Pornografía ×kiribaku×

único

En la habitación se escuchó un quejido lleno de frustración de parte de Bakugō, luego de escuchar la extraña proposición de Kirishima. —No esa mierda de nuevo, Eijirō.— dijo el cenizo lanzándose a su cama.

—¡Oh, vamos! — exclama el pelirrojo, mientras encendía su laptop— Este es bueno.

Katsuki ya no creía ni una sola palabra del muchacho, de tantas veces que le había obligado a ver pornografía junto a él, antes de comenzar algún vídeo, siempre aseguraba que ese era muy bueno. Claro que nunca era de esa forma.—Ya sabes que no soporto ver las mierdas raras que te gustan.

—¡No es raro!— asegura Kirishima.

Nuevamente, no creyó nada. En sí, la pornografía no era mala, ni rara en lo absoluto; Katsuki lo sabía de sobra, pero no soportaba verla porque odiaba la falsa actuación, y ni hablar de las caras sobre exageradas de los actores. Podría casi decir que le daba asco, simplemente no. Él mismo podría sentarse y con su propia mente imaginar mejores escenas eróticas que cualquiera de esas páginas que Kirishima frecuentaba para hacerse una paja. Además, si tenía al pelirrojo, definitivamente no necesitaba la maldita pornografía.

—Esto es lamentable.—casi llora por la mierda que estaba a punto de hacer con Eijirō, así que cubre su rostro con sus manos. Katsuki sabía que lo que estaba por ver era una mierda que su pareja había encontrado y le había gustado lo suficiente como para mostrárselo al cenizo. Bakugō realmente intentaba disfrutarlo, pero simplemente no era lo suyo. A pesar de todo, resignado, exhala profundamente para sentarse y dejar a Kirishima acomodarse a su lado mientras el vídeo se cargaba.

—¡Gracias, Bakugō! —el pelirrojo sonríe, dejándole a su novio un beso en la mejilla, recibiendo un "como sea" entre dientes del contrario. Katsuki suponía que no era tan malo, al final de toda esa tortura podría conseguir un orgasmo, podría soportarlo esta vez.

Bueno, eso creyó hasta que el vídeo comenzó.

Era una total mierda.

El cenizo ya había perdido la cuenta de las veces que había rodado los ojos en lo que iba del vídeo, y también trataba con toda su fuerza de voluntad de retener sus comentarios al respecto.

Puede respirar tranquilo cuando Kirishima pausa el vídeo, mirándolo con un brillo en los ojos. —¿Qué opinas de este, Bakugō?

—Es jodidamente estúpido —responde cansinamente, desviando la vista de su novio. Había sido demasiado suave en su opinión, pero lo que menos quería era mencionarle a Eijirō todo lo que pensaba de lo que estaban viendo, simplemente quería acabar con esa tortura lo más rápido posible.

—Bueno, yo lo estoy disfrutando —dice animadamente Kirishima. A Katsuki desde hace un buen rato le había quedado clarísimo que lo estaba disfrutando, le había dado una mirada furtiva al regazo del pelirrojo encontrándose con una creciente erección en los shorts de éste. Rueda los ojos de nuevo, pero ahora dirige su mano hacia los pantalones cortos del chico, con eso podría distraerse de una forma más placentera. Pero su mano fue apartada con un manotazo, y el vídeo es reanudado.

¿Así que será de esta forma?

Katsuki exhala profundamente de nuevo,  rodea con su brazo los anchos hombros de Eijirō. Lo haría hsta que el pelirrojo dejara de ser egoísta con su propio pene y le dejara tocarle.

Kirishima tenía los gustos pornográficos en el culo. De no haber llegado a esa conclusión hace mucho, no habría tenido ninguna maldita idea de lo que su pareja había visto en esa mierda de vídeo. Ni siquiera era algo innovador; en el vídeo estaba el típico chico delgado y con apariencia de adolescente que fingía gemidos de una manera terrible, y claro que no podía faltar el tipo más fornido que ni siquiera está completamente duro. Tenían que estar tocándose entre ellos para mantener la semi erección que tenían. Era realmente jodido, esos dos bastardos eran el dúo dinámico fracasado que tendrían el salario más bajo de Japón. Si vas a estar dentro de un vídeo porno, al menos podrían lucirse un poco más en ello.