucha los latidos a través de su pecho y cierra los ojos.

Lo quiere.


...

Falta poco para que termine la historia~ realmente ya estamos en el inicio de las ultimas partes.  

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora